Aspurc
Cáncer
de pulmón
Actualmente el cáncer de pulmón ocupa uno de los
primeros lugares en el ranking de enfermedades letales más frecuentes.
Su incidencia se incrementa en los mayores de 50 años y su causa
principal es el cigarrillo.
En los últimos cinco años se han detectado 3 casos de
cáncer de pulmón en la comunidad universitaria, todos ellos
en afiliados mayores de 60 años.
Existen dos tipos de cáncer de pulmón: de células
pequeñas y de células no pequeñas. Este último
es el tipo más común de cáncer de pulmón y
generalmente crece y se extiende más lentamente. El de células
pequeñas es menos común, crece más rápidamente
y tiene más posibilidades de extenderse a otros órganos en
el cuerpo.
Cáncer y cigarrillo
El fumar es el principal factor de riesgo del cáncer de pulmón.
Aproximadamente 8 de cada 10 casos son consecuencia del cigarrillo. De
hecho, este tipo de enfermedad pasó a ser una de las más
frecuentes a principios del siglo veinte, con la aparición de los
cigarrillos empaquetados acompañados de fuertes campañas
publicitarias.
La cantidad de cigarrillos diarios consumidos y los años transcurridos
como fumador aumentan proporcionalmente el riesgo de desarrollar tumores.
El estar expuesto al humo ambiental o de «segunda mano», es
también un factor de riesgo importante.
Las personas que fuman cigarros, aunque no inhalen, tienen más
riesgo de tener cáncer de las cuerdas vocales, de esófago
y del área oral (labio, boca, lengua, y garganta).
En menor escala, es un factor de riesgo la exposición a altos
niveles de radón, un gas radioactivo, insípido, invisible
e inodoro que se encuentra de forma natural en la tierra y en las rocas.
Asimismo, la exposición prolongada a las fibras del asbesto aumenta
siete veces los riesgos.
Ser mayor de 50 años o tener enfermedades recurrentes del pulmón
también aumenta los riesgos de desarrollar la enfermedad.
Prevención y síntomas
Si el cáncer de pulmón se detecta a tiempo, sin que se
haya extendido a otras zonas del organismo, los niveles de sobrevivencia
aumentan un 49%. Sin embargo, la detección temprana del cáncer
de pulmón es dificultosa debido a que los síntomas no aparecen
sino hasta que la enfermedad está en una etapa avanzada. Por esta
razón, se recomienda chequeos periódicos a quienes agrupen
varios factores de riesgo para detectar a tiempo cualquier anormalidad.
Estos incluyen básicamente un examen médico y una radiografía
de tórax.
Existen síntomas frente a los cuales debe consultarse al médico:
· Tos persistente.
· Dificultad para respirar.
· Molestias en el pecho.
· Silbido respiratorio.
· Flemas con sangre o de color rojizo.
· Casos repetidos de neumonía o bronquitis.
· Pérdida de apetito.
· Pérdida de peso por razón desconocida.
· Mucho cansancio.
La principal forma de prevención es dejar de fumar. Al hacerlo,
el tejido recupera gradualmente su normalidad. Aunque el daño no
desaparece totalmente, luego de diez años sin fumar el riesgo disminuye
alrededor de un 50%.
Deben evitarse también las exposiciones prolongadas al humo
ambiental y a químicos como el asbesto. Asimismo, comer frutas y
verduras y ejercitar hábitos de vida saludables son las mejores
formas de reducir los riesgos de contraer cualquier tipo de cáncer.
Fuentes: www.hispanichealth.org; www.cancer.org; www.yourdiseaserisk.edu.
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