Cocineritos en el Jardín
maternal “Rayito de Sol”
Estas tareas son muy cotidianas en las casas de los niños
y presentan posibilidades insospechadas, no sólo para jugar y divertirse
sino para aprender.
Al alternar los diferentes utensilios de cocina y variados ingredientes,
se trabaja con cantidades, proporciones, nociones de medida y criterios
de clasificación que conducen al conocimiento lógico-matemático.
La mezcla y la transformación que se produce en los ingredientes;
es decir en la materia, sumada a la elaboración de anticipaciones
y conclusiones, ayudan a la construcción del conocimiento físico.
En cuanto a la manipulación de objetos y utensilios en diferentes
modos (enroscar, tapar, llenar, amasar, verter, exprimir y otros), desarrollan
la motricidad fina a la vez que ayudan al logro de la autonomía.
También el inicio de la lecto-escritura está incluido
en este quehacer: al “leer” y “escribir” recetas ajenas ajenas o propias
o en la lectura del listado de ingredientes o en la búsqueda de
recetas en revistas o diarios para armar el recetario en el aula.
En último caso, por ejemplo, las recetas pueden ser clasificadas
según criterios propuestos por los niños, lo cual implica
una actividad lógico -matemática.
Además surgen simples y necesarias normas de comportamiento,
de higiene, de cooperación entre pares, docentes con la nutricionista
y con el personal de la cocina del Jardín.
La comprensión de la secuencia en que se lleva a cabo la interpretación
de cada receta, al llamar a los elementos por su nombre, hablar sobre las
características de los alimentos y describirlos, implica una ejercitación
que enriquece el proceso del pensamiento y de la expresión oral.
En cuanto a la evaluación conjunta de cada preparación
ha de ser muy valiosa no sólo por el sabor y el aspecto logrados,
sino para que se reconozcan las diferencias entre lo que opinaban al comenzar
la receta y lo que opinan al obtener el resultado final.
En síntesis, se manejan variados aspectos que hacen al desarrollo
integral del niño aprovechando su espontánea curiosidad
por investigar y experimentar.
Profesora Liliana Yudica. Docente Sala de Cuatro Años. Jardín
Maternal “Rayito de Sol”.
|
Los chicos van de la cocina al conocimiento
lógico - matemático.
Día de la maestra jardinera y de los jardines de infantes
El 28 de mayo de 1950, a los 77 años, falleció
Rosario Vera Peñaloza, destacada educadora riojana que fue declarada
por sus seguidores como «La Maestra de la Patria». En homenaje
a ella, la fecha de su fallecimiento fue perpetuada como «Día
de la Maestra Jardinera» y «Día de los Jardines de Infantes».
Cuando cumplió las bodas de oro (50 años)
como docente, sus colegas, alumnos, ex alumnos y amigos (de nuestro país
y de los países vecinos) le ofrecieron un gran homenaje y le regalaron
un libro con dedicatorias y firmas encabezado con el siguiente texto: «A
Rosario Vera Peñaloza, espíritu superior, noble y generoso,
mujer abnegada y educadora ejemplar, que se ha dado y se da por entero
a la educación sin reparar en sacrificios y sin esperar recompensa».
En el mismo álbum, que «devotamente le ofrecen sus amigos
de todo el país, colegas, admiradores y ex discípulos, como
modesto recuerdo en sus bodas de oro con la escuela argentina», le
otorgan un honorífico título, en los siguientes términos:
«tiene ganado en buena ley, por su vasta cultura, su clara inteligencia
y su gran corazón, el título de MAESTRA DE LA PATRIA».
El obsequio está fechado, en coincidencia con el Día del
Maestro, el 11 de septiembre de 1945. (Fuente: www.educared.org.ar)
|