Aportes
para un debate
Segundo
Encuentro de Laboratorios
de
Monitoreo
Comprender la relación formación –empleo es una
de las preocupaciones centrales de los analistas de los centros superiores
de formación y del mercado de trabajo, porque esa relación
expresa todos los cambios que ha tenido el tránsito del mundo académico
al mundo del trabajo, en un contexto de fuertes transformaciones
societales y una elevada carencia de políticas públicas para
orientar y facilitar el pasaje iniciático.
Crear un sistema estadístico que privilegie la captación
de esta relación y que tenga la flexibilidad suficiente como para
reflejar, diferencias regionales, instituciones con contratos educacionales
diversos, situaciones socio-productivas distantes y al mismo tiempo mantener
la compa-rabilidad, fue uno de los desafíos que afrontamos cuando
pensamos en la posibilidad de iniciar mediciones que hasta entonces no
se realizaban en el país, pero que permitirían al adoptarse,
una mirada compleja sobre esta relación formación-empleo
Aunque la formación y consolidación de Laboratorios de
Monitoreo que se ocupen de realizar un seguimiento longitudinal y sostenido
de las poblaciones de alumnos, graduados y abandonadores es todavía
incipiente, entendemos que la complejidad del campo obliga cada vez más
a compartir los problemas de investigación en esta área,
las dificultades en la construcción de los datos, la comparabilidad
de las estadísticas, etc.
La especificidad de nuestros problemas y la necesidad de intercambiar
experiencias nos llevó a planear los Encuentros. El Primero
de ellos realizado en el Laboratorio de Monitoreo de Inserción
de Graduados (MIG) de la Facultad Regional de Gral. Pacheco de la
Universidad Tecnológica Nacional, fue en mayo del 2005. En aquella
ocasión, el objetivo de la reunión apuntaba a una presentación
de los Laboratorios y de las dificultades en el proceso de institucionalización.
Pasado un año realizamos el Segundo Encuentro de Laboratorios
de Monitoreo, en el (MIG) de la Facultad de Ingeniería de la Universidad
de Río Cuarto, para ver nuestros avances e ir encontrando caminos
comunes y consensos. Si habíamos podido crecer, cada Laboratorio
estaría en condiciones de presentar avances, mostrarlos y
compartirlos. Los principales resultados, mostraron la creación
de algún Laboratorio más, y la problemática de otras
profesiones además de la ingeniería, pero sobre todo el avance
decidido de los grupos existentes. Se concluyó que cada región
y cada institución educativa tiene características propias
y una de las tareas de los Laboratorios es captar esa modalidad y
esas demandas para ver como se reflejan en la formación de profesionales
de la zona. Mostró problemáticas y modalidades de inserción
variadas según la profesión y también metodologías
diferentes entre los investigadores, que dificultan los ejercicios
de comparabilidad. Esto es motivo de reflexión entre nosotros
ya que vemos que la iniciativa parte de cada centro académico y
las variaciones metodológicas son bastante importantes, con lo cual
se puede producir una babelización del sistema de estadísticas
creado que impida cualquier ejercicio de construcción de políticas
generalizables. En otros países hay una sólida estadística
de Educación Superior y esto no es preocupante, porque contribuye
a que cada entidad académica produzca los datos que le son necesarios,
pero en nuestro país donde hay una fuerte carencia de estadísticas
sobre el sector y además, las que existen son muy incompletas,
discontinuas y bastante recientes, invertir fondos y esfuerzos en estadísticas
posteriormente poco comparables, no es lo más aconsejable.
De allí, que la utilidad de estos Encuentros parezca entonces
más importante, ya que en este ámbito común se pueden
compartir decisiones metodológicas y problemas de compa-rabilidad
que despuntan como bastante decisivos a la hora de construir programas
y políticas.
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Laboratorio de Monitoreo de Inserción de Graduados (MIG)
Facultad de Ingeniería – UNRC.
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