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Enfermedades
de transmisión sexual: virus del papiloma humano
El HPV (Virus del Papiloma Humano) agrupa a más de 100
tipologías. Llevan este nombre debido a que su característica
común es la de desarrollar verrugas o papilomas -que son tumores
benignos- en diferentes zonas del cuerpo. En este grupo, más
de 30 tipos de HPV pueden transmitirse a través del contacto sexual.
Es una de las enfermedades de transmisión sexual más común:
se estima que una de cada diez personas es portadora del virus y una de
cada cien tiene verrugas visibles.
Si bien en muchos casos no presentan síntomas y suelen desaparecer
con el transcurso del tiempo, algunos HPV permanecen durante años
y pueden generar alteraciones en las células, llegando incluso a
producir diferentes tipos de cáncer.
Entre los HPV transmitidos sexualmente, se encuentran los que producen
verrugas genitales. Estas son tumores o granitos que aparecen en la vulva,
adentro o alrededor de la entrada de la vagina o ano, en el cervix y en
el pene, escroto, ingle o muslo. Pueden ser una o varias, elevadas o chatas,
grandes o chicas. A veces, pueden agruparse obteniendo un aspecto de coliflor.
Suelen ser asintomáticas o producir picazón, ardor o hemorragia.
Formas de contagio
El HPV se transmite a través de la relación sexual, por
el contacto directo de piel a piel. Las verrugas pueden aparecer dentro
de las tres semanas hasta varios meses después del acto sexual con
una persona infectada, o no aparecer nunca. Esto hace muy difícil
saber exactamente cuándo ó de quién se contrajo el
virus.
Cualquier persona sexualmente activa puede contraer el virus del HPV.
Este riesgo aumenta cuando se tienen muchas parejas sexuales. El uso del
preservativo es una forma de protección, sin embargo sólo
protege algunas zonas. Si existen verrugas en una parte no cubierta, existe
el riesgo del contagio.
Puede existir contagio de la madre al niño durante el parto,
aunque las posibilidades son mínimas. Por esta razón, una
embarazada con HPV debe informar al médico sobre su situación
a los fines de tomar los recaudos necesarios.
Cuando ir al médico
A veces, las verrugas están en lugares no visibles, haciendo
difícil su detección. Por esta razón, debe consultarse
al médico:
§ Si se notan crecimientos inusuales, bultos o cambios de piel
en su pene, vagina, vulva o ano o cerca de ellos.
§ Si hay picazón, dolor o hemorragia.
§ Si el compañero sexual dice tener HPV genital o verrugas
genitales.
El HPV puede detectarse a través de un examen físico
en los hombres y un examen ginecológico en las mujeres. Aquí,
los métodos más utilizados son el Papanicolau y la Colposcopía.
Una vez detectado el tipo de HPV, se pueden aplicar diferentes tratamientos
para su control. Estos siempre trabajan sobre las consecuencias, removiendo
verrugas genitales visibles y reduciendo la cantidad de virus, así
ayudan al cuerpo a combatir la infección, que es el único
que puede apuntar a las causas de la enfermedad.
A veces los tratamientos duran hasta seis meses y suelen ser frustrantes.
Sin embargo, aunque no pueden destruir totalmente el virus, permiten debilitarlo
y disminuir la aparición de verrugas.
Una vez finalizado el tratamiento, debe controlarse la zona genital
para ver si las verrugas han aparecido nuevamente. En muchos casos, el
sistema inmune tiene éxito: se considera que si luego de 6 meses
no aparecen nuevas verrugas, el cuerpo tiene el virus bajo control.
Además, debe visitarse al médico periódicamente
ya que un HPV no tratado puede derivar en cáncer. Debido a que este
proceso es generalmente lento, un control periódico permite observar
cambios y controlarlos antes de cualquier complicación.
Algunas recomendaciones
Cualquiera sea el tratamiento a seguir, a continuación se plantean
algunas recomendaciones útiles:
a). Informarse sobre los beneficios y efectos secundarios del tratamiento;
b). Ser paciente ya que el tratamiento es prolongado; c). No usar tratamientos
vendidos para verrugas de manos o pies porque no están hechos para
usar en la sensible piel genital; d). Disminuir los contactos sexuales
durante el tratamiento para evitar posibles lastimaduras y ayudar a que
sane más rápido; e). Realizar autoexámenes periódicos
para controlar la disminución o aumento de las verrugas. f). Si
se inicia una relación, es importante comunicar a la pareja sobre
la tenencia del virus y tomar los recaudos necesarios.
Fuentes: www.obgyn.net; www.fundamid.org.ar; www.cancer.gov |
Cómo prevenir las ETS
- Evitar la promiscuidad sexual.
- Procurar tener relaciones con una sola
persona.
- Fomentar el diálogo y la confianza.
- En relaciones esporádicas, usar
preservativos durante todo el acto sexual.
- Evitar el uso de lubricantes.
- Cuando se mantienen o han mantenido
relaciones sexuales con varias personas, se recomienda
realizar chequeos médicos periódicos.
- Las pastillas anticonceptivas no
protegen de las ETS.
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