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Opinión
Once años de impunidad y terrorismo de Estado

3/11/95-3/11/06. Ya pasaron 11 tristes años de aquella mañana calurosa cuando Río Tercero se transformó en un verdadero escenario de guerra en el momento que los polvorines de Fábrica Militar Río III  explotaron, o mejor dicho, los hicieron explotar. 7 muertos, 300 heridos, miles de autoevaluados, cientos de casas destruidas y 15 mil proyectiles desperdigados por toda la ciudad dan testimonio de una verdadera masacre.
Las explosiones de Río III fueron intencionales, planificadas y dirigidas, así lo determinó la justicia en 2003 mediante peritos especializados. Tenían la intención de ocultar las pruebas de la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador, causa que la justicia increíblemente todavía niega en relacionar con la causa de las explosiones de Río III (lugar de donde salieron las armas).
Éste fue tal vez el peor atentado perpetrado en nuestro país ya que, a diferencia de otros como la AMIA, aquí se produjo en un ente que pertenece directamente al Estado Nacional como es Fabricaciones Militares. Ese mismo Estado que debió tener como máxima responsabilidad  la de proteger a sus habitantes, brindarles seguridad y  contención…
Solamente  hay 6 imputados en la causa y ningún detenido. La etapa indagatoria puede prescribir el año que viene sin que queden imputadas todas las personas responsables. Habría que preguntarse por qué no se sigue investigando cuál fue el grado de responsabilidad que cada persona tuvo dentro de la cadena de responsabilidades: Dirección General de Fabricaciones Militares, Ministerio de Defensa (Erman González-Oscar Camilión) y el ahora senador nacional ex-presidente Carlos Menem.
Los habitantes no sólo de Río Tercero, sino de toda la Argentina no podemos permitir que este hecho quede impune, si no hay justicia, si no se castiga a los culpables lo que ocurrió volverá a ocurrir. Solamente con la participación, organización y  movilización de todos nosotros podremos quebrar los lazos de impunidad y mover esa robusta maquinaria burocrática llamada justicia.
No permitamos que este hecho quede en el olvido, tomemos conciencia, lo que pasó en Río Tercero pudo haber sucedido en Villa María o cualquier otro lugar de nuestro país en donde hubiera Fábricas Militares. Nosotros, habitantes de este país, tenemos suficientes razones como para exigir Justicia, así como el Estado Nacional tuvo 55 millones de razones o 55 millones de dólares disponibles sin objeciones para la reconstrucción de la ciudad.
Por una vida en paz, levantemos las banderas de JUSTICIA y VERDAD.


Gastón Danterre, estudiante  de la UNRC y ciudadano de Río III

 
 
 
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