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Enfermedades de transmisión sexual: herpes genital

Aproximadamente, 1 de cada 1000 personas está infectada de herpes genital, una enfermedad causada por dos tipos de virus cuya transmisión puede producirse vía oral o a través del contacto sexual.
Hay dos tipos de virus del herpes simple: el 1, generalmente relacionado con llagas o inflamaciones en la boca y los labios, y el 2, que afecta los genitales. Cualquiera de los dos tipos puede producir infecciones en el área de la boca o en la zona genital. De acuerdo al sector afectado, la enfermedad recibe el nombre correspondiente.

Contagio y síntomas
El contagio del herpes simple se produce a partir del contacto directo con la zona infectada. Puede contraerse herpes genital durante las relaciones sexuales o mediante el contacto oral a genital. La misma persona puede llevarlo de una parte de su cuerpo a otra si no tiene las manos limpias. 
Una vez que la persona se infecta, el virus se aloja en el cuerpo de por vida. Algunas personas nunca vuelven a tener otro episodio y otras tienen frecuentes brotes durante el año. Estos brotes pueden ser generados por situaciones específicas como una relación sexual, una fuerte exposición solar, las menstruaciones, cambios hormonales o ante situaciones de stress. 
Aunque no existan brotes, el virus permanece latente en el organismo. Puede producirse el contagio incluso cuando la enfermedad parece clínica-mente ausente, de modo que una pareja sexual sin lesiones aparentes puede transmitir la enfermedad. 
Al poco tiempo de contraer el herpes, se puede tener una sensación de hormigueo o picazón en el área genital. Puede haber dolor en las nalgas, piernas e ingle. En el área cercana al lugar por donde el virus entró al cuerpo aparecen pequeñas protuberancias rojas - en los labios vaginales, el clítoris, la vagina, la vulva, el cuello uterino, el ano, los muslos o las nalgas. Estas protuberancias se convierten en ampollas o llagas abiertas. Entre 24 y 72 horas después de que aparecen las pequeñas ampollas, éstas pueden reventarse y dejar lastimaduras dolorosas. A menudo van acompañadas de fiebre, fatiga, dolores y secreciones de la uretra o de la vagina. 
La primera crisis normalmente dura de siete a diez días, pero puede extenderse hasta cuatro semanas si las ampollas se infectan con bacterias. 
Suele suceder que las infecciones por herpes, tanto primarias como recurrentes, no produzcan síntoma alguno. Por lo general, estas infecciones asintomáticas o silenciosas no son diagnosticadas y, por esta razón, el 90 por ciento de las personas infectadas con herpes genital no lo sabe y puede contagiar el virus a otros. 
Otros síntomas posibles son: Ardor, sensación de dolor si la orina pasa por encima de las llagas. Incapacidad de orinar si hay hinchazón porque hay muchas llagas. Ganglios linfáticos hinchados y sensibles al tacto en la ingle, garganta y debajo de los brazos (la hinchazón puede durar hasta 6 semanas). Dolores musculares. Dolor de cabeza. Fiebre. Náusea. Sensación de decaimiento. Sentirse dolorido, como con gripe. 

Tratamiento
Actualmente ningún tratamiento puede curar totalmente el herpes genital, sin embargo existen medicamentos antivirales que suprimen la multiplicación del virus, aceleran la curación de las llagas y disminuyen el malestar. 
Tres son los fármacos antivirales más utilizados: el aciclovir, el valaciclovir y el famciclovir. Estos medicamentos, ingeridos por vía oral son más efectivos que usados como cremas para zonas localizadas.
Mientras se realiza el tratamiento, existen algunas pautas a tener en cuenta para aliviar los dolores: Mantener las llagas limpias y secas.  Usar ropa interior y prendas sueltas de algodón para evitar la fricción con las llagas. Toma baños de agua tibia o fresca. Aplicar por unos minutos, varias veces al día, compresas frescas o bolsas de hielo sobre las lastimaduras.      Beber una cantidad abundante de agua. Descansar lo suficiente. 

Herpes y embarazo
El herpes genital, si no es tratado, puede afectar gravemente la salud de los recién nacidos. Por esta razón, es especialmente importante que las mujeres embarazadas reconozcan los síntomas de esta enfermedad y procuren obtener tratamiento médico inmediatamente si creen que están infectadas. Las mujeres embarazadas también deben informar a su médico si han tenido herpes en el pasado para que pueda tomar las medidas necesarias para proteger al bebé de la infección.

Fuentes: www.tuotromedico.com; www.nacersano.org; www.youngwomenshealth.org; www.cdc.gov

 Cómo prevenir las ETS

- Evitar la promiscuidad sexual.
- Procurar tener relaciones con una sola persona.
- Fomentar el diálogo y la confianza.
- En relaciones esporádicas, usar preservativos durante todo el acto sexual. 
- Evitar el uso de lubricantes.
- Cuando se mantienen o han mantenido relaciones sexuales con varias personas, se recomienda realizar chequeos médicos periódicos.
- Las pastillas anticonceptivas no protegen de las ETS.
 


 
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