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Opiniones
El estrés nuestro de cada día

El estrés es una afección muy común actualmente en nuestro país, y si bien el estrés es una respuesta fisiológica de nuestro cuerpo a distintos estímulos físicos  o psicológicos, pueden en algunos casos de exposición  continua a estímulos estresantes, presentarse daños de magnitud en el organismo .
Aún con mi experiencia de 35 años en el ejercicio de la medicina en Buenos Aires y Río Cuarto, me llama la atención, el proporcional aumento de estrés en diferentes edades, en personas cuyo motivo de consulta son afecciones reumáticas, e incluso cuando se realizan tratamientos de arrugas, celulitis, estrías, flacidez, hipotrofia de masas musculares o en rejuvenecimiento facial y corporal. 
Obviamente que el aumento de la cantidad de personas que padecen estrés, tiene una justificación plena, como consecuencia de la globalización, y más aún en Argentina, donde la sociedad tiene en los últimos años pérdidas de valores morales y espirituales, de afectos, de credibilidad en las instituciones (bancarias a partir del 2001, o gubernamentales con tres presidentes de la nación en una semana), mayor competitividad, precarización laboral, y sensaciones de inseguridad y soledad.
El estrés tiene una respuesta más intensa, cuando el estímulo es impredecible o inescapable, provocando en el organismo ansiedad, miedo, inestabilidad emocional, o dolor, llegando a causar afecciones tales como alteraciones de la tensión arterial, angina de pecho, carencia de menstruación por causa hipotalámica, contracturas musculares en cuello y espalda, depresión del sistema inmunitario que puede inducir a la aparición de cáncer, dermatitis pruriginosa, desinterés en el trabajo habitual ( síndrome de Burnout), dificultad para concentrarse o para respirar, disminución del interés sexual y de la memoria, dispepsia, envejecimiento cutáneo prematuro, eructos, enteritis, fatiga, hiperhidrosis, infarto agudo de miocardio, insomnio, rectitis, sofocación sin estimulación externa, taquicardia, temblor, trastornos de adaptación y de la circulación en aparato digestivo y la retina, úlcera gastroduodenal.
Es frecuente que personas jóvenes o de mediana edad se presenten estresadas, muchas de las cuales padecen del síndrome de Burnout, que se manifiesta con agotamiento emocional, despersonalización, falta de realización profesional, lo cual trae consecuencias individuales tales como: agresividad, aislamiento, ansiedad, apatía, baja tolerancia a la frustación, cambios de humor, conflictos interpersonales, irritabilidad, verbalización escasa, y síntomas orgánicos y organizacionales. Todo lo antes dicho se puede evitar con adecuadas estrategias de intervención a niveles individual y organizacional. Es conveniente destacar que de acuerdo a la competitividad individual existen tres personalidades que reaccionan de diferente manera frente al estrés. 
Con adecuadas técnicas y tratamientos, se puede prevenir y abordar el estrés  con eficacia , enumerando las más eficaces: aminoacidoterapia, antioxidantes, ansiolíticos, aromoterapia, aumento de la resistencia psicológica, dietoterapia antiestrés,  digitoterapia antiestrés, fitoadaptógenos, masoterapia antiestrés, mesoterapia ansiolítica, musicoterapia, neurobioestimulación, psicoterapia, reflexoterapia, técnicas conductuales  cognitivas y fisiológicas, reiki, terapias recreativas,  tratamientos revitalizadores, yoga.


Por médico Raúl Iglesias, docente de Fisiología Animal, Facultad de Ciencias Exactas

 
 
 
 
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