Vigilancia del cumplimiento horario
El vicedecano de Agronomía y Veterinaria pidió
más control para la prestación docente
El vicedecano de Agronomía y Veterinaria, Héctor
Beguet, pidió al Consejo Superior de la Universidad que incluyera
como tema a tratar en la sesión ordinaria del martes la implementación
de un control más riguroso vinculado con el cumplimiento horario
por parte de los docentes, el cual dijo “debiera estar unificado para todas
las facultades” y ser “inviolable y fidedigno”.
De esta manera, el directivo instó a la implementación
de un cambio en el sistema de registro de ingreso del personal docente,
lo cual desató un principio de debate, que promete recrudecer a
la vuelta del receso académico-administrativo de la UNRC. Las cosas
que se escucharon en el recinto fueron las vinculadas con la valoración
de la calidad por encima de la cantidad; la inconveniencia de exigir que
un docente permanezca en su puesto de trabajo por el sólo hecho
de cumplir con una pauta horaria; los registros que serán necesarios
para los casos en los que los docentes tengan que salir al exterior para
realizar trabajos a campo; la posibilidad de establecer un sistema de fichaje
similar al que rige al personal no docente, entre otras.
Por ahora, el Consejo Superior, a instancia del rector Oscar Spada,
se limitó a dejar el documento presentado por Beguet en la secretaría
del cuerpo para su posterior tratamiento y a solicitar a las facultades
información respecto del sistema de control que vienen aplicando.
En su pedido, el vicedecano de Agronomía y Veterinaria señala,
amparado en la resolución del Consejo Superior 181/93, que la prestación
de servicios abarca tanto aspectos cualitativos (reglados por el régimen
de carrera docente) como cuantitativos (cantidad de horas a cumplir). Y,
retomando la resolución del Consejo Superior 070/99, indica que
debe existir un régimen único de control de prestación
de servicio académicos para todos los docentes de la UNRC.
“Sin novedades”
Al argumentar su iniciativa, Héctor Beguet dijo ante los consejeros
superiores: “En nuestra Facultad, desde que nosotros asumimos la conducción,
hemos cambiado el sistema anterior, que consistía en un registro
de firmas, por otro basado en informes de responsables de cátedras,
quienes a la vez deben someterse a los informes de los directores de departamentos.
Pero, la experiencia nos indica que los informes, cuando se entregan –porque
a veces no hay entrega de los informes-, son todos sin novedades. Y no
cabe duda, todos sabemos que algunas novedades hay en el cumplimiento del
personal docente”.
“A los fines de volver a un sistema que sea más confiable y
más controlable, es que hago este pedido y mejor si ponemos un sistema
que sea común para todas las facultades”, agregó.
Beguet remató: “La pregunta es cuánto más le puedo
dar a la institución, pagada por el Estado, cosa que no pasaría
en ninguna empresa privada, si yo en lugar de cumplir las 40 horas –en
caso de ser exclusivo-, eso que a mí me aprueba como carrera docente,
lo estoy cumpliendo en 15 o en 20 horas semanales”. Y acotó: “La
mayoría que cumple, de ninguna manera, se tiene que sentir molesta
porque se ponga un sistema de control que tiene que ser no un cumplimiento
de horario, levantarse temprano, pero a la macana, sino ser un cumplimiento
horario fructífero”. |
Héctor Beguet llamó a cumplir mejor con “Don Estado,
que es el que está bancando la Universidad pública y gratuita”.
Hubo 245 aulas pedidas que luego los docentes no utilizaron
El rector Oscar Spada presentó al Consejo Superior
un informe que da cuenta de un gran número de aulas solicitadas
por docentes que luego no las utilizan. En el documento se indica que en
dos semanas se registraron 245 aulas que fueron pedidas para el dictado
de clases, que no fueron utilizadas. Lo hizo luego de que el estudiante
Emir Pezzini, por entonces consejero superior titular, hoy suplente,
se hiciera eco del reclamo de un grupo de alumnos que debían rendir
un examen y no encontraron aulas disponibles para hacerlo.
Según el escrito presentado por Spada, entre
el 21 y el 24 de mayo en el Departamento de Coordinación de Aulas
y Horarios hubo 128 aulas pedidas que no fueron utilizadas. 37 casos
se registraron en el turno mañana. En dos de ellos, los docentes
se excusaron por haber tenido que tomar parciales en otro recinto, en otro
hubo práctico en el Hospital, se agregan tres partes médicos
y un docente que dijo haber dado la clase en su cubículo. El resto
no justificó la no utilización de las aulas solicitadas.
29 casos son pedidos realizados para las primeras horas, es decir de 8
a 10 y de 8 a 12.
Por la tarde, fueron 91 las aulas que no se ocuparon.
En ocho casos, los docentes avisaron que no las utilizarían y en
once que se cambiarían de lugar. Y en tres casos, los docentes firmaron
como presentes, pero a la hora en que la gente de la Coordinación
de Aulas hizo el recorrido de rigor, no se encontraban dando clases.
Ni avisos, ni excusas
Entre el 28 de mayo y el 1 de junio, fueron 117 las aulas
pedidas que luego no se utilizaron.
En el turno mañana, se registraron 45 pedidos
y sólo en cinco casos se presentaron explicaciones. Dos de las clases
fueron dadas en el Hospital, una en un laboratorio, otra en un cubículo
y en otro caso se agruparon dos comisiones de alumnos. Para los restantes
29 casos, no hubo aviso, ni excusas por parte de los docentes que las solicitaron.
Por la tarde, fueron 89 las aulas vacías, siete
con aviso por parte de los docentes, un caso en el que el profesor no contó
con la presencia de los alumnos, otro que juntó dos comisiones,
un traslado a una sala de video y otro a un laboratorio, y un docente que
firmó y no estaba en el aula. |