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El martes 21 de agosto
Comienza la tercera cohorte de la Maestría en inocuidad y calidad de alimentos

En la Universidad Nacional de Río Cuarto se pondrá en marcha la Tercera cohorte de la Maestría en Inocuidad y Calidad de Alimentos, de la Facultad de Agronomía y Veterinaria. Será el martes 21 de agosto. 

A las 12.30, en el aula magna, se realizará el acto de apertura, con lo cual se dará inicio formalmente a esta propuesta académica de cuarto nivel. 
A las 14.30, comenzará el primer curso de la carrera, el cual estará a cargo del doctor Frederick Ahumada, decano de la Universidad Iberoamericana de Chile. 
La Universidad Nacional de Río Cuarto aprobó en 1993 el dictado de esta maestría, con la participación de docentes de distintas facultades de esta casa de estudios y del exterior. 
La carrera dura tres semestres y está acreditada por la CONEAU desde el año 2003. 
La inscripción está abierta y quienes estén interesados deben efectuar las consultas en la Dirección de Posgrado de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad, teléfono 0358 - 4676219 o en la Secretaría de la Maestría, al teléfono 0358 - 4676416 o por correo electrónico a la dirección: mica@ayv.unrc.edu.ar 

Antecedentes
Esta carrera, de gran interés por su vinculación con el sector agroalimentario nacional, cobra relevancia a partir de los acuerdos de 1994, en los que los 150 países miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC), y que reúne más del 90 % del comercio mundial, establecieron una serie de acuerdos sanitarios, fitosanitarios y de inocuidad alimentaria para el comercio agropecuario y alimentario mundial. Allí, también se estableció la necesidad de adoptar las normas de referencia de los organismos internacionales, el programa conjunto de inocuidad alimentraria de la FAO/OMS, establecidos en el Codex Alimentarius, de la Organización Internacional de Sanidad Animal (OIE) que agrupa a 167 países, tratado internacional cuyo objetivo es evitar la propagación de enfermedades animales y sus productos objeto de comercio. 
Está la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF), que tiene por meta impedir la propagación e introducción de plagas de las plantas y de los productos de las plantas, subscripto por 161 países. Estos y otros organismos establecen los parámetros y referencias que deben alcanzar los países y reunir los agroalimentos, si pretenden participar del comercio mundial. 

Buenas prácticas
Estos acuerdos impusieron la obligatoriedad global de desarrollar sistemas como las Buenas Prácticas Agrícolas y de Manufactura y el Sistema HACCP, entre otros, orientados a lograr inocuidad a lo largo de la cadena alimentaria. Para alcanzar estas metas, además de los sistemas anteriores, se han desarrollado otros como las exigencias de identificación y trazabilidad de los productos y subproductos a lo largo de la cadena productiva, normas internacionales de bienestar animal, análisis de riesgos, estandarización en laboratorios, etc, para promover practicas leales y exigencias similares entre los países e impedir los llamados obstáculos técnicos al comercio, sin bases científicas. 
Por otro lado, una serie de episodios mundiales relacionados con falta o incumplimientos de controles alimentarios, pusieron de manifiesto la necesidad de dar mayores garantías a los consumidores y desarrollar mejores servicios oficiales de control. Los productores y empresas que buscan alcanzar mercados internacionales deben adoptar y aplicar sistemas que les permitan alcanzar estas exigencias de inocuidad y calidad. Nuestro país, por su condición de agroexportador tiene el compromiso de garantizar el máximo nivel de seguridad alimentaria en su cadena productiva y dar cumplimiento a todos los programas mundiales de inocuidad y calidad, si pretende mantener y consolidar esta ventaja competitiva.


Los consumidores necesitan mayores garantías, que resultan del aprendizaje permanente derivado de carreras como la maestría.
 
 
 
 

Comenzó la recuperación del vivero y espacios verdes
Está en marcha el proyecto de “Recuperación y fortalecimiento del vivero de Agronomía y Veterinaria y de los espacios verdes de la UNRC”, impulsado por la Facultad, la Secretaría de Coordinación Técnica y Servicios, la Secretaría de Extensión y Desarrollo y la Secretaría de Bienestar. A tal fin fueron seleccionados alumnos de la Universidad, los cuales percibirán una beca de trabajo de 150 pesos, cumpliendo una carga de 6 horas semanales efectivas en la unidad vivero o en los espacios verdes, y 20 horas destinadas a capacitación. Los becarios y las carreras que cursan se detallan a continuación: María Soledad Aguilera, Educación Especial; César Javier Bartolomei, Ingeniería Agronómica; Lucas Forlani, Ciencias Biológicas / Microbiología;  Juan Ignacio Ledesma, Ingeniería Agronómica; Analía Gabriela Ortolán, Ingeniería Agronómica; Silvia Daniela Vílchez, Medicina Veterinaria.
 
 

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