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 Los
hipermercados en la región
En el contexto macroeconómico
imperante, la llegada de los hipermercados a ciudades medianas ha generado
nuevas situaciones, no siempre positivas. El fenómeno ha provocado
cambios importantes en las estructuras y modalidades de comercialización
e implica para quienes operan en el ámbito comercial, según
indican los resultados de un estudio desarrollado en la UNRC, la necesidad
de aprender a enfrentar los cambios para aprovechar las situaciones favorables
que se producen y disminuir los efectos negativos.
En la Argentina,
a partir de la implementación del plan de convertibilidad, las ventas
minoristas a través del sistema de supermercados y autoservicios
–que actualmente acumulan el 65 por ciento de los expendios- han ido incrementándose
y todo indica que esta tendencia va a seguir en aumento.
La etapa de la estabilidad
monetaria fue la base a partir de la cual las grandes cadenas de venta
comenzaron a reordenar sus posicionamientos y la búsqueda de nuevas
ganancias. Los bajos precios son el más importante factor sobre
el cual estos comerciantes han basado sus estrategias, abandonando la carrera
por las mejoras en los servicios y la calidad de los productos, aspectos
actualmente superados.
Por otra parte, para bajar
los precios se intenta bajar los costos a través de la modernización
logística, la informatización a través de redes satelitales,
el seguimiento del consumidor y el estrechamiento de las relaciones con
los proveedores.
Este estudio ha sido desarrollado
por un equipo de docentes universitarios dirigidos por el Licenciado Hugo
Bressan, de la cátedra de Introducción a la Economía.
Lo que vendrá:
Algunos efectos del desarrollo
del hipermercadismo se pueden determinar:
- Mayor poder de negociación
de los grandes establecimientos en el sistema agroalimentario
- Reestructuración
del sector tradicional y crecimiento del sistema Self –Service
- Aumento de la competencia
entre los grandes y entre ellos y los comercios tradicionales.
- Mayores exigencias
hacia los proveedores por parte de los grandes comerciantes
- Avance en el equipamiento
informático y logístico
Las grandes superficies de
venta fortalecerán sus relaciones con las industrias regionales
y estas deberán fortalecerse en el marco de las negociaciones asimétricas
derivadas de las diferencias de poder en el mercado. En este sentido, el
sector público podrá desarrollar un papel importante, desarrollando
políticas de favorecimiento a los agentes regionales. En el ámbito
regional, el programa Río Cuarto Crece, es un ejemplo de estas iniciativas.
Un factor previsible y de
consecuencia lógica es que la instalación de los hipermercados
afectará cada vez más la distribución de las ventas
de manera tal que desfavorecerá a los comercios tradicionales, no
sólo de la misma ciudad, sino de la región de influencia,
desde donde la afluencia de clientes irá probablemente en aumento.
La mayor incidencia negativa
puede ocasionarse en los supermercados y autoservicios ya establecidos,
sobre todo en el aspecto referido a la variedad de productos y servicios.
Los comercios más pequeños deberían sentir el impacto
en menor grado, ya que difieren en su forma de operar con los clientes
al anotar por libreta (fiado) y fraccionar los productos, entre otros aspectos.
La diaria concurrencia a estos pequeños negocios se fundamenta según
este estudio en la cercanía al consumidor, el fiado y la agilidad
para realizar las compras.
La verdulería quizá
sea el rubro que menos se vea afectado, al tratarse de productos altamente
perecederos y que se adquieren en lugares cercanos al domicilio y con una
frecuencia mayor que el resto de los alimentos.
Un mercado que cambia
El avance del hipermercadismo
o mega-negocio es inevitable e implica un fenómeno diferente al
del supermercadismo. De hecho involucra la comercialización de 30
mil productos contra 6 mil de promedio en los supermercados, además
de una gran cantidad de servicios que sugieren sensación de esparcimiento
y el logro de buenas operaciones comerciales.
Ante las modificaciones
que implica esta nueva situación, la única acción
concreta ha sido desplegada desde la Municipalidad local, que ha emprendido
la realización de conexiones con establecimientos locales y de la
zona, de manera tal que se puedan proyectar sus industrias a través
de las bocas de expendio de estos hipermercados.
Las modificaciones en el
mercado local, desde el punto de vista cualitativo consisten en la sustitución
de ventas desde el sector supermercadista hacia el de los hipermercados.
Desde lo cuantitativo, los nuevos grandes comercios han capitalizado las
ventas que antes se realizaban en el circuito tradicional local y regional,
y han aumentado así casi un 70 por ciento las ventas en esa modalidad
respecto del año anterior.
Por otro lado, se ha producido
una transformación a nivel regional ocasionada por la mayor concentración
de ventas y por otro, una sustitución en la economía informal
por la formal, ya que familias, tanto locales como de la región,
al abastecerse en las grandes firmas dejan de hacerlo en comercios donde
los controles no son de la eficiencia que se puede lograr en los primeros.
En busca de la regulación
Frente a esta realidad,
que implica eventuales cierres de comercios locales y consecuentes pérdidas
de empleo, las dificultades para la regulación desde el Gobierno
local son evidentes. Dentro de las políticas que podrían
adoptarse a nivel municipal para lograr efectos positivos, pero sin pretender
modificaciones sustanciales se podrían mencionar algunas:
- Implementar una tasa
de contribución por la actividad, superior a la vigente que es de
carácter proporcional (y de carácter meramente recaudacional).
- Impulsar el agrupamiento
de los establecimientos tradicionales tras el logro de los beneficios
que de esa manera se podrían obtener, fijando políticas de
acción comunes.
- Aplicar la Ley de Lealtad
Comercial en todos sus términos (para ello se necesitaría
concientizar a funcionarios de las secretarías de comercio de la
Nación y la Provincia). |