CATERVA  
 
“Caterva” aparece por primera vez en 1937 en una edición privada. Es la sexta obra que Filloy publica en la década del treinta y su tercera novela. Novela fundamental y definitiva en el universo literario del autor, fue precedida por “¡Estafen!” (1932) y “Op Oloop” (1934) y constituye la expresión más acabada de su producción hasta ese momento. 
“Caterva” es la novela de la solidaridad. Una solidaridad que se traduce en el sacrificio del “yo” ante el imperio de un  “nosotros” capaz de aquello que un hombre aislado no puede realizar. La solidaridad construye comunidad, reúne bajo el mismo techo y bajo el mismo sueño, y empuja hacia un horizonte común, parece decirnos la novela en el pulso seguro de sus páginas. 
Al mismo tiempo, “Caterva” es, de un modo sutil y generoso, la novela de la apariencia. Sus héroes se muestran ante la sociedad como mendigos deseosos de ayuda para sí mismos, cuando en realidad son ellos los ejecutores de la ayuda que otros recibirán. Este rasgo no deja de sorprender y maravillar,  puesto que ubica al texto de manera feroz en el jugar en que fue escrito: Río Cuarto. Y como sucede con otras grandes obras literarias, es prácticamente imposible separar a la novela de Filloy de su lugar de origen. No es fácil imaginar “Caterva” escrita en otro lugar del mundo que no sea Río Cuarto. 
En esta novela de la solidaridad y de la apariencia, Filloy encuentra una voz narrativa nueva y distinta a la que mostrara en las novelas anteriores. Una voz narrativa que convierte sabiamente a  la sociedad argentina de la década del treinta en su materia narrativa.   
La novela avanza ideológicamente sobre el existencialismo conservador de Arlt en “Los Siete Locos”, a través de una propuesta social basada en la solidaridad. Y anticipa al Marechal del “Adán Buenosayres” al bucear en la proliferación de registros lingüísticos que construyen una coloquialidad verosímil y cotidiana, y al indagar, a su modo, la posibilidad de caracterizar al argentino desde la aceptación de su naturaleza aluvional. Por ese mismo camino, anticipa también otro texto fundamental para la literatura escrita en Argentina: “Rayuela” de Julio Cortázar 
Más allá de los reconocimientos recibidos y de los  numerosos silencios sobre la influencia de “Caterva” o de otros textos de Filloy sobre diferentes escritos y escritores, esta novela  se muestra desde su voluntad de friso social, como una visión crítica de la sociedad argentina de la década del treinta. Y recrea de manera explícita una época oscurecida por la posibilidad cierta de las aventuras totalitarias y la intolerancia, oponiéndoles el milagro efímero y artificial de la unión de los débiles para ayudar a sus iguales, desde la exaltación de las virtudes que constituyen la sangre que corre por las venas de un personaje único, múltiple e irrepetible: la caterva. 

Lic. Hugo Aguilar 

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