Hablar de globalización, de transnacionalización de la economía, de libre mercado, en una región en la que su estructura productiva se asienta en industrias manufactureras, microindustrias, empresas familiares con criterios de gestión cuasi artesanales, nos lleva a repensar los términos que la globalización trae consigo: la eficiencia, el managment, el marketing, la competitividad. No con el objetivo de negarlos, sino con la necesidad de redefinirlos.

Por ello, para hacer referencia a la innovación tecnológica, una primera disquisición, quiénes están en condiciones de innovar? 
Es cierto que de no lograr escala, incrementar la productividad y mejorar la competitividad, el sector microempresario, artesanal, seguirá debatiéndose en las posibilidades de supervivencia. También es cierto que de no modificarse las políticas macroeconómicas el lugar en la historia pensado para las regiones menos articuladas y desarrolladas de los países periféricos tiene un penoso porvenir devenido del libreto que las corporaciones multinacionales han reservado para ellas.

El cuestionamiento anterior hace referencia principalmente a que la innovación, en sentido amplio, no pasa necesariamente por la frontera tecnológica. Sí, al hablar de un país, sí, al hablar del sistema nacional de innovación tecnológica. Pero no al hablar de cuáles son los problemas concretos de nuestra región, de cómo encaminar o re-encaminar un proceso de crecimiento armónico con la necesaria concepción social para que este crecimiento sea desarrollo, y tenga al ser humano como eje, como sujeto de este proceso, de manera que de respuestas a los problemas centrales, que en estos términos sería también generar un contramodelo.

Al hablar de innovación tecnológica hablamos de una expresión de creatividad que contiene las necesidades y los deseos, que se relacionan con las condiciones sociales en las que se produce, la historia, la cultura, la educación, la organización política institucional y la estructura económica de cada sociedad, las que determinan su capacidad de generar y aceptar la novedad. La innovación se presenta como una mejora en las condiciones de vida, o como respuesta a problemas actuales. Es un proceso colectivo, que tiene un impacto en la obsolescencia de los conocimientos, lo que lleva a la necesidad de sistemas de capacitación permanentes.

El desafío consiste en transformar los avances científicos y logros tecnológicos en éxitos industriales y comerciales, para lo cual es necesario conseguir mayores niveles de coordinación entre las actividades, los programas y las estrategias en materia de investigación y desarrollo tecnológico.

El Área de Vinculación Tecnológica tiene dos funciones:
a).Unidad de Servicios para las Unidades Académicas
b).Interfase con el sector productivo, financiero, institucional, etc.

La Unidad de Vinculación Tecnológica -UVT- es un ente constituido para identificación, selección y formulación de proyectos de investigación y desarrollo, transmisión de tecnología y asistencia técnica. Representa el núcleo fundamental del sistema nacional de innovación, aportando su estructura jurídica para facilitar la gestión, organización y gerenciamiento de los proyectos. Las UVT son creadas por la Ley 23.877 de Promoción y Fomento a la Innovación Tecnológica, y se impulsa a través de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, trabaja con recursos del BID y del tesoro nacional, que son operados a través del Fondo Tecnológico Argentino –FONTAR- y el Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología –FONCYT-.

Representan el brazo ejecutivo y el mecanismo de comunicación primario del sistema de innovación tecnológico con las empresas de toda la región y el país.

La Unidad de Vinculación Tecnológica de la Universidad Nacional de Río Cuarto constituye uno de los principales instrumentos utilizados por el Área en el marco de sus estrategias de transferencia de tecnología al sector privado.

Vista desde adentro, el Área de Vinculación Tecnológica representa un instrumento facilitador para el docente, y para el equipo de investigación o la facultad, dado que permite que el docente continúe con su labor, y ofrece la información y las capacidades que contiene para operativizar convenios de vinculación tecnológica y trámites para la gestión de la propiedad intelectual, tanto su formulación como la correspondiente gestión y seguimiento.

Pensar el desarrollo armónico de un territorio implica asumirnos artífices del mismo, en tanto docentes, como áreas técnicas o especializadas y en tanto institución. Por ello, desde observamos a la vinculación tecnológica como un instrumento para el desarrollo regional.

En este sentido partimos de la realidad económica, productiva, social y político-institucional, de las asimetrías, las necesidades, las limitaciones, las potencialidades y las oportunidades, que se sintetizan en los intereses sectoriales; luego, analizamos el funcionamiento institucional, sus prioridades, los procesos, y los productos y, a partir de aquí pensamos la retroalimentación, los vínculos necesarios a establecer para que la institución se integre a su región, como artífice de un proyecto, ya sea porque recepta y organiza demandas de sectores considerados de prioridad, o porque construye sus programas y proyectos en conjunto con los actores sociales y productivos. 

(*) por Germán J. Calvi
Secretaría de Extensión y Desarrollo - UNRC

Detalle de la obra «La industria de Detroit ó Hombre y máquina» de Diego Rivera (Mexico). 1932-1933