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En esta columna intentaremos
establecer una conversación sobre un conjunto de aspectos relacionados
con el rol e impacto de la tecnología en la cultura y la sociedad.
Para ello, los invito a atacar el problema desde distintos frentes: social,
racial, educacional, científico, artístico, religioso, y
compartir con nosotros las distintas visiones que posean al respecto.

La década que termina
ha visto emerger un sinnúmero de nuevas posibilidades tecnológicas,
las que han remecido aspectos profundos de nuestras sociedades. Desde los
Tecnoutópicos, con actores como John Perry Barlow y Howard Rheingold
proponiendo visiones de tecnologías que permitirían nuevas
formas de interacción humana, acercando a las personas y uniéndolas
en una visión compartida del mundo y personajes como Al Gore que
predijo el surgimiento de una «nueva era de democracia Ateniense»;
una sociedad donde la comunicación instantánea y oportuna
pudiera finalmente engendrar una democracia participativa pura a un nivel
jamás imaginado anteriormente, hasta el extremo opuesto, donde distopianos
tales como Clifford Stoll and Mark Slouka sugieren que el mundo on-line
es posiblemente más humo que fuego y muchos otros, fundamentalmente
académicos universitarios, afirman que lo ÚLTIMO que estos
nuevos medios electrónicos es posible que hagan sea el provocar
algún cambio sino que, por el contrario, originándose como
lo han hecho, en contextos políticos, culturales y económicos
fácilmente identificables, ellos tienen más posibilidades
de reforzar las modalidades de desigualdad existente en nuestra sociedad
que de contribuir a la gestación de esquemas más justos e
igualitarios.
Hoy por hoy, a puertas de
un nuevo milenio, es posible observar el surgimiento de los «Tecnorrealistas»,
extraños seres que buscan expandir la fértil región
existente entre el tecno-utopismo y el neo-ludismo... pueden ellos ser
apasionadamente optimistas respecto a algunas tecnologías, escépticos
y desdeñosos de otras.
En cualquier caso, su objetivo
no es ni promover ni desdeñar la tecnología, sino más
bien comprenderlas y aplicarlas de una forma más consistente con
los valores humanos fundamentales.
Los tecnorrealistas pueden
ser vistos como creyentes de la neutralidad de la tecnología.
Para ellos ésta no
es considerada ni mesiánica ni demoniaca, sino más
bien un recurso a partir del cual es posible producir resultados que emergen
de su desarrollo y administración.
La discusión en torno
a la propuesta de los tecnorrealistas apunta su interés a uno de
los aspectos centrales de las discusiones relacionadas con aspectos tecnoculturales:
el tema recurrente de la «realidad».
¿Qué es real?,
¿qué no lo es?, ¿cómo podemos hacer real lo
que no es real? ¿Deseamos realmente hacer eso?
Para bien o para mal, el
inicio del nuevo milenio será forjado por un cúmulo
de nuevas tecnologías asociadas a la comunicación y la información
y por sus dimensiones culturales y administrativas. Es por ello importante
tratar de entender del mejor modo posible las interrelaciones entre las
tecnologías de la información y las comunicaciones y nuestras
vidas personales, profesionales y espirituales. El camino propuesto es
el camino de la conversación global ¿Cuál es el trasfondo
político económico de la tecnología y la cultura?
Las tecnologías no
existen en el vacío, sino en contextos socioeconómicos significativos
y poderosos. Dicen las malas lenguas que en Chile el francés comenzó
a enseñarse masivamente como segundo lenguaje en la misma época
que nuestro país adquirió los aviones Mirage para potenciar
su capacidad de defensa aérea. ¿Habrá sido eso una
simple coincidencia? ¿Será casualidad que estemos hoy conectados
a través de INTERNET, conversando por teléfonos celulares
y saltando continentes real o virtualmente para ir, entre otras cosas,
a gritar por nuestro equipo y delantero favorito? ¿O será
tan sólo un componente más de una maraña de estrategias
y acciones a largo plazo orientadas a la preservación de esquemas
socio-culturales-económicos conocidos por todos y por muchos criticados?
¿Será la anarquía
del ciberespacio tan sólo una realidad virtual creada y fomentada
por «ellos» para «sus» propios fines o será
una realidad «real» que surge desde las entrañas de
un sistema decadente y como un cáncer se propaga empujándolo
hacia el abismo de su auto-destrucción?
Si, parafraseando a A. Toffler,
«Información es poder», parece lógico pensar
que quién posee el control de la información global podría,
a la Orson Wells, poseer el control global. Si a alguien le interesa el
tema, 2025 parece ser un buen número.
Es interesante ver las propuestas
respecto a prioridades y estrategias de desarrollo tecnológico-informático
planteadas por los organismos asociados a Defensa y Seguridad Nacional
tanto en Norteamérica como en la vieja Europa para el primer cuarto
de siglo del milenio que se avecina y aventurar posibles respuestas en
relación a las áreas de investigación que serán
y ya están siendo favorecidas prioritariamente en algunos países
importantes de este nuestro planeta:
“Crecientemente, la utilidad
de la información es medida por su oportunidad así como por
su precisión. Esta tendencia crecerá exponencialmente en
el futuro a medida que la velocidad de la transmisión de datos,
de los vehículos y del armamento aumenta dramáticamente.
Pero dado que la información se convierte ella misma en el arma
preferida, se transformará en una capacidad operacional de primer,
no de último recurso. La información es un arma que es versátil
en
extremo.
Y, por lo tanto, atractiva.
Puede actuar rápida o lentamente, ser letal o no letal, táctica
o estratégica, de corto o largo plazo, limpia y precisa o grande
y «sucia». Puede apuntar a cualquier cosa desde un individuo
hasta una cultura, una región, un país o una religión.
Puede usarse contra alianzas, comunicaciones, logística, gobiernos,
sociedades, sistemas económicos, sistemas de armas o ejércitos,
armadas y fuerzas aéreas. El engaño puede ser más
importante que la negación. Tanto abrumando o corrompiendo los flujos
de información hacia el adversario, como mejorando la propia capacidad
para saber lo que está sucediendo, la información y el conocimiento
son las claves para la competencia exitosa, tanto violenta como no violenta”.
¿Podremos nosotros,
los cibernautas, provocar transformaciones radicales en nuestra sociedad,
o tan sólo estamos participando en un juego con reglas de acceso,
participación y acción pre-establecidas de antemano y controladas
por «otros» y no por nosotros»?... mal que mal, es bien
sabido que la mejor forma de controlar a las masas es hacerles creer que
son ellas las que tienen el control de las situaciones...
¿Existe una cultura
de la tecnología? ... ¿o será mas bien una utopía?
Ahora, más que nunca
en nuestra historia, la tecnología en sí misma se ha convertido
no simplemente en un participante o conductor para la cultura, sino que
se ha constituido en la razón de ser para un amplio rango de prácticas
(sub)culturales. ¿Es esto algo nuevo en la historia de la humanidad?
De ser así, ¿cuál es el significado de este desplazamiento
a lo cibernético?
La propuesta de proyectos
tal como «Posthumanities» igualmente dedicados a la preservación
de la estética artística tradicional como abiertos al crecimiento
y evolución de nuevos medios de hacer arte parecen marcar un ejemplo
de las interrelaciones entre lo tecnológico y lo que tradicionalmente
ha sido considerado como su antítesis.
Las posthumanidades son descritas
como un triángulo, con la humanidad en un punto, la búsqueda
de lo sublime en el segundo y la tecnología en el tercero. Los campos
de estudio entre los arcos resultantes - las humanidades, la cibernética
y la actualización de las máquinas constituyen fértiles
fuentes de desafío tanto desde el punto de vista del pensamiento
como del desarrollo.
Las tecnologías digitales
han ejercido presiones significativas sobre las formas tradicionales y
han posibilitado la emergencia de nuevas formas de artes visuales, de actuación
y música. Laurie Anderson, Emergency Broadcast Network, Survival
Research Laboratories, Haymarket Riot, los distintos participantes en la
serie Beyond the Mind’s Eye, Switched on Bach, THX1138, Death in Vegas
son algunos ejemplos de artistas y proyectos que integran no sólo
nuevas tecnologías, sino, en muchos casos, filosofías de
la tecnología cuidadosamente consideradas. ¿En qué
medida estas nuevas formas desafían las suposiciones tradicionales
en relación al arte y la cultura y en que medida las refuerzan?
Tecnologías y discriminación
Algunos teóricos
han postulado que ciertas tecnologías emergentes, ya sea inherentemente,
o socialmente construidas, favorecen ciertos grupos raciales-demográficos
y discriminan a otros. ¿En qué medida están estas
tecnologías implicadas en la perpetuación de las desigualdades
raciales? y, ¿en qué medida tienen la capacidad de ayudarnos
a superar dichas desigualdades?
Reflexionemos un poco ¿Acaso
la INTERNET surgió como una herramienta para la fraternización
o como un mecanismo de apoyo estratégico a la defensa norteamericana
durante los tiempos en que las dos grandes potencias se dedicaban a acumular
millones en pasivos atómicos con la capacidad de hacernos desaparecer
del Universo varias veces seguidas?
¿Acaso la WWW fue
creada para unirnos a todos o fue concebida para facilitar la comunicación
entre una elite de investigadores en una rama de la Física? ¿Acaso
su auge y masificación fue determinada por consideraciones de beneficio
social o por consideraciones netamente económicas..? mal que mal,
el mercado potencial no deja de ser interesante si uno lo mira desde la
perspectiva de negocios... un millón de tipos comprando un chiche
a un dólar reportan un ingreso de un millón de dólares...
no bad!... como diría un gringo...
Los límites entre
clases sociales son generalmente menos obvios que los raciales, pero estos
límites pueden, según algunos, ser tan poderosos como aquellos
existentes entre grupos raciales socialmente construidos. Es verdad que
la tecnología electrónica y de comunicaciones ha disminuido
sus costos significativamente... pero aún el costo de poder accesar
este E-Zine lo deja fuera de acceso del común de los mortales. Es
cierto... las tarjetas de crédito existen... y también los
créditos automáticos y las liquidaciones por fin de temporada
...pero si ni siquiera los Departamentos de Computación de nuestras
Universidades regionales, por restricciones de recursos, se encuentran
adecuadamente equipados para atender a sus propios alumnos, podemos fácilmente
imaginar la situación tecnológica en ambientes sociales menos
«privilegiados» que nuestros Centros de Enseñanza superior.
Los trabajos de teóricos
como Donna Haraway and Evelyn Fox Keller han proporcionado las bases para
una dramática consideración de las formas en que consideraciones
de género han encasillado el desarrollo de la tecnología,
especialmente en USA, planteando un fuerte argumento contra la idea de
que la ciencia, pura o aplicada, es neutral respecto a los valores.
Los invito a visitar la
casa de software más cercana y observar la oferta de juegos y programas
educativos para computadores. ¿Cuántos de ellos parecen estar
orientados a usuarios varones y cuántos a usuarios del género
femenino?
Nuevas Tecnologías
y Educación. ¿Serán ellas la solución?
En los últimos años
se ha dado un auge de investigaciones en relación a la aplicación
integrada de tecnologías computacionales y de telecomunicaciones
en el ambiente de enseñanza-aprendizaje. La Educación a Distancia
está cambiando de status, ahora casi todo centro de enseñanza
que se respete pareciera debiera estar pensando, implementando u operando
su «campus virtual». El constructivismo y el aprender haciendo
y conversando parecieran ser la panacea en la «Nueva Educación».
Se están cableando
las escuelas e instalando en ellas computadores. Pareciera que nadie quiere
quedarse atrás...
Es necesario subirse en
el chorro de las transformaciones pero... ¿Se ha aprendido lo suficiente
para visualizar las escuelas del futuro en una forma realista y factible?
¿Están claras las implicaciones económicas de tecnologías
como la educación a distancia? ¿Podrán los beneficios
de alcanzar a estudiantes geográficamente distribuidos compensar
las desventajas de la falta de encuentro personal con sus instructores?
¿En qué la
combinación de educación «tradicional» y educación
a distancia o la migración hacia ésta modificarán
la labor de los educadores?
Personalmente, llevo ya
algunos años participando en este juego como alumno, instructor
y diseñador de inciativas y productos para Educación a Distancia
vía Internet y me resulta sorprendente observar cómo, en
distintas partes del mundo, autoridades, académicos y educadores
repiten, casi al unísono, slogans sobre las maravillosas transformaciones
que se producirán en la educación como resultado de estas
tecnologías.
Muchos han sido conquistados
por los cantos de sirena de grupos que han visto en la inserción
de nuevas tecnologías en la educación oportunidades de negocios
insospechadas hasta hace algún tiempo.
Es cierto que tecnologías
como video-audio-textoconferencias, hipermedios, trabajo colaborativo apoyado
por computadores, realidad virtual, tan sólo por nombrar potencial
para impulsar el desarrollo de procesos cognitivos. Pero el problema fundamental
persiste: ¿Constituye realmente la EDUCACION una preocupación
prioritaria en nuestras sociedades? ¿Hasta dónde están
nuestros líderes y quienes los siguen dispuestos a enfrentar el
problema desde sus raíces?
Si la educación es
tan fundamental para el futuro de nuestras sociedades... ¿por qué
los recursos destinados a dicha área son tan escasos y el estatus
de los actores del proceso, los educadores, son tan bajos? ¿Qué
podrá hacer un profesor mal pagado y tal vez desmotivado con un
computador más o menos? ¿Podrá la magia de la tecnología
educativa basada en la computación y las telecomunicaciones compensar
el efecto de ambientes educativos inadecuados y de difícil acceso?
La respuesta no puede plantearse
como una verdad absoluta. La educación mediatizada por la unión
simbiótica de la tecnología computacional y las telecomunicaciones
está aún dando sus primeros pasos. Es difícil exportar
soluciones que parecieran haber funcionado en otros ambientes. Las generalizaciones
respecto a resultados no pasan de ser afirmaciones insustentables ante
un análisis detallado. Necesitamos crear soluciones que sean sustentables
en el tiempo y que sean consistentes con nuestro entorno y restricciones
de recursos y para ello debemos y no tenemos más remedio que experimentar.
Hoy nuestras universidades,
institutos profesionales, centros de formación técnica, colegios,
liceos y escuelas están abriéndose, cada uno a su propio
ritmo a las ofertas tecnológicas. Quienes estamos explorando alternativas
queremos pensar que es posible que, lo que hoy está al alcance tan
sólo de una elite (o, visto de otro modo, de un grupo de conejillos
de Indias), algún día esté al alcance de la mayoría
de los actores del proceso educativo como una opción más
junto a los libros y revistas, al caminar, jugar y compartir.
Los recursos, el tiempo
disponible, la preparación, creatividad y motivación de los
educadores tendrán que hacer el resto.
Los nuevos medios han impulsado
el surgimiento de nuevas prácticas religiosas y espirituales y han
creado simultáneamente nuevas oportunidades y peligros para las
instituciones religiosas tradicionales. Tan interesantes son los nuevos
movimientos surgidos (Zippies, techno-pagans, etc.), como las estrategias
empleadas por los grupos establecidos para compatibilizar sus mensajes
y supuestos con las características de estas nuevas tecnologías.
Tenemos misas-show por la
televisión y televisión sobre INTERNET, podemos confesar
nuestros pecados llenando formularios o chateando con nuestros pastores,
compartir con otros miembros de nuestros rebaños las actividades
de nuestras Iglesias y las maravillas de la creación... Pero me
asalta una duda...
Antiguamente para encontrarse
con Dios «bastaba» abrir el corazón... ahora que nuestras
conexiones dependen de compañías telefónicas, ISP´s,
desarrolladores de browsers, servidores y estándares, ¿estaremos
más lejos o más cerca del Creador?
* «Increasingly,the
utility of information is measured by its timeliness as well as its accuracy.
This trend will increase exponentially in the future as the speed of data
transmission, vehicles, and weaponry increase gramatically. But as information
itself becomes the weapon of choice, it will become an operational capability
of first, not last resort.
Information is a weapon
which is versatile in the extreme and therefore attractive. It can act
quickly or slowly,be lethal or nonlethal, tactical or strategic, short
term or long term, clean and precise, or large and «dirty».
It can target anything from an individual to a culture, region, country,
or religion. It can be used against alliances, communications, logistics,
governments, societies, economic systems, weapons systems or armies, navies,
and air forces. Deception may become more important than denial. Whether
by overwhelming, corrupting information flows to an adversary, or improving
one’s own capability to know what is going on, information and knowledge
are the keys to successful competition, both violent and nonviolent».
(*) por Daniel Campos
Ingeniero Eléctrico
- Chile
Detalle de la obra «R.18»
de Hans Hartung
(Alemania). 1971 |