Entomología
Obreros subterráneos  
 
Aunque parecen todos iguales, entre los cascarudos, como habitualmente se los llama,  hay más de una diferencia que permiten clasificarlos en numerosas especies, que a la vez pertenecen a distintas familias, subfamilias y tribus. Cada una de ellas tiene una función y cumple un rol orgánico en el ecosistema. 
 
 
 
Clasificar ese submundo que pasa casi  desapercibido, ya que gran parte de su ciclo de vida se desarrolla bajo la  tierra, es el objetivo de un equipo de ento-mólogos -especialistas en insectos- de la Universidad Nacional de Río Cuarto, que desde hace más de cinco años vienen realizando muestreos en campos cercanos a distintas localidades del  sur  cordobés. Así es como están realizando en esta región  un relevamiento de la entomo-fauna degradadora, determinando las especies presentes, su comportamiento alimenticio, así como su ciclo reproductivo.
Esta descripción incluye las condiciones de vida de esos insectos,  su nidificación, al tiempo que determinan si sus hábitos son diurnos o nocturnos, además de conocer cómo afectan las actividades tanto del hombre como de otros seres vivos.
Dentro de los grupos que intervienen en la degradación y el reciclaje de la sustancia orgánica, y que según su comportamiento alimenticio,  se clasifican en coprófagos -que se alimentan de excremento-, necrófagos -comedores de carnes en descomposición- y copronecrófagos -que comparten los dos hábitos alimenticios antes citados-, los investigadores universitarios dedican una particular atención a un grupo de insectos denominados escarabajos estecóleros, pertenecientes  a Coleoptera, uno de los órdenes más numerosos de la clase Insecta. 
Los coleópteros o cascarudos poseen el primer par de alas endurecidos, el cual recibe el nombre de élitros. Son cosmopolitas y hasta el momento se conocen  unas seis mil especies, que representan  unos 200 géneros.
«Para conocer la ecología del grupo en cuestión, se comenzó realizando un relevamiento de la subfamilia Scarabaeinae, se confeccionó un  listado de las especies capturadas en diferentes localidades, tanto de la zona serrana como de llanura de esta región sur, y se indicaron caracteres comportamentales, de nidi-ficación y alimentación», explica Estela Monteresino, directora de este proyecto de investigación, llevado adelante en el Departamento de Ciencias Naturales  de la Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales.
En sus trabajos de campo, campañas que en ocasiones duran hasta una semana, los investigadores realizan  la captura de los insectos que les interesa a mano o colocando trampas de diferentes tipos durante el día y la noche, las que son cebadas con excrementos de distintos animales o con carne en descomposición, y otras fabricadas con luz artificial.
Uno de los aspectos más importantes de los escarabajos coprófagos es que colaboran en el proceso de descomposición de las deyecciones animales, fertilizando el suelo y reduciendo las poblaciones de organismos parásitos productores de enfermedades. Estos escarabajos benéficos para las actividades ganaderas no solamente cumplen con la función de utilizar gran parte del excremento bovino para su alimentación y nidificación, sino que también son útiles en la renovación del suelo.

El alimento
Según los aspectos compor-tamentales de alimentación y nidificación, estos insectos se dividen en «enterradores», que son los que realizan túneles  y recolocan el alimento en una cavidad excavada directamente debajo de la masa de excremento y los «rodadores o peloteros», que recolocan el alimento de manera horizontal y lo transportan a una cierta distancia de la fuente antes de enterrarlo. En ambos casos el excremento es fresco, hidratado  y por lo general de ganado bovino y equino.
Un comportamiento de alimentación, distinto a  los antes indicados, es el de los vulgarmente llamados en zonas áridas «toritos o tatangas» -que pertenece al género Glyphoderus-, el cual hace su nido en forma de espiral, con profundidades de hasta 50 centímetros.
En la descripción que los profesionales están llevando adelante se ha detectado  que los escarabajos tienen comportamientos alimenticios diferentes entre sí y que varias especies comparten el mismo recurso nutritivo al usarlo de maneras diversas y en momentos distintos.  En los laboratorios, desde hace dos años, se viene tratando de reproducir en cautiverio el ciclo biológico completo de distintas especies -desde huevo, pasando por larva y pupa, hasta llegar a adulto-. Se lograron reproducir  en estas condiciones los diferentes estados de  Sulcophaneus menela, abundante en esta zona y conocido por su cuerno y élitros verde tornasolado, además de Malagoniella magnífica, común de la zona serrana.
Del material obtenido en los trabajos de campo, en los laboratorios de entomología, una parte es acondicionado, identificado y etiquetado, conservado en la colección entomológica que se está formando en el Departamento de Ciencias Naturales; otra parte se mantiene en terrarios y el resto es enviado a los laboratorios de la Universidad de Palermo -Italia-, centro de investigación con el que se trabaja en conjunto y allí se realizan estudios genéticos.

Equipo de Investigación: 
Director: Dra. Estela Monteresino
Dep. de Ciencias Naturales / Fac. de Ciencias Exactas
Tel: (0358) 4676167 / Email:emonteresino@exa.unrc.edu.ar