|
 Parabienes
de la divulgación científica
Antonio Marín
Ruiz es licenciado en filosofía, se ocupa del área
de comunicación del Vicerrectorado de Investigación y Relaciones
Internacionales de la Universidad de Granada y coordina el proyecto de
la Agencia Universitaria de Noticias “Diálogo Iberoamericano”, conocido
como AUNDI.
Desde allí se brinda
un servicio gratuito de noticias sobre informaciones acerca de investigaciones,
relaciones internacionales e intercambios universitarios del que participan
530 medios de comunicación de quince países iberoamericanos.
La iniciativa es coordinada por la Universidad de Granada y dirigida por
profesionales de ANUIES y UNAM, de México; las universidades de
Costa Rica; Los Andes –Venezuela-, de Buenos Aires, La Habana y Autónoma
de Madrid.
La ciencia y la tecnología
hoy, el rol de los medios de comunicación y la relación entre
la ciencia y el periodismo, son el eje de este diálogo con Marín
Ruiz, quien Además, es profesor de Comunicación en los Estudios
de Relaciones Institucionales que imparte la Escuela Internacional de Protocolo
en colaboración con la Universidad de Granada.
- ¿Qué respuestas
deben estar dando la ciencia y tecnología en el mundo actual?
La ciencia y la tecnología
son parte de la cultura humana. Si se habla de qué respuestas “deben”
dar ha de pensarse, obviamente, en los grandes males que afectan a la humanidad.
Estos pueden ser males que arrastra el hombre por su condición de
especie animal (enfermedades), pero también otros males que ha producido
el propio desarrollo de la ciencia (contaminación, efecto invernadero,
muevas enfermedades, etc.). Ciencia y tecnología deberían
estar al servicio de un desarrollo equilibrado de la humanidad, ... deberían.
- ¿Cómo
intervienen los medios y qué se puede hacer desde la divulgación
científica?
Ya en el siglo XVIII las
gacetas de entonces encontraron que la ciencia “vendía”, suscitaba
un gran interés por parte de los lectores. Se ha caído siempre,
no obstante, en tentaciones obvias: sensacionalismo, novedad, superficialidad
y “globalización”. Es un hecho constatable que venden ciencia, fundamentalmente,
las grandes agencias de comunicación, igual que venden política
internacional, información económica, deporte o imágenes
de cosas curiosas.
Tendría que ir a
una neta distinción entre difusión de la ciencia, hacia los
especialistas en cada materia, y divulgación, hacia el público
en general. Pero haciendo que ésta sea el producto de aquella y
concediendo interés también a la ciencia de la vuelta de
la esquina, la que está más cerca de la realidad cotidiana
del público. Quizá así, con una buena formación
de base, se consiga que aquello que llega al público contribuya
a una mejor comprensión de nuestro mundo.
- ¿Cómo
se articulan la ciencia y el periodismo?
Poco a poco las universidades
y centros de investigación se están dotando de poderosos
servicios de comunicación, capaces de hacer llegar a la sociedad
el sentido de las investigaciones en que se trabaja. Asistimos, además,
a un fuerte incremento de la información que los medios de
comunicación publican acerca de logros científico-tecnológicos,
historia de la ciencia, etc. La articulación, pues, habría
de ir creciendo. El problema está en que “los chicos” lo tenemos
más difícil y nuestra ciencia parece no interesar tanto.
Grave error: para el ganadero del Km. 5 de la carretera que va de su ciudad
a tal otra ciudad es más importante que se divulguen los avances
en investigación veterinaria, que fotos espectaculares de un eclipse
de sol más.
Hay, pues, problemas de
articulación. El trabajo de la prensa, en general, está siendo
muy bueno, es obligación de nosotros, “los chicos”, hacer que nuestra
información llegue.
- ¿En qué
consiste su propuesta de divulgación científica?
La propuesta de un amplio
grupo de profesionales ligados a universidades iberoamericanas de, hasta
ahora, nueve países, es crear una Agencia Universitaria de Comunicación
de nombre “Diálogo Iberoamericano”. El objetivo básico es
mostrar aquello que hacen nuestras universidades, en especial en investigación
e I+D (investigación y desarrollo).
Entendemos que si somos
capaces de hacer llegar información de calidad a los medios de comunicación,
éstos acabarán por prestar más atención a lo
que hacemos en investigación básica y aplicada. Ello redundará
en un mejor conocimiento de lo universitario y en un mayor prestigio social.
- ¿Cuáles
son los principales problemas a los que se enfrentan?
La lista real sería
interminable, la confesable tiene sólo algunos puntitos:
-primero nos enfrentamos
a las distancias. El correo electrónico es una gran ayuda, pero
no soluciona todo. Las personas que creamos el proyecto de Agencia nos
hemos visto en persona a lo sumo una vez y durante poco tiempo, hubiera
sido necesario trabajar juntos algún tiempo. Trabajar en el sentido
más rutinario: seleccionar temas, hacer entrevistas, redactar, contactar
con los profesionales de los medios de comunicación, etc.
-consecuencia directa de
no haber podido discutir en persona es el hecho más problemático:
no contamos con un manual de estilo común. La intuición nos
dice cuál es a la mayor parte de los que empezamos a trabajar, pero
¿cómo explicar esa intuición a alguien -de una nueva
Universidad- que quiere sumarse a la Agencia, que no ha participado en
un debate que mantenemos vía correo electrónico desde hace
un año?
-en relación con
lo anterior, es muy difícil aplicar a cada caso real los criterios
que nos hemos dado para la selección y redacción de las noticias.
-que nuestra información
llegue a los medios de comunicación supone tener buenos contactos
en los medios para puedan valorar un producto nuevo: información
universitario-científica de nueve países. Nuestra fuerza
y nuestra debilidad es ésta.
-el proyecto AUNDI no es
para mañana; es cierto que ya estamos sacando boletines y que éstos
llegan a cientos de direcciones electrónicas de universidades y
medios de comunicación, pero el objetivo es a medio y largo plazo.
Necesitamos uno o dos años de rigor en el trabajo. No sé
si todas nuestras instituciones académicas están en condiciones
de entender y de apoyar este esfuerzo.
-obviamente, la dificultad
mayor son los medios: necesitamos llevar adelante los proyectos de información
para prensa escrita, radio y TV, “llenar” la página Internet ya
creada, ampliar los contactos a través de directorios más
amplios, crear un “estilo” en la forma de elaborar los boletines
informativos, etc. Todo esto exige medios, una redacción central
y redacciones regionales (por áreas de países).
- ¿Tiene mercado
la ciencia y la tecnología en la prensa?
Sin duda. Un ejemplo definitivo:
encuestas realizadas en Japón, Canadá y la Unión Europea
demuestran que (con ligeras oscilaciones) el público valora por
debajo de 35 la información política o la deportiva, en una
escala de 1 a 100. En esas mismas encuestas la información científico-tecnológica
pasa siempre de 70 y llega, en el caso de la medicina, a 80 puntos. Ello
explica la aparición en revistas especializadas o la inclusión
de suplementos sobre ciencia en los grandes diarios, etc.
Ciertamente he citado el
caso de los países más desarrollados, no creo que la situación
sea diferente entre el público lector habitual de los países
menos desarrollados económicamente.
- ¿Cuál
cree que será el futuro del periodismo científico?
El periodista científico
argentino Enrique Belocopitov afirma que desde los 10 años no siente
ningún interés por el fútbol, a pesar de lo cual,
y muy a su pesar -valga la redundancia- sabe hasta qué desayunó
tal o cual jugador. Sin llegar a ese extremo -propio del mundo de panem
et circensis en el que vivimos y viviremos- en no mucho tiempo el periodismo
científico ocupará espacios que ni soñamos.
Le pongo un ejemplo muy
simple: En la ciudad en que vivo, Granada, hay un solo diario local, en
el último año ha insertado seis veces en primera página
-al menos a tres columnas- información científica originada
en la Universidad de Granada. Nunca antes había pasado esto. ¿Qué
ha sucedido? Les llega más información científica
desde la Universidad, hay un par de redactores que se interesan por esa
información, algunos de los temas son muy actuales (sequía,
perspectivas del turismo). Y lo mejor de todo fue el tratamiento de la
información: bastante riguroso. |