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¿Cuál es el rol del Estudiante
en la Investigación?
por Patricio Carezzana
y Cristian Santos *
La respuesta a este interrogante
debe referirse, en primera instancia, a la investigación en sí,
esto es, a la búsqueda de respuestas científicamente válidas,
que lleven a la profundización de ciertos temas a través
del fortalecimiento teórico del investigador durante el mismo proceso.
Así, desde esta óptica personal consideramos que la investigación
en estudiantes no tiene la existencia suficiente ni el abordaje adecuado.
Claro, ello es una manifestación
de una situación problemática bastante más amplia,
cual es la crisis a nivel teórico en la ciencia, y siempre atendiendo
a la que a nosotros nos ocupa -y preocupa-, la Economía en las Ciencias
Sociales. Una de sus aplicaciones teóricas consiste en guiar la
realidad mediante la utilización de ciertos indicadores; sin embargo,
gran parte de ellos se refieren a una realidad que deja de lado aspectos
verdaderamente insoslayables, dejándonos una visión fragmentada,
producto de la escisión entre la teoría y la acción.
Paradójicamente, se termina analizando una realidad poco “real”,
pletórica de virtualidades.
El ojo científico
en la Economía adquirió la celeridad de la época,
lo que lo llevó a tener un norte fijo: predecir situaciones futuras.
Para alcanzar ese objetivo se ha adquirido una precisión y justeza
cuantitativa como nunca antes, aunque no por ello debe atacarse la predicción
(per se) en esta ciencia. Así, quienes estudiamos Economía
no debemos dejar de tener presente, al enfrentar la investigación,
la necesidad del abordaje teórico. Es decir, asumir esta actividad
no como nos la presentan, un ejercicio monótono y uniforme de gestionar
lo existente, sino en su verdadero y único sentido, unida a la noción
de discusión, cambio y transformación del debate teórico-conceptual.
La exigua experiencia en la materia de quienes escriben, por exigua no
ha dejado de ser suficiente para arribar a esas conclusiones.
Para finalizar, la propuesta
no debe ser “preocuparse menos” por predecir el comportamiento de una determinada
variable macroeconómica, por ejemplo, sino “ocuparse más”
en profundizar teóricamente dicha variable y lo que con ella se
relaciona.
(*) Alumnos de la Facultad
de Ciencias Económicas, se desempeñan como auxiliares de
investigación en el Instituto de Desarrollo Regional. |
 La
ceremonia del iniciado: investigar, crecer y volver a empezar
por Claudio Asaad*
Cuando comencé a cursar
mis estudios de postgrado me vinculé más directamente
con el campo de la investigación. La lectura de autores clásicos
y la reflexión y discusión con mis compañeros de cursado
acerca de los alcances de algunas propuestas teóricas para el abordaje
de problemáticas de interés mutuo, me fue mostrando
como la misma realidad social y cultural donde vivíamos empezaba
a ser un complejo entramado de interrogantes y de explicaciones:
se modificaban y sucedían obligándonos a revisar continuamente
nuestras primeras observaciones sobre los fenómenos sociales más
cotidianos e inmediatos. La propuesta era fascinante: investigar para conocer,
para proyectar resultados, para saber más, para comprender.
La adquisición
de un lenguaje que incorporaba conceptos nuevos para decir
y traducir en palabras lo que aparece de significativo en nuestra indagación;
el temor de no saber como delimitar los alcances de una problemática
que pretendemos develar y el vértigo final al sentir
que nuestras conclusiones poco se parecen al descubrimiento que soñábamos
realizar, son etapas que median entre conflictos internos y cierta inseguridad
que se suman al diskette que se dañó y la impresora que se
quedó sin tinta justo en la última página del informe.
A pesar de todo esto, con el tiempo fui tomando conciencia
de lo importante que ha sido y es para mí haber comenzado a formarme
en esta actividad. Más allá de las razones profesionales
o las exigencias institucionales trabajar en investigación me ha
ayudado a encontrar certezas en las relaciones de la teoría con
la práctica y a comprender como se construyen el conocimiento y
las argumentaciones en el campo específico de mi especialidad.
El ejercicio de investigar
no parece tener fin y su objetivo se vive como un acercamiento
hacia algunas certezas, dar vuelta la hoja y volver a empezar; por
eso un elemento importante a la hora de comenzar a trabajar en esta área
es contar con el apoyo de un equipo de personas que nos orienten en nuestras
lecturas, formulación de problemas e inquietudes epistemológicas
que necesitamos aclarar y resolver para seguir adelante. En este sentido
he tenido la suerte de contar con el apoyo de la directora de mi tesis
doctoral quien junto a mis colegas del equipo de investigación
a su cargo me ayudan a salir adelante en esos momentos en que
la bibliografía que nos prestan, un artículo que nos
sugieren revisar o el enriquecedor aporte de una mirada crítica
y experimentada sobre nuestros escritos se torna indispensable.
Entiendo que este punto
es clave para quienes recién se inician en el camino
de la investigación científica. El apoyo a los alumnos
o colegas en este sentido es imprescindible. La realización
de tareas grupales y la mutua colaboración son el contexto
de contención necesaria para que la motivación y el interés
por este tipo de trabajos persista. Sólo resta, y no es poco,
que nuestras universidades e instituciones de financiamiento a la
investigación implementen mejoras a los programas destinados
a impulsar el trabajo científico, no sólo como una exigencia
más de la labor docente sino como una apuesta al crecimiento
profesional y a los cambios que a partir de los resultados obtenidos
se puedan proyectar a diferentes sectores sociales.
(*) Mgter. en Multimedia
y Telecomunicaciones |