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Contaminantes ambientales e infertilidad
por Luis Losinno*
En junio pasado, se desarrolló
en la ciudad de Estocolmo, el XIV Congreso Internacional de Reproducción
Animal. Uno de los temas centrales en las Conferencias Plenarias,
la relación entre los contaminantes químicos ambientales
y las alteraciones reproductivas en machos, fue desarrollado por el Dr.
Rao Veeramacheneni, del Laboratorio de Reproducción Animal y Biotecnología,
Departamento de Fisiología, de la Universidad Estatal de Colorado,
USA. El siguiente articulo esta basado en el reporte original de
la conferencia Deteriorating trends in male reproduction: idiopathic or
enviromental?, D.N. Rao Veeramacheneni, Animal Reproduction Science 60-61
(2000),121-130 y en comunicaciones personales del autor.
En los últimos 50
años, las alteraciones reproductivas reportadas en el hombre han
aumentado significativamente. Esto incluye una disminución
progresiva en la calidad seminal y un aumento de hasta 4 veces de cáncer
testicular, el más frecuentemente reportado en hombres jóvenes
occidentales y un incremento en la demanda clínica de disfunciones
sexuales, que revelan que la prevalencia de estos problemas es más
alta que lo que se creía. En los animales domésticos,
debido a diferencias inherentes a los sistemas de producción que
limitan la vida media de los animales destinados a faena, o a maniobras
como la castración sistemática, los datos comparativos disponibles
son menores. De todos modos, el relativamente corto tiempo en que
estos fenómenos se han manifestado poblacionalmente, lleva a pensar
en causas ambientales más que genéticas como determinantes
de estos cambios.
Gran cantidad de sustancias
químicas del ambiente, incluyendo fármacos corrientemente
utilizados, son capaces de ejercer en el organismo acciones semejantes
a hormonas reproductivas y consecuentemente alterar directamente el eje
neuroendócrino-gonadal. Estrógenos y otros esteroides
similares han sido implicados como agentes causales de criptorquidismo
(una falla en el descenso testicular al escroto), cáncer testicular,
disminución en la producción espermática y otras patologías
testiculares.
Existen evidencias muy fuertes,
que una importante cantidad de productos con características químicas
semejantes a hormonas- pesticidas, alquilfenoles, ftalatos, subproductos
de la purificación de aguas, fitoestrógenos y micotoxinas
estrogénicas-, han sido encontrados en alimentos envasados, agua
de bebida, lagos y océanos. Sorprendentemente, hay muy pocos
datos o estudios sobre los efectos que estos contaminantes pueden ejercer
sobre la niñez o los períodos tempranos del desarrollo y
sus consecuencias sobre la vida adulta. En muchos casos de disfunciones
sexuales, como la posible causa y el efecto están separados por
un período muy largo de tiempo, resulta muy difícil hacer
asociaciones etiológicas y clínicas sustentables, por lo
que el desarrollo de modelos experimentales en animales se plantea como
una alternativa para el estudio de estos fenómenos.
En el trabajo citado, se
describen tres alteraciones el Carcinoma In Situ, la Digenesis Acrosomal
y las Disfunciones Sexuales sobre las cuales existen evidencias experimentales
que las asocian a contaminantes ambientales comunes.
Carcinoma in situ
En 1972 Skakkebaek acuñó
el termino Carcinoma in situ (CIS) para describir un tipo celular atípico
de células germinales en humanos (células CIS), que luego
resultaban en tumores germinales. Este tipo de tumores no son estrictamente
carcinomas por lo que también se los ha denominado neoplasias testiculares
intraepiteliales o neoplasias intratubulares germinales.
La alta frecuencia de estas
celulas CIS en hombres infértiles y en casos de cáncer testicular,
sugerían un factor etiológico común. Varios
compuestos estrogénicos ambientales tales como fitoestrógenos
o productos sintéticos como hidrocarburos clorinados o alquilfenoles
han sido asociados a estos fenómenos, pero el mayor obstáculo
para demostrar estas hipótesis ha sido la falta de un modelo animal
experimental.
En 1998, el Dr. Veeramacheneni
fue el primero en reportar dos casos clínicos en animales subfértiles
que presentaban células CIS semejantes a las encontradas en humanos,
pero de causa desconocida. A partir de estos casos, desarrollaron
un modelo animal en conejos, en los que indujeron lesiones similares exponiéndolos
durante su gestación o primeras semanas de vida a :
- octilfenol, un agente
químico estrogénico comúnmente usado en las industrias
de cosméticos, lubricantes, detergentes, etc.
- p,p´ –DDT un antagonista
de receptores de andrógenos, con una vida media de 50 años,
usado como insecticida a pesar de estar prohibido su uso en países
occidentales,
- zeranol, usado habitualmente
como promotor del crecimiento en animales destinados a faena.
Aunque la frecuencia
de alteraciones varió entre los diferentes productos, todos indujeron
patologías asociadas a la presencia de células CIS.
En otro experimento, se expusieron conejos durante la gestación
a ftalatos, utilizados mundialmente en la industria del plástico
y por lo tanto un contaminante extremadamente generalizado, lo cual produjo
alteraciones en el descenso testicular y patologías de la próstata
y glándulas bulbouretrales.
La migración y el
descenso testicular, la diferenciación de células germinales
y células somáticas especializadas y el inicio y mantenimiento
de la espermatogénesis son eventos fisiológicos que requieren
un delicado equilibrio de hormonas tróficas y regulatorias, especialmente
durante la etapa gestacional y la infancia. Cualquier imbalance hormonal
causado por factores endógenos u exógenos puede alterar estos
procesos de manera irreversible y, sobre todo, manifestar signos en la
etapa adulta.
Disgenesis acrosomal
El acrosoma del espermatozoide
cumple un rol fundamental en el delicado proceso de la fertilización
del ovocito y cualquier defecto en su estructura o función puede
resultar en subfertilidad o esterilidad. Durante los últimos
tres años el Laboratorio de Reproducción de la Universidad
de Colorado evaluó 55 padrillos subfértiles. De ellos,
52 (95%) presentaron marcadas alteraciones del acrosoma al examen por micoscopía
electrónica de transmisión. Idénticas alteraciones
fueron observadas por los mismos investigadores en :
- conejos expuestos durante
la gestación a octilfenol,
- conejos expuestos durante
la gestación y la infancia a contaminantes del agua de bebida comunes
en áreas industriales (arsénico, cromo, aluminio, benceno,
cloroformo, fenol y tricloroetileno),
- ratas recién nacidas
expuestas a tricloroetileno,
- ratas expuestas a ácido
dibromoacetico, un subproducto de la desinfección del agua.
Disfunción sexual
La inhabilidad para copular
o disfunción copulatoria es una de las causas de mayores rechazos
de reproductores en animales domésticos. Si bien es considerada
una alteración que puede obedecer a causas multifactoriales, inclusive
psicogénicas, existen evidencias que algunos contaminantes ambientales,
aun a muy bajas concentraciones pueden inducir estas alteraciones.
En un ensayo experimental
con conejos expuestos durante la gestación o primeras semanas de
vida a contaminantes comunes del agua de bebida o subproductos de la desinfección
del agua como los descriptos anteriormente, o a vinclozolin, un fungicida
ampliamente utilizado en Europa en agricultura y horticultura, la mayoría
de los animales tratados versus controles no tratados, manifestaron un
completo desinterés sexual frente a hembras receptivas o presentaron
disfunciones eyaculatorias.
Conclusiones
Hasta el presente, las evidencias
experimentales indican que muchos contaminantes ambientales comunes pueden
producir alteraciones reproductivas permanentes en animales domésticos
y de laboratorio, con lesiones o patologías similares a las encontradas
en el hombre. Uno de los mayores obstáculos en el estudio de estos
fenómenos, es el hecho que posiblemente los daños ocurran
en etapas tempranas del desarrollo y se manifiesten después de la
pubertad. El uso de modelos animales experimentales puede ayudar
a demostrar estos hechos con evidencias científicas y con ello contribuir
a prevenir estas alteraciones prohibiendo o limitando el uso de contaminantes
ambientales.
(*) Departamento de Producción
Animal,
Facultad de Agronomía
y Veterinaria, UNRC |
 Los
agroquímicos y la agresión al medioambiente
por Ing. Agr. Carmen
Olmedo *
Los avances del conocimiento
científico, en agricultura, industria y medicina, hicieron posible
que la población creciera en forma considerable, mucho más
que la producción de alimentos, generando un problema grave; la
falta de alimentos cuya cantidad está directamentamente relacionada
con la superficie de tierra útil, para los cultivos y sus rendimientos.
La capacidad productiva
de los suelos está limitada al empleo de prácticas
que maximicen los rendimientos, la agricultura moderna, se ha valido de
la tecnología, el uso masivo de pesticidas sintéticos derivados
de los hidrocarburos, clorados o no, para el control de plagas,
ha producido efectos nocivos para el medio ambiente.
Estas sustancias en general
son muy persistentes y resisten a la degradación por los microorganismos
del suelo, muchos de ellos se ven afectados e inhiben su actividad por
largos períodos, los agroquímicos son poco solubles en agua,
se adhieren a los tejidos de las plantas, se acumulan en los suelos y contaminan
las aguas subterráneas, y cuando se volatilizan, se dispersan por
todo el mundo, contaminando áreas a grandes distancias de las regiones
donde fueron aplicadas, llegando a zonas vírgenes y árticas.
Esto ha contribuido a que se acelere la erosión de los suelos, hemos
llegado así, a una situación donde se debe tomar conciencia,
que agredir el medio ambiente es poner en peligro la sobrevivencia
de las generaciones futuras. Ante esta situación tan crítica
cabe preguntarnos:
¿Cómo
hacemos para incrementar los rendimientos, sin profundizar la problemática
actual, donde cada año es necesario aumentar las dosis de fertilizantes,
herbicidas y pesticidas?
Una respuesta,
es la posibilidad de usar microorganismos , como inoculantes, que
en estos últimos años han sido muy estudiados y se
ha comprobado que son capaces de estimular el crecimiento y rendimientos
de los cultivos,por mineralización de sustancias orgánicas,
producción de hormonas, fijación biológica de nitrógeno
y solu-bilización de fosfatos, es decir que favorecen la nutrición
mineral de los cultivos y podrían llegar a reemplazar parcialmente
a los fertilizantes. Otras producen antibióticos ó
inducen resistencia a patógenos en plantas y podrían
reemplazar tambien parcialmente a los pesticidas y últimamente se
estan investigando bacterias que podrían ser empleadas contra insectos.
Este grupo de bacterias reciben el nombre de PGPR, bacterias promotoras
del crecimiento vegetal, que estan demostrando una actividad mas amigable
con el medio ambiente.
(*) Microbiología
Agrícola
 ¿Natural
es sinónimo de bueno?
por Ing. Agr. Beatriz
Szpiniak*
Desde que el hombre dejó
de
ser nómade para ser sedentario comenzó la agricultura. Cuando
los frutos que recolectaba o los animales que cazaba no le fueron suficientes
para la subsistencia de su familia, tuvo que sembrar y criar, ese fue el
comienzo de la domesticación.
Los productos provenientes
de cultivos que hoy son consumidos masivamente por el hombre derivan de
plantas silvestres. ¿Son mejores para la alimentación humana
los que crecen en estado salvaje o los mejorados?
LNuestros antepasados del
Neolítico, sin conocimientos científicos, fueron cambiando
lo que ahora se conoce como “natural”. Todos los alimentos que comemos
fueron modificados, aunque estemos hablando de un pollo orgánico
o de un simple tomate, cosechado en nuestra huerta. Ambos tuvieron su origen
en especies silvestres que el hombre domesticó y seleccionó
luego. Las técnicas culturales también son modificadoras.
El arar, regar, podar, fertilizar (aunque sea con residuos orgánicos)
modifica lo que se pretende sea natural.
¿Cuándo y quién
demostró que lo natural es bueno y lo que construye el hombre, producto
de su inteligencia, es malo?
En la naturaleza existen
miles de especies que poseen sustancias tóxicas. Algunos de esos
compuestos pueden ser drogas, que se pueden usar en beneficio o en perjuicio
de nosotros mismos. En determinadas dosis curan, en otras matan.
El tan preciado pan se elabora
con harina de trigo. Pero el trigo es una especies que surgió por
cruzas entre diferentes especies, en forma natural. El hombre continuó
esta labor de la Naturaleza y a través del conocimiento científico
introdujo genes de otras especies para obtener nuevas características.
Y así nos encontramos por estos días con plantas con genes
de bacterias o de animales y animales clonados, y nos preguntamos es esto
bueno?, es esto natural?
No hay algo bueno o malo
en sí mismo. Todo depende de cómo se use y en qué
oportunidad. Alguien puede dudar de lo beneficiosa que es el agua, indispensable
para la vida? Pero también el agua puede ocasionar desastres, como
los que estamos acostumbrados a sufrir.
No tengamos miedo a los
cambios, a lo que el hombre es capaz de transformar. Los científicos
trabajan y aportan nuevos conocimientos para una mejor calidad de vida
de la sociedad. El cómo se usen estos conocimientos depende de los
controles que la misma sociedad debe exigirse a sí misma. Con los
adelantos científicos que se fueron generando podría haber
alimentos para todos los habitantes de nuestro planeta. El despilfarro,
la ostentación y el ansia de poder no permiten que así sea.
(*) Prof. Asoc. Genética
Facultad de Agronomía y Veterinaria - UNRC |