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 Nuevo
prototipo para siembra directa de granos finos
En la Universidad Nacional
de Río Cuarto se desarrolló una máquina de labranza
conservacionista para siembra directa de granos finos, que en su fase de
experimentación ha dado resultados superadores de los conseguidos
con los sistemas de labranza y siembra convencionales

Es un prototipo de mucho
menor peso que los que se comercializan en plaza, que contribuye al control
de procesos erosivos y con el cual se consigue una adecuada penetración
en distintos tipos de suelos, con diferentes cantidades de rastrojo, para
la colocación de semillas y fertilizantes.
Este equipo, conseguido
por un grupo de investigadores de la Cátedra de Maquinaria Agrícola
de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, se destaca porque, mediante
la transferencia de peso dinámico, permite la penetración
necesaria de los sistemas a cuchillas y discos de los kits de siembra y
fertilización, sin necesitar para ello contrapesos, como en las
restantes máquinas de siembra directa.
Agricultura sustentable
Al referirse a la perfomance
de esta invención, los investigadores aseguran que su uso es propicio
en la región centro sur de Córdoba y en otras con suelos
similares, ya que es muy susceptible a los problemas de erosión
eólica e hídrica y contribuye a controlar en grado manifiesto
estos problemas.
El ingeniero agro-mecánico
Miguel Principi, director del equipo de trabajo que desarrolló
esta herramienta entre 1990 y 1995 -experimentada hasta el presente y presentada
en numerosos congresos-, explica: “procuramos aplicar los criterios de
la agricultura sustentable, que permiten proteger el suelo de los problemas
de erosión eólica e hídrica, tratando de mantener
como mínimo los niveles de producción de los cultivos respecto
del sistema convencional, en el transcurso de los años”, a la vez
que destaca que “esta máquina sirve para la implantación
de granos finos y pasturas, pero también es adaptable para granos
gruesos”.
En el marco de esta investigación,
se han realizado experiencias con trigo, centeno, soja y alfalfa.
Principi, junto a su equipo
de investigadores, trabaja en sistemas de siembra directa y labranzas reducidas
y comenta que la “máquina es diferente porque permite, mediante
una transferencia de peso, lograr que los órganos que tienen problemas
para penetrar en el suelo -que son los de apertura de la faja de siembra
y la de fertilización- reciban un peso dinámico, que se transfiere
de la parte posterior de la máquina hacia la parte delantera, lo
cual hace que sea mucho más liviana respecto de las que se comercializan
en el mercado”.
Por su escaso peso, el tránsito
de esta herramienta compacta menos el suelo, a lo que se agrega el menor
costo de esta máquina y la menor potencia necesaria para su arrastre.
El equipo está constituido
por dos ruedas para ser transportado; una lanza de vinculación al
tractor y, como toda máquina de siembra directa, posee los órganos
de apertura de la faja de siembra, donde va a caer la semilla y los correspondientes
órganos donde se colocará el fertilizante, a un costado
de la semilla, línea de por medio. Al poner el fertilizante
en esa posición, o sea cada dos líneas de siembra, se logra
disminuir el número de cuchillas y, por consiguiente, el peso necesario
para lograr su penetración.
El tren de siembra está
constituido por una cuchilla del tipo dura flute, escotada o turbo, según
convenga, luego va un disco doble para la colocación de la semilla,
con ruedas limitadoras de profundidad y una rueda de cierre de surco.
Para el fertilizante se
utiliza una cuchilla ligeramente inclinada, también con una rueda
reguladora de profundidad, para colocar el fertilizante a un costado de
la semilla, evitando de este modo que la dañe.
La lanza está articulada
y tiene un cilindro hidráulico intercalado entre el chasis y ésta,
de forma tal que cuando la máquina ingresa al predio para sembrar,
las ruedas posteriores se levantan completamente y todo el peso de
la herramienta descansa sobre las cuchillas, que van a abrir los surcos
para colocar la semilla y el fertilizante. El sistema permite acortar el
cilindro hidráulico que está montado sobre la lanza, para
hacer la transferencia de peso hacia la parte delantera, donde están
colocadas las cuchillas y, de esa forma, facilitar la penetración
de la herramienta en el suelo.
La transmisión para
el sistema de siembra se toma de una rueda auxiliar que va siguiendo las
irregularidades del suelo, mediante un resorte, de modo que en todo momento
se garantiza que la máquina esté entregando la semilla y
el fertilizante necesario para lograr una eficiente implantación
de cultivo. Además, y como esta rueda se levanta al desclavar la
máquina, se eliminan los embragues de accionamiento de los distribuidores
de semillas y fertilizantes, lo cual implica un menor costo de adquisición.
Se vienen realizando estudios
desde hace más de 25 años
Esta línea de investigación
comenzó en la Universidad en el año 1972, con un programa
que se llamaba “Diseño y experimentación de equipos y sistemas
de labranza y siembra compatibles con la conservación del suelo”.
Desde entonces hasta hoy se han diseñado varios prototipos,
de mínima labranza y siembra directa, uno de los cuales es esta
máquina para siembra directa de granos finos, que ha despertado
el interés de investigadores y especialistas de la ingeniería
rural y la agro-industria.
Los investigadores
han comprobado la penetración en el suelo, la uniformidad, la profundidad
de siembra y la colocación del fertilizante, a la vez que han realizado
ensayos comparativos con otros sistemas de labranza y siembra convencionales.
Sobre distintas cantidades
de rastrojo previamente picado se consiguió, como resultado del
accionar de esta máquina, una correcta penetración de los
dispositivos de apertura de la faja de siembra, sin problemas de atoramiento
y con las semillas y el fertilizante ubicados en su posición adecuada,
producto de lo cual se ha destacado el número de plantas nacidas
y la eficiencia de siembra, que no difieren respecto de los sistemas convencionales.
Como
última acotación el ingeniero Principi comenta que en el
VI Congreso Internacional de Ingeniería Rural (CADIR 2000), realizado
recientemente en Buenos Aires, se presentó el trabajo de investigación
referido a este prototipo, el cual fue seleccionado por el Comité
Organizador, por su originalidad y nivel científico, para ser publicado
en el libro “Avances en Ingeniería Agrícola“, editado por
la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires
(ISBN 950-29-0593-8). “Esto nos reconforta, por un lado, por el protagonismo
de nuestra Universidad a nivel nacional e internacional y,
por el otro, porque se premia el esfuerzo de un grupo de trabajo integrado
por docentes y no docentes”, concluyó el investigador.
El equipo de
la Cátedra Maquinaria está integrado por los ingenieros Miguel
Angel Principi, Ricardo Mattana, Osvaldo Cardinali y Juan Colodro. |