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Reapertura de la carrera de Trabajo Social

El rector Ruiz destacó que “hoy es un día de triunfo para la educación pública” y “para las universidades nacionales”.

25 de Marzo de 2014 - Este martes en el campus se llevó a cabo el acto de reapertura de la Carrera de Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Humanas, que fuera cerrada por disposición de la dictadura de 1976. La carrera se comienza a cursar nuevamente este año en las aulas de la UNRC para lo cual se han inscripto para primer año 190 aspirantes. La propuesta de reapertura de la carrera fue promovida oportunamente por Enrique Grote, César Quiroga y Cecilia Maurutto.

El acto fue presidido por el rector Marcelo Ruiz junto a la decana de la Facultad de Ciencias Humanas, Gisela Vélez, el vicerrector Javier Salminis, el vicedecano Pablo Wehbe y altas autoridades del Rectorado y de la Facultad, alumnos y docentes de la carrera, más público en general.

El rector Ruiz al hacer uso de la palabra dijo: “Hoy es un día importante de festejo para el conjunto del sistema educativo público nacional, para el conjunto de las universidades públicas nacionales. Creo que esto significa un triunfo de la educación pública y representa un triunfo popular. Gracias a todos los que hicieron este trabajo para que esta reapertura fuera posible”.

Luego presentó un discurso con un alto contenido teórico donde citó diversos autores y expresó varias ideas. Sostuvo que “tiene un carácter simbólico altísimo la reapertura de esta propuesta educativa que fue silenciada por la última dictadura cívico-militar. Y estamos aquí presente porque es la vida que triunfo sobre la muerte. Es la memoria, la memoria viva, como dice nuestro amigo Zito Lema y Estela Barnes de Carlotto, la que pone en tránsito el dolor hacia a la esperanza. Quisiera recuperar el carácter importante que el pensamiento crítico tiene y particularmente en relación con esta propuesta educativa, pensamiento crítico que no da cuenta solo en los textos sino que da cuenta también de los procesos de transformación social”.

Agregó que “el intento de la dictadura civico-militar de provocar el silencio a través de la muerte y también el neo-liberalismo de los noventa, la continuidad de la propuesta de la dictadura, querían quitarle el valor alto que tiene esta unión entre la teoría y la práctica, unidad que es indisociable. Conocen ustedes en Humanas la frase de Marx, los filósofos decían que había que interpretar el mundo y ahora hay que transformarlo, en una interpretación muy profunda de la relación entre subjetividad y mundo. Es decir que estamos ante la dialéctica que la transformación es condición de posibilidad para conocer la realidad, de lo real surgen categorías como el plusvalor, el estado, poder, política y otras. Y una vez integradas a las teorías lo real ya fue modificado”.

“Creo que es importante la enfática sobre las teorías que tenemos que considerar como punto de partida jamás como punto de llegada. Es importante contar con una teoría sobre el capitalismo en su dinámica global que nos sirva de teoría de las transformación social que contiene a la anterior que tiene como gravitante las tesis que en primer lugar el capitalismo supone la alienación economicista, la economía en general se ha convertido en un fin en sí mismo y domina al conjunto de los procesos sociales. Quisiera enfatizar que el capitalismo real no es mercado, el poder en el capitalismo está más allá de los mercados, en el capitalismo real la conflictividad de clases, la política, el estado y las lógicas de acumulación del capital son inseparables”, señaló.

También reflexionó que “hoy estamos aquí porque en la Argentina hubo un construcción colectiva y un sujeto que disputó la emancipación, que pudo resistir en la década del treinta, que pudo construir un estado de bienestar en la década del ’50, que pudo dar cuenta de la resistencia luego del golpe del ’55, que pudo dar cuenta de una universidad emancipatoria en los ’60 y los ’70, que pudo generar los procesos de resistencia durante la dictadura militar al interior de las cárceles, por fuera de las cárceles, sosteniendo justamente la posibilidad de construir esperanza y la construcción colectiva de la organización y de la subjetividad”.

Indicó el Rector que “esta propuesta educativa tiene una historia, miren ustedes que historia, que son cristalizaciones de un pasado humano que debemos conocer para que la práctica social no sea gratuita y creo que también debemos considerar a la ideología y al sentido común para establecer esa relación entre teoría y práctica en cuanto a la interpretación de los procesos de reproducción simbólica y material en la sociedad y por ende poder comprender la construcción de los procesos de poder popular. En este sentido en la dictadura militar hubo coerción del estado pero en la década del noventa el poder se maneja desde el consenso hegemónico en el sentido gramsciano. Aricó dice la hegemonía no es automatismo, sino que se logra mediante la organización política consciente”.

“Por antinomia nosotros pueblo argentino, y de la patria grande también, podemos construir hegemonía y podemos contribuir al proceso de la dirección consciente de una sociedad que esté asentada en la justicia social y en la justicia ambiental. Como intelectuales debemos asumir la política de construcción de la contra hegemonía en determinado momento de la historia. Este es un debate que no es simple que en América Latina implicó recuperar el estado, estoy planteando el Movimiento Zapatista, que pone en cuestión la relación del estado con la sociedad, luego Tony Negri”.

VICE DECANO

Por su parte, el vice decano de la Facultad de Ciencias Humanas Pablo Wehbe dijo que “de alguna manera estos temas recurrentes como la memoria, el olvido, tienen mucho que ver con algo que está tan cargado de simbolismo, ayer 24 de marzo y hoy en este acto en la universidad pública, libre, gratuita, demuestra que se puede apostar a la vida. Dice una canción: “Si la historia la escriben los que ganan eso quiere decir que hay otra historia”, la verdadera historia. Quien quiera oir que oiga, busquemos las palabras en el silencio y la voz de la gente se oirá siempre. La muerte prueba que la vida existe. No recordamos los nombres de los que decidieron el cierre de la carrera, no recordamos los nombres de los que decidieron que los profesores era prescindibles como profesores y como humanos. Sin embargo se recuerdan los nombres de los profesores y de los estudiantes que apostaron al sueño de cambiar la sociedad”.

“El 24 de marzo del ’76 se da un duro golpe contra el pueblo argentino que se convirtió en una masacre, el golpe fue una política organizada, integrada a un movimiento que se sucedió uno a uno en América Latina para intentar acallar al pueblo. Desde los principales centros de poder se decidió la persecución militar del pueblo asesinando. Este golpe del ´76 apuntó a desorganizar y devastar los sindicatos, las villas, las universidades con el objetivo de frenar un proceso social de lucha que se venía gestando en la sociedad y que la dictadura buscó cortar de raíz. La conducción de la economía mandó a la pobreza enormes porcentajes de la población. Ninguna de las propuestas que venía bregando por una sociedad más justa quedaría como por ejemplo la carrera de Trabajo Social. Los militares propiciaron un marco legal para las universidades donde se propicia la profesionalización, el experto, pero así se renuncia a la participación política manifestada por las dificultades para interpelar y tender puentes con otras realidades”, destacó Wehbe.

Y remarcó: “En las universidades el cierre de carreras se perfeccionó junto con el sistema de cupos para el ingreso para disminuir la matrícula universitaria, acotar el egreso, para hacer más manejables estos espacios de críticas y de transformación, la educación universitaria pasó a verse más como un servicio y no como un derecho social que es la proclama histórica de la defensa de la universidad según la Reforma de 1918”.

El secretario Académico de la Universidad, Claudio Asaad, reseñó que “ha llevado muchos años de trabajo, no solo a este decanato de la profesora Gisela Vélez sino también al del profesor Grote, no solo en la definición del plan de estudio sino en el perfil. Esto se enmarca en la política nacional y también de nuestra Universidad. Esto es un homenaje a su historia, a la libertad y, como dijo el rector, a lo que significa la educación popular. Esto implica una movilización intelectual desde el campo social”.

En tanto, Angélica Paviolo, presidente del Colegio de Profesionales de Trabajadores Sociales de Córdoba, sostuvo que la reapertura “es un acto de reparación histórica y responde a las necesidades locales de intervención en lo social con la respuesta de formación académica que la región no tiene. Acompañamos este proceso de construcción colectiva, desde Córdoba y a través de nuestra delegación en Río Cuarto. Añadió que “faltan las palabras para reconocer el trabajo que ha hecho la UNRC en tan corto tiempo para la reapertura”.

DEPARTAMENTO DE PRENSA Y DIFUSIÓN