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Secretaría Académica UNRC/268ªColación de grados

Firme defensa de la educación pública en la primera colación de grado del año donde recibieron diplomas 120 nuevos profesionales

22 de Febrero de 2019 - Este viernes, en sendas ceremonias llevadas a cabo en el Aula Mayor, recibieron diplomas 120 flamantes graduados de la Universidad Nacional de Río Cuarto: 38 de Agronomía y Veterinaria, 14 de Ciencias Económicas, 17 de Ciencias Exactas, 45 de Ciencias Humanas y 6 de Ingeniería.

El rector Roberto Rovere presidió las ceremonias acompañado por el vicerrector Jorge González y altas autoridades de las facultades y del Rectorado de la casa de estudios local.

Por las autoridades hablaron la decana y la vicedecana de la Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales, Marisa Rovera y Marcela Daniele.

En nombre de los graduados hicieron uso de la palabra Gabriela y Luciana Colombino, en el acto matinal, y Carlota Eguizabal lo hizo en la ceremonia vespertina.

Los discursos destacaron el empeño y la perseverancia que surcan los años de carrera para recibir el anhelado diploma, el relieve de la educación pública para el desarrollo y el compromiso que contribuya a mejorar la vida en los contextos donde toque desempeñar la profesión.

Fue la 268ª colación en la historia de la UNRC, que cuenta con más de 20 mil graduados desde su fundación el 1 de mayo de 1971.

Como viene sucediendo en las últimas ceremonias, les fueron entregados diplomas a quienes concluyeron carreras a través de Potenciar la Graduación, programa de Secretaría Académica vehiculizada a través de las facultades por medio de la cual se apoya a quienes las habían abandonado con un 30 por ciento o menos de sus estudios pendientes.

También recibieron diplomas quienes participaron de un programa con el cual la Facultad de Ciencias Humanas ofrece la Licenciatura en Educación Física en Villa Dolores.

El rector Rovere tomó juramento a los 120 graduados, quienes asumieron el compromiso de defender la vida, los derechos humanos, el medioambiente, con respeto a la Constitución Nacional y trabajando en pos de una sociedad más justa e igualitaria, con una actitud ética y solidaria. Rovere recordó el compromiso de los graduados con las personas, con las instituciones y con toda la sociedad.

El aporte artístico estuvo a cargo de Matías Targhetta, del Departamento de Arte de la Secretaría de Extensión de la Universidad, quien al piano interpretó las obras de artistas locales El andén y A su tiempo.

Evocación, compromiso y porvenir

En su alocución, ante familiares y amigos de los graduados que compartieron con ellos la dicha, la decana Marisa Rovera, dijo que “hoy es un día de fiesta” en el cual el diploma que se pasa a recibir en el estrado entre aplausos simboliza la labor que la institución despliega “con el objetivo de brindar educación de calidad, pública y gratuita”.

Rovera invitó a los 120 nuevos profesionales a evocar el camino estudiantil recorrido, “una de las etapas más lindas de la vida”, que “seguramente ha estado lleno de gratos momentos, de alegrías, noches de estudio, broncas, frustraciones, y el inolvidable abrazo cuando salieron de su último examen”. Acotó que “obtener un título universitario es un motivo de orgullo y también una obligación a futuro, durante el ejercicio de la profesión, la obligación de devolverle a su familia y a la sociedad el esfuerzo que realizaron para que pudieran estudiar en una universidad pública”.

En términos de compromiso con la sociedad, la decana de Ciencias Exactas aseveró que desde la UNRC se mantendrá el de “brindar una educación de calidad y defender de manera incondicional la universidad pública y gratuita; y para ello, esperamos contar con la participación de todos ustedes; para sostener y defender una Universidad investigadora, reflexiva, humanista y solidaria; una Universidad que sea el lugar de la crítica, la autocrítica y la honestidad intelectual, el lugar donde se valora el diálogo y se respetan las diferencias, que nos ayudan a superarnos y a crecer; en fin….., una cultura universitaria y una educación superior transformadora; la educación que pueda ayudarnos a imaginar y construir caminos nuevos, hacia un mundo con más justicia, libertad y verdad”.

La decana afirmó que la Universidad brega para acompañar a los estudiantes “en el arduo proceso de descubrir y construir” y retomó al educador Paulo Freire en cuanto a que “enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción”.

Otra de las manifestaciones de la profesora Rovera con miras al futuro de los egresados fue que “a lo largo de sus vidas podrán modificar muchas cosas, quizás tengan trabajos muy diferentes o abandonen relaciones personales impensadas, pero no van a poder dejar de ser profesionales”.

Hacia el final de su mensaje, agradeció la presencia de sus familias en las ceremonias pues ellas impartieron “la primera educación, la preescolar. Creó hábitos, fue núcleo de contención, instaló modelos y apoyó vocaciones”.

Bien común y apoyo familiar

“En alguna ocasión, Nelson Mandela dijo que ‘lo que importa en la vida no es el mero hecho de que hemos vivido, es la diferencia que hemos hecho en la vida de otros”, recordó la vicedecana de Ciencias Exactas, Marcela Daniele.

Amplió el concepto estimando que “lo que determinará el sentido de las vidas que vivimos, lo que va hacer la diferencia en sus vidas y en el mundo, es que salgan a la calle, que hagan cosas, que se muevan, que busquen, que indaguen, que generen y que aprovechen las oportunidades sin traicionar lo que los define, sus valores”.

Instó a los graduados a que no traten “de conseguir el trabajo perfecto o de tener la vida perfecta, como dijo alguien alguna vez “lo perfecto es aburrido, y los sueños no son reales”, así que hagan, salgan al mundo y transfórmenlo para que cuando alguna vez estén acá parados como estoy yo ahora, y se dirijan a los futuros graduados, sientan que el recorrido desde hoy y hasta ese día valió la pena”.

Daniele planteó a los nuevos profesionales que la obtención del diploma “ocurre en un tiempo en el que es necesaria una nueva síntesis que refleje los valores permanentes de la humanidad, los que hacen a la dignidad del hombre y que, a la vez, permita la concreción de los objetivos del nuevo tiempo”.

“Mi deseo es que cada uno encuentre su camino para asumir hacia el futuro el rol protagónico en sus respectivas profesiones y hacer crecer esos talentos. Y recuerden…. que la clave del proceso de la educación constante, con verdadero compromiso social, consiste en poder desarrollar toda la potencialidad personal por el bien común”, agregó.

La vicedecana dijo también que los graduados “pueden mirar con satisfacción el pasado, pues han superado todos los obstáculos y han vivido experiencias que los han conducido a este momento feliz; ahora, lo más importante es poner la mirada en el futuro. Si los profesores de esta casa de estudio hemos inspirado en ustedes el deseo de seguir aprendiendo, de unir la práctica con la investigación, de ser sujetos críticos, con valores éticos y ser sensibles y comprometidos para fortalecer la trama social, creo que hemos logrado un gran objetivo”.

Les pidió a los egresados que “actúen con libertad, voluntad, pasión y desempeño ético” y que tengan presente “que esta casa de estudios siempre está dispuesta a cobijarlos”.

Educación y fortaleza

Gabriela y Luciana Colombino, quienes fueron abanderadas de la Facultad de Ciencias Humanas, hablaron por los graduados a la mañana.

Se remontaron al primer día de su ingreso, “una tarde calurosa de verano” en la que tras “20 minutos de viaje” en un “colectivo repleto, llegamos a la universidad”. “Parecíamos insignificantes entre la multitud de jóvenes que había en el anfiteatro” y “pensamos que íbamos a ser solo un número”, añadieron.

“El compromiso y la dedicación de los docentes nos demostraron lo equivocadas que estábamos”, dijeron minutos antes de recibir el diploma, preciado elemento que da la pauta de que “cumplimos un sueño”.

Las comunicadoras sociales están seguras de que “la educación es el arma más potente para cambiar el mundo”, frase del líder sudafricano Nelson Mandela, factótum de la lucha contra la discriminación en Sudáfrica, país que presidió tras 27 años de cárcel.

Las hermanas Colombino avizoraron que “comienza una etapa mucho mejor”, para la cual desean a todos quienes se van del campus con un diploma “mucho éxito”. Asumieron que para ello será menester aplicar “valores, creencias y actitudes que nos han inculcado”. Expresaron la importancia de mantener el vínculo con la universidad y de continuar bregando por la “educación pública, gratuita y de calidad”.

Por último, citaron al boxeador que en la película Rocky encarnó Sylvester Stallone, quien sabía que “no todo es color de rosa” y que “la vida te pondrá de rodillas si es que tú la dejas”. Por eso “lo importante es ser capaz de resistir sin tirar la toalla”.

Finalmente, agradecieron a familiares y a “todos los que nos acompañaron porque han sido fundamentales para este logro”.

Seguir luchando por la educación pública

En el acto vespertino habló por los graduados Carlota Eguizabal, quien recibió el título de Profesora en Educación Especial, y sostuvo que estos lugares que fueron nuevos para mí como la Universidad, esas nuevas experiencias cuando llegue, los nuevos compañeros y los profesores, que muchas veces cruzo cuando estoy en el campus, “me ayudaron a crecer” con los conocimientos tanto en mi carrera como en la vida”.

Y destacó: “Agradezco a mi familia, a mis amigos, a los profesores y lo que más agradezco es la posibilidad que me dio la Universidad de lograr este título. Y por eso les pido que sigan luchando por la educación pública. Muchas gracias a todos”.

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