Comunicado junto a Fórum Infancias

Preocupación del Observatorio de Derechos Humanos por la situación de niños y adolescentes

17 de Abril de 2019 - Río Cuarto, abril 2019

“...Es honra de los hombres proteger lo que crece,

Cuidar que no haya infancia dispersa por las calles…”

Hay un niño en la calle - Armando Tejada Gómez

Desde el Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Río Cuarto y el Forum Infancias queremos manifestar nuestra preocupación por el deterioro general de la calidad de vida de niños, niñas y adolescentes, en particular de nuestra ciudad y región evidenciado en problemáticas de educación, salud y salud mental. Atribuimos estas problemáticas a la pobreza, hambre y desnutrición derivadas de las políticas públicas, la reducción del presupuesto destinado a la población infanto-juvenil y la situación económica, social e institucional de nuestro país.

En consonancia con la ley nacional de salud mental, consideramos que la íntima vinculación entre las condiciones mencionadas y la constitución del sujeto, pone en riesgo de manera alarmante el desarrollo presente y futuro de nuestras infancias y adolescencias.

Según datos de Unicef (marzo 2019) “un 42% de los niños, niñas y adolescentes viven bajo la línea de pobreza (5,5 millones de chicos y chicas) y un 8,6% vive en hogares que no alcanzan a cubrir la canasta básica de alimentos. Por su parte, el 48% de los niños, niñas y adolescentes sufren al menos una privación en sus derechos básicos y fundamentales”.

La Ley 26.061 de protección integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes sancionada en el año 2005 en nuestro país, establece un cambio paradigmático en tanto define al niño como sujeto portador de derechos que el estado debe garantizar a través de políticas públicas universales. Establece a las familias como el ámbito privilegiado para asegurar el desarrollo infantil, y le reserva al Estado la responsabilidad de asegurar las condiciones sociales y económicas necesarias para que éstas puedan efectivamente hacerse cargo de sus hijos. Sin acceso a la vivienda, a un trabajo y salario dignos, difícilmente los adultos puedan ofrecer un marco de seguridad material y afectiva, como tampoco favorecer la capacidad de soñar y construir un proyecto futuro, cuando lo que prima es la urgencia e inmediatez que la realidad impone.

En los últimos tiempos observamos desde las políticas de estado una disminución y subejecución del presupuesto destinado a las infancias y adolescencias, así como también políticas activas violatorias de sus derechos, como por ejemplo el anteproyecto de ley recientemente ingresado al congreso nacional de “responsabilidad penal juvenil” donde el adolescente pasa de ser víctima de la injusticia social, a ser considerado victimario por las faltas cometidas y que son consecuencia de la desprotección y desigualdad del sistema político económico.

El Consejo municipal de niñez y juventud de la ciudad de Río Cuarto, en su pronunciamiento respecto a la situación de la niñez en la ciudad (8 de octubre de 2018) manifiesta su preocupación en el mismo sentido que aquí planteamos y destaca en función al trabajo de cada una de las organizaciones e instituciones que lo conforman, algunos aspectos a considerar, entre ellos:

● Un aumento en el índice de vulneraciones de derecho relacionado a la educación, salud y alimentación.

● La precariedad de las condiciones de trabajo de los recursos humanos en los servicios de protección de derecho y la necesidad de ampliar los equipos técnicos para el abordaje de situaciones emergentes.

● La inestabilidad de políticas públicas que abordan la promoción y protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.

● Las partidas presupuestarias de los organismos de gobierno son insuficientes para el funcionamiento y aplicabilidad de políticas públicas que garanticen el acceso a los derechos.

Quienes estamos cerca de la infancia, no podemos estar ajenos a lo que tantos niños padecen. Es un deber ético fundamental del adulto la protección integral de la infancia, y el procurarle la construcción de un proyecto de futuro promisorio.

Por lo anteriormente mencionado manifestamos nuestra preocupación y señalamos esta situación como de emergencia y gravedad, y creemos que es necesario y urgente incrementar los esfuerzos personales y colectivos con el fin de denunciar, investigar, difundir y trabajar mancomunadamente para transformar esta realidad, creando herramientas en pos de generar nuevos mundos posibles que tiendan a garantizar el ejercicio pleno de los derechos de nuestras infancias y adolescencias, a 30 años de la convención de los derechos de los niños.

Observatorio de Derechos Humanos de la UNRC

Fórum Infancias

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