24M: Memoria, Verdad y Justicia

Porque no hay verdad sin justicia, ni justicia sin memoria como capacidad constructora de un mundo de iguales en la diferencia. A 48 años del genocidio en Argentina, el Observatorio de Derechos Humanos de la UNRC reivindica: NUNCA MÁS.

La Educación Superior como derecho y de carácter inclusiva se recupera como tal con el regreso a la democracia (1983), ya que la dictadura cívico militar del 76 secuestró, torturó y mató de modo sistemático en la ciudadanía a docentes, no docentes y estudiantes universitarias/os; canceló carreras de grado y posgrado; estableció cupos y aranceles para instaurar una universidad para pocos, de selectividad. No es indiferente este momento de la historia, sino por el contrario, habilita a la reflexión y necesaria memoria activa en pos de pensar a las universidades como derecho colectivo y responsabilidad ciudadana, donde el acceso a las políticas públicas, las políticas universitarias y académicas sea un campo de atención y fortalecimiento (Badano, 2022).
La educación en Derechos Humanos, en la segunda mitad del siglo XX, asume para América Latina y el Caribe ejes claves como el restablecimiento del ejercicio de la ciudadanía, la defensa y consolidación de las democracias después de la vivencia del horror de los proyectos dictatoriales. 

En sentido amplio, los Derechos Humanos abarcan una multiplicidad de campos disciplinares –derechos sociales, políticos, culturales, ambientales, sexuales y reproductivos, lingüísticos y comunicacionales– y conforman un extenso campo de formación e intervención profesional que no debería desconocerse o ignorarse en los espacios educativos. Por otra parte, el conocimiento de la historia reciente y la recuperación de la memoria son ejes transversales de la formación académica y profesional (Abratte, 2019).

En coherencia de que todavía existe una profunda distancia entre el reconocimiento de los DDHH y su ejercicio, resulta importante afirmar que en medio está el Estado en sus múltiples manifestaciones para construir las condiciones necesarias para su efectiva actuación. Y la universidad, en tanto usina de conocimiento y agente del estado, asume un rol fundamental en este proceso. 

El desafío de la educación pública en general, y de la Universidad en particular, se encuentra en una encrucijada donde debe bregar política y culturalmente para construir un curriculum académico que apunte a lograr mayor densidad democrática. Y este logro último es posible al ratificar:

  • Memoria, verdad y justicia ante el genocidio perpetrado por la última dictadura cívico militar (1976-1983): 30.000 desaparecidas y desaparecidos, ¡presentes!
  • Defender, sostener presupuestariamente el carácter inclusivo y diverso para nuestras universidades públicas, gratuitas y de calidad.

 

Referencias bibliográficas:

  • Abratte J.P. (2019). Educación Superior y Derechos Humanos: reflexiones, apuestas y desafíos. En Derechos humanos y educación superior. Paraná: Editorial Uader.
  • Badano, Rosario (2022). La educación superior como derecho. Debates estructurales y apuntes para una agenda. Conferencia pronunciada en el IX Encuentro Nacional y VI Encuentro Latinoamericano sobre Ingreso Universitario, San Luis, 28 de marzo.

 




Observatorio de Derechos Humanos
Universidad Nacional de Río Cuarto