Inscripciones
La Universidad Nacional de Río Cuarto tiene su propio centro educativo de nivel inicial. Por estar ubicado en el centro de la ciudad de Río Cuarto, está al alcance de toda la comunidad.
Cuenta con diez salas que funcionan cinco en cada turno: dos salas de 3 años (roja y anaranjada), dos de 4 años (verde y amarilla) y una de 5 años (azul).
Un total de 36 personas trabajan para que nuestro jardín sea un espacio educativo saludable en todas sus dimensiones: diez docentes de sala, cuatro docentes de áreas especiales, dos docentes tareas pasivas, diez docentes auxiliares becadas, estudiantes de la licenciatura en Educación Inicial, dos profesionales que conforman el equipo de orientación, dos no docentes y el equipo de gestión conformado por directora y vicedirectora. Además, cuatro personas de la cooperativa de trabajo “29 de Mayo” se encargan de la limpieza y el orden de la institución.
En el año 1970, con el nombre “La Calesita”, se crea nuestra institución, como departamento de aplicación del profesorado dependiente del Instituto Raúl B. Díaz. En 1975, pasó a depender de la UNRC, primero de la Facultad de Ciencias Humanas y posteriormente, de la Secretaría de Bienestar. En el año 1981, nuestro jardín cambia de nombre por el que lleva en la actualidad: “Rosario Vera Peñaloza”. Funcionó en distintos lugares de nuestra ciudad, siempre en el radio céntrico, en las calles Mitre, Alvear y donde hoy está ubicado: General Paz 1141.
Con sus cuarenta y seis años de recorrido educativo, nuestro jardín fue creciendo y se incluyeron a lo largo del tiempo otras áreas con el objetivo de ampliar la oferta educativa: Música, Educación Física, Inglés y Computación.
El jardín es el resultado de construcciones colectivas, protagonizadas por un grupo de profesionales de la educación infantil con ideas transformadoras. Paulatinamente, se fueron sumando más docentes en esta aventura educativa. A partir de innumerables encuentros, de permanentes reflexiones, lecturas profundas y discusiones constructivas, se llegó a acuerdos sobre temas que décadas atrás no formaban parte de debates pedagógicos en las instituciones educativas.
Nos preocupa y ocupa un modo de enseñar que trascienda lo curricular, con contenidos que se asomen al aula a través de propuestas ricas y novedosas que inviten al aprendizaje, al juego y promuevan la imaginación. Donde los conocimientos previos cobren importancia pero a su vez, sean transformados y enriquecidos con otras propuestas con sentido, desprovistas de lo obvio y del espontaneísmo.
Donde la búsqueda de diferentes soluciones se origine a partir de la riqueza de la interacción con los pares, del intercambio de ideas y experiencias, con la mirada, orientación y acompañamiento docente, donde el niño se integre al mundo sensible, racional y la acción misma. Aspiramos e intentamos brindar al niño la oportunidad de expresarse de diferentes modos, de apropiarse de muchas formas de conocimiento reflexivo, crítico, cuestionador, creativo, que tenga el sentido funcional para que le sirva en la búsqueda de soluciones.
Un conocimiento de valor estético para que tenga la riqueza y belleza del saber en sí y para sensibilizarlo frente a lo que lo rodea, a otras formas de vida, con respeto hacia la naturaleza, la empatía por el otro.
El marco de libertad que caracteriza a nuestra institución, permite a los/as docentes generar propuestas variadas, auténticas, pensadas en tiempo presente para propiciar la construcción de capacidades y favorecer las conquistas que los/as infantes necesitan, siendo éstas las bases para innumerables posibilidades. Entre ellas se prioriza la conexión del/la niño/a consigo mismo, siendo crucial el movimiento, la relación con el otro, siendo la clave de la interacción el lenguaje en sus múltiples formas y formatos y el vínculo con el mundo real, priorizando lo natural a lo virtual.
Al jardín asisten 230 niños. Los alumnos son hijos o familiares de docentes, no docentes, estudiantes y graduados de la UNRC. También, pueden concurrir niños de la comunidad en general, provenientes de distintos barrios de la ciudad. Por lo tanto, nuestra población infantil tiene la riqueza propia de la heterogeneidad.
Secretaría de Bienestar
Universidad Nacional de Río Cuarto