Universidad Nacional de Río Cuarto

Saltear la navegación principal

Viernes especial en el campus

La UNRC vivió su 291ª colación, primera de su historia presidida por una rectora

  24 de Mayo de 2023

Este miércoles 24 de mayo se concretó la primera colación de 2023 de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Tuvo lugar en el aula mayor del campus en sendas ceremonias en las que hicieron uso de la palabra Marisa Rovera, rectora de la UNRC, y la vicerrectora, Nora Bianconi. Por los graduados hablaron Matías Ozan, licenciado en Economía, en el acto matutino, y Victoria Cambría, licenciada en Ciencia Política, por la tarde. Por la mañana fue la entrega de diplomas para profesionales de las facultades de Agronomía y Veterinaria, Ciencias Económicas e Ingeniería; por la tarde fue tiempo de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales, y de Ciencias Humanas.

Como viene sucediendo desde su implementación en 2016, en esta colación, la 291ª de la UNRC, recibieron diplomas profesionales merced al proyecto Potenciar la Graduación, destinado a quienes han abandonado sus estudios en los últimos 10 años y les faltaba completar hasta el 30 por ciento de la carga horaria de su plan.

Ceremonia matinal

El acto de las 11 fue el primero que presidió Marisa Rovera como de rectora de la UNRC, al cabo de su asunción el viernes 5 de mayo. Estuvo acompañada en el estrado por la vicerrectora, Nora Bianconi; los secretarios Académico, Pablo Pizzi; General, Jorge Miguel; la decana de Agronomía y Veterinaria, Carmen Cholaky, su par de Ciencias Económicas, Guillermo Mana, y el vicedecano de Ingeniería, Martín Kunusch Micone.

Tras la actuación del coro universitario liderado por Cintia Granado y las estrofas del himno nacional argentino, hizo uso de la palabra el licenciado en Economía Matías Ozan. Puso de relieve los “conocimientos y habilidades necesarias” incorporados en la universidad “para adentrarnos con determinación hacia el futuro”. Agradeció a los profesores por su guía, por transmitir “motivación a superarse y conocimiento” y por su “paciencia a lo largo de esta travesía educativa”. También recibieron su gratitud “familia y seres queridos”, que brindaron “apoyo, amor” e hicieron “innumerables sacrificios” y respaldaron a quienes hoy son profesionales en momentos de duda. Por eso, aseguró, “el logro es nuestro y suyo también”.

Ozan apreció el “compañerismo y proyectos compartidos”, las “noches sin dormir”, los “nervios previos” a exámenes que fueron jalonando el camino hacia el título, que entraña la responsabilidad de bregar para “transformar la sociedad con impacto positivo” procurando “bienestar para los que nos rodean”.

Consciente de que “nuestras competencias nos brindan un set de herramientas para mejorar nuestro entorno”, el licenciado en Economía apuntó que es menester aplicarlas en la lucha contra la desigualdad y la injusticia, así como a la protección del medio ambiente.

En el final, convocó a mantener viva la curiosidad viva, estar abiertos al diálogo y las nuevas ideas, y a trabajar en pos de “hacer del mundo un lugar un poquito mejor”.

Instantes después fue la toma de juramento profesional, a cuyo cargo estuvo la rectora Marisa Rovera.

Después de la entrega de diplomas, en la colación que por primera vez presidió, la rectora señaló que la ceremonia marca para los graduados “un momento de inflexión en la vida”, una “transición efímera entre ser estudiante y ser profesional”. Consideró conveniente “preguntarnos ¿qué significa la Universidad socialmente?” y aseveró que “representa un espacio que permite generar y discutir ideas, impulsora de un pensamiento diverso, plural y propio, alejada del pensamiento único, respetando y reconociendo las minorías; caracterizada por la diversidad y custodiando siempre la conducta ética, trasparente, solidaria y democrática”.

Afirmó que “la responsabilidad primaria de la universidad es ofrecer una formación integral de calidad; este concepto implica sostener y actualizar los conocimientos disciplinares en los procesos formativos, pero además contribuir a la construcción de una ciudadanía con conocimientos sólidos sobre la responsabilidad social de las ciencias. Esa construcción debe transcurrir en un marco abierto y plural, que conjugue dos aspectos no excluyentes: la excelencia académica y la formación de profesionales íntegros, capaces de tomar decisiones, sobre la base de sus propias convicciones.

En la ceremonia matutina, Rovera evocó que “hace ya un tiempo, las universidades de América Latina y el Caribe acordaron que la educación superior es un bien público y social, un derecho humano universal y una responsabilidad del Estado. Sobre la base de estos principios, debemos entender y defender la educación como un proceso continuo”.

Manifestó que “la posibilidad de acceso, permanencia y graduación no debe ir en detrimento de la pertinencia y calidad académica; este concepto de garantizar la inclusión tiene que ver con las responsabilidades del sistema educativo, que permitan un progreso social colectivo, pero siempre asociado al esfuerzo y el compromiso”.

Dijo que “en un mundo que está en permanente transformación, en el que el conocimiento, la ciencia y la tecnología juegan un papel fundamental, la universidad pública representa un elemento clave para el avance de la humanidad, el crecimiento cultural, el desarrollo socio-productivo, el cuidado del medio ambiente, la lucha contra la pobreza y la paz social. Nuestro compromiso es y será colaborar y acompañar toda política pública que esté dirigida a la búsqueda de soluciones frente a diferentes necesidades sociales, siendo proactivos y protagonistas del desarrollo nacional y regional a través de impartir y transferir los conocimientos académicos, científicos y tecnológicos para la concreción de esas metas.

En un contexto de sostenidos avances tecnológicos, “los profesionales de hoy deben ser capaces de adecuarse y reinventarse frente a nuevos paradigmas; lograrlo forma parte de los desafíos constantes de las instituciones educativas. Deberán afrontar cambios que hacen necesarias soluciones innovadoras que respeten valores universales como la paz, la dignidad humana, la igualdad de género, la no violencia y la no discriminación”.

La rectora aseguró a los graduados que la UNRC seguirá ligada a ellos, por ejemplo mediante “capacitaciones específicas y formación permanente; así como también brindándoles el respaldo institucional frente a cualquier emprendimiento que decidan afrontar. Tengan presente además que el verdadero reto de la universidad con sus egresados es generar espacios de los que surjan gestiones y acciones conjuntas”.

En su alocución, la doctora Rovera indicó que, si bien se le entrega a una persona, el diploma es fruto de esfuerzos colectivos que incluyen el apoyo de familias y amigos, como también “la sociedad que sustenta la Universidad pública, inclusiva y gratuita, que les ha permitido alcanzar un título profesional”.  “El título universitario es, sin lugar a dudas, una herramienta de gran valor, para ser artífices de una sociedad más justa e igualitaria; comprométanse con el presente y el futuro, debemos aunar esfuerzos por el bien común, para una mayor calidad de vida y bienestar social”, planteó la rectora.

En otro tramo, Rovera se refirió al 25 de mayo de 1810 y exhortó: “Honremos aquel legado de los hombres y las mujeres de mayo que lucharon por un ideal común en los que no caben las diferencias, las discrepancias de sectores, las clases sociales, las religiones. La Nación es el bien común del pasado, el presente y el futuro de nuestra Patria”.

Por la tarde

La ceremonia de las 14.30  fue presidida por Marisa Rovera como de rectora de la UNRC, estuvo acompañada en el estrado por la vicerrectora, Nora Bianconi; el secretario Académico de la Universidad, Pablo Pizzi; la decana de la Facultad de Ciencias Exactas Marcela Daniele; y por el decano de la Facultad de Ciencias Humanas Fabio Dandrea.

El juramento profesional a los graduados en el acto de la tarde estuvo a cargo de la rectora de la UNRC, profesora Marisa Rovera, en lo que fue un momento culminante de la colación de grado 291º de la casa de estudios local.

La vicerrectora Nora Bianconi dijo a los graduados que “el título logrado es  una herramienta para insertarse en la comunidad y asumir con absoluto compromiso el rol profesional. Porque de nada vale este logro académico si no se le incorporan la formación integral como persona, el compromiso social y ético para con los demás; y, en estos tiempos, la flexibilidad, la capacidad de adaptación a la realidad y la actualización permanente.

 La profesora Bianconi afirmó que la universidad ha de aceptar “los retos que la desafían e interpelan cada día” en una realidad que en occidente muestra “una tendencia a la reducción de las profesiones tradicionales, junto al requerimiento de los jóvenes por carreras que aún no se han creado”.

Subrayó que “el trabajo, tal como lo entendemos hoy, debe adaptarse a los cambios constantes, que dan cuanta de aprendizaje continuo, conocimiento transversal, capacidad para la acción responsable, trabajo colaborativo e interculturalidad”. En este sentido, “las tecnologías de la comunicación demandan ajustes en las formas tradicionales de enseñanza y de aprendizaje. La tecnología educativa tiene mucho potencial por delante, dado que la sociedad se transforma aceleradamente y aparecen nuevos requerimientos para docentes y estudiantes. La centralidad que va adquiriendo la práctica profesional en la formación universitaria a partir de los procesos de acreditación implica un cambio interesante que debe reflejarse en las revisiones de los planes de estudio de todas las carreras, en las propuestas de titulaciones intermedias y de nuevos trayectos formativos”.

Claro que “la realidad no siempre es la que queremos, sino la que tenemos, y en ese sentido debemos ir innovando para lograr adaptarnos a esa realidad no siempre ideal que imaginamos. Entiendo que las  instituciones educativas de nivel superior  deben fortalecer su capacidad de respuesta de una manera creativa y estratégica generando innovaciones o transformaciones para acompañar a sus graduados y graduadas en la inserción laboral dentro de  la sociedad que las sustenta”.

En otro momento, Bianconi recordó que “el 9 de mayo se celebró el día del Graduado de la Universidad Nacional de Río Cuarto porque fue un 9 de mayo del año 1973 en que recibieron sus títulos los primeros 19 graduados de la Universidad: contadores públicos, ingenieros agrónomos, ingenieros agro mecánicos y una asistente de servicio social . Estos primeros graduados en su gran mayoría venían de la Universidad del Centro y del Instituto Superior de Ciencia completando sus estudios en la  UNRC que había sido creada en 1971.

Desde ese momento al presente ha habido muchas ceremonias de entrega de diplomas y todas y cada una constituyen momentos de especial importancia por su trascendencia social, en el ámbito de la educación pública”.

La vicerrectora les propuso a los egresados de hoy “acompañarlos en su formación como   profesionales. Sea en el posgrado, en la capacitación específica o en la formación permanente; pero también en el respaldo institucional en todo emprendimiento que decidan enfrentar profesionalmente”.

En vísperas del 25 de mayo, Bianconi citó a “Mariano Moreno, uno de los patriotas de la Revolución, quien reivindica valores todavía vigentes como la importancia de la educación, o la distribución de la riqueza: ‘Si los pueblos no se ilustran, si cada quien no conoce, lo que vale, lo que puede y lo que sabe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte, mudar de tiranos, sin destruir la tiranía’.

De allí su solicitud a los nuevos profesionales: “Participen como profesionales activos y comprometidos en la construcción de una sociedad más justa, igualitaria e inclusiva”.

 

En tanto en representación de los graduados habló la licenciada en Ciencia Política María Victoria Cambria, quien dijo: “Para muchos de nosotros la UNRC fue y será nuestra familia, nuestra segunda casa, y en esto vamos a estar agradecidos siempre. Agradecidos porque nuestra Universidad nos ha brindado las herramientas necesarias para nuestro futuro profesional, desde una mirada no solo del conocimiento sino también con una mirada social y hacia el otro”.

“Agradecidos por los valores que nos inculcaron, por el respeto a los que opinan diferente y por la capacidad para trabajar en conjunto. De manera personal agradecer poder ser parte de un Consejo Directivo donde se toman las decisiones de las facultades representando y militando al lado de los estudiantes. Agradecer también por permitirme haberme ido en un intercambio formándome en otro país y de esta manera valorar aún más a nuestra Universidad”.

María Victoria Cambria agregó que “en esta celebración quiero agradecer a todos quienes han estado presente en este camino; en primer lugar a los profesores, que nos han acompañados durante estos años dejando una parte de ellos en cada conocimiento que nos han aportado; y por otro lado, a nuestras familias y a nuestros amigos, que han estado siempre al lado de nosotros, contribuido a que esta etapa haya sido mucho más fácil con su apoyo, sacrificio y confianza”.

“Por último, no quisiera dejar de mencionar que el fin de nuestra Universidad es educar, la misma debe crear procesos para generar vocaciones atendiendo fundamentalmente a las necesidades de los estudiantes, ya que es su principal misión, introducir políticas continuas para mejorar la calidad educativa y darle apertura a todos los estudiantes, con más accesos y servicios, sabemos que muchas políticas se cumplen y confiamos que juntos podemos lograr mejorar día a día”.

Expresó: “Hoy reconozco el valor del esfuerzo que hemos realizado todos nosotros para haber llegado hasta acá, este momento marca un antes y un después, el inicio de algo nuevo y que vamos a descubrir. Disfrutemos de esta nueva etapa en la que dejamos de ser estudiantes para pasar a ser profesionales”.

 

DIRECCIÓN DE PRENSA Y DIFUSIÓN UNRC

prensa@rec.unrc.edu.ar