Universidad Nacional de Río Cuarto

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Personas relegadas e invisibilidades simplemente por contar con 60 o más años

Ciclo de Cine Debate Antiviejista

  12 de Marzo de 2025

Lo organiza el Observatorio de Derechos Humanos de la UNRC y el Centro Recreativo Cultural para Personas Mayores El Illia. Se abordan prejuicios, estereotipos y discriminaciones que se aplican a las personas mayores exclusivamente en función de su edad

 

La Universidad otorgó su aval institucional “Ciclo de Cine Debate Antiviejista”, organizado por el Centro Recreativo Cultural para Personas Mayores El Illia y el Observatorio de Derechos Humanos de esta casa de estudios. Lo decidió por unanimidad este martes el Consejo Superior.

La propuesta apunta a “visibilizar la vulneración de derechos humanos de la que son objeto las personas que transitan la etapa de la vejez”; “interpelar miradas hegemónicas y reduccionistas acerca de la vejez”; y “favorecer una mirada positiva sobre la vejez entendiendo que cada envejeciente cuenta con las posibilidades de afrontar un mundo en permanente transformación”.

Entre los meses de marzo a noviembre se proyectará una película mensual sobre temáticas vinculadas a las personas mayores y sus transiciones vitales -tales como la sexualidad, el proyecto de vida, el tiempo libre, entre otras-. 

Las películas están vinculadas con diferentes trayectorias de vejeces. Es “a los fines de deconstruir las miradas hegemónicas y posibilitar construcciones positivas acerca del proceso de envejecer y la vejez”, indicaron los organizadores. Y agregan. “Como criterio de selección se considera que la película refleje situaciones actuales que posibiliten el análisis; para ello se retoman películas que tiene menos de 10 años”.

En cada encuentro, se realizará un debate, luego de la película. Para ello, se invitarán a referentes y especialistas en los temas abordados. “Se retomarán aportes del campo disciplinar gerontológico para dar cuenta de la complejidad del proceso de envejecimiento y las características del devenir vital en las vejeces”, puntualizaron.

  Discriminación por edad

 En los fundamentos de esta iniciativa, se indica: “En un mundo donde el envejecimiento poblacional se ha transformado en una realidad global, las personas mayores -colectivo que involucra hoy más de una generación, de por sí heterogéneas por la diversidad de trayectorias vitales-, muchas veces quedan relegadas e invisibilidades simplemente por contar con 60 o más años de edad”.

“El ‘viejismo’ se define como el conjunto de prejuicios, estereotipos y discriminaciones que se aplican a las personas mayores exclusivamente en función de su edad”.

“La discriminación por edad es un prejuicio muy poco visibilizado, del que se habla poco y está tanto o más arraigado que el machismo, el racismo o el sexismo”.

“La lucha contra los prejuicios implica en primer lugar reconocerlos, mientras se los naturaliza y no se los discute, estos persisten”.

“Este proceso de devaluación puede tomar la forma de una discriminación interpersonal o de una institucional. Respecto de la discriminación institucional, se encuentran ejemplos en la discriminación laboral, en la estereotipada en los medios de comunicación y en la segregación intergeneracional. Para hacerle frente, podemos echar mano de la perspectiva positiva. Dicha perspectiva no implica de ningún modo negar los déficits o deterioros sino identificar recursos y potencialidades”.

“Desde la perspectiva positiva se sostiene que todas las personas mayores poseen recursos, capacidades y fortalezas, y que es de vital importancia identificarlas y promoverlas”.

“La Convención Interamericana de Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores define al ‘envejecimiento’ como un proceso gradual que se desarrolla durante el curso de vida y que conlleva cambios biológicos, fisiológicos, psicosociales y funcionales de variadas consecuencias, las cuales se asocian con interacciones dinámicas y permanentes entre el sujeto y su medio”. “En nuestra región esta etapa comienza a los 60 años”.

“Dicha Convención, adoptada por la Organización de los Estados Americanos durante la 45ª Asamblea General de la OEA, el 15 de junio de 2015 fue aprobada por la ley 27.360 en Argentina en el año 2017, y en noviembre de 2022 la Cámara de Diputados de la Nación le otorgó jerarquía constitucional en los términos del artículo 75 inciso 22 de la Constitución Nacional, mediante la Ley N° 27.700. En la misma se mencionan y describen los Derechos Humanos de las personas mayores”.

“La vejez es la etapa más larga de la vida y con el considerable aumento en la esperanza de vida cuando una persona entra en la etapa de la vejez, tiene 20 o 30 años por delante”.

“Por otro lado, es la etapa más diversa, hay muchas maneras de envejecer no es lo mismo envejecer solo que en familia, en el campo o en la ciudad, en situación de pobreza o en una buena situación económica, no es lo mismo tener 60 que 100 años y es importante destacar que no es lo mismo envejecer siendo hombre que siendo mujer”.

“La esperanza de vida en el 2024 en Argentina es 77.5 años, sin embargo, es bastante diferente para hombres y para mujeres, mientras que para mujeres es cerca de 80 años para los hombres es 73 años. Este hecho, hace que haya un número superior de mujeres en la etapa de la vejez, lo que hace que se considere a la vejez como un fenómeno femenino”. “Pero, además, las mujeres envejecen en condiciones más desfavorables, más pobres, más solas y con mayor deterioro físico”.

“También, la discriminación y la violencia machista, unidas a la discriminación por razón de edad, crea nuevas y complejas realidades que es necesario abordar”.

“La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) declararon la Década de Envejecimiento Saludable (2021-2030) como la principal estrategia mundial para construir una sociedad para todas las edades”.

“En ese marco, es importante que las instituciones democráticas de los países miembros de estos organismos internacionales aborden esta problemática y contribuyan en desnaturalizar los prejuicios existentes en la sociedad. Asimismo, resulta necesario incluir esta temática en la formación universitaria dado que muchos de los estudiantes actuales serán quienes deban abordar el diseño de las políticas públicas que den respuesta al impacto social que generan las sociedades envejecidas y prestar servicios profesionales a esta cohorte etaria. En tal sentido, es imprescindible que la universidad habilite espacios de reflexión sostenidos en las ciencias del envejecimiento, a los fines de problematizar los viejismos actuales que sostienen prácticas iatrogénicas con las personas mayores, y aportar a la construcción de nuevos marcos referenciales que permitan entender al sujeto de edades avanzadas desde la complejidad, y así apostar al envejecimiento saludable y a reivindicar el rol de las personas mayores”.

 

 

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