Universidad Nacional de Río Cuarto

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Fue la segunda del año

En su 308ª colación, la UNRC entregó 95 diplomas

  11 de Abril de 2025

Este viernes, en sendas ceremonias en el aula mayor José Alfredo Duarte, la Universidad Nacional de Río Cuarto llevó adelante su 308ª colación. Fue la segunda del año y en su transcurso recibieron diplomas 95 graduados: por la mañana, 7 profesionales de Agronomía y Veterinaria, 27 de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales y 12 de Ingeniería; por la tarde, 12 de Ciencias Económicas y 37 de Ciencias Humanas.

Por las autoridades hablaron los decanos de Ingeniería, Pablo de la Barrera, y de Ciencias Económicas, Guillermo Mana. Por los egresados lo hicieron Andrés Marchisio, licenciado en Física, y Piera Fernández De Picolli, licenciada en Ciencia Política y quien recientemente completo su gestión como presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA).

La primera ceremonia fue presidida por la rectora de la Universidad Nacional de Río Cuarto, Marisa Rovera. La acompañaron en el estrado la vicerrectora, Nora Bianconi; los decanos de Agronomía y Veterinaria, Rosendo Liboa; de Ciencias Exactas, Germán Barros, y de Ingeniería, Pablo de la Barrera, y los secretarios académico y general de la UNRC, Pablo Pizzi y Ezequiel Tardivo.

El acto de la tarde también fue presidido por la rectora Marisa Rovera acompañada en el estrado por la vicerrectora Nora Bianconi, el decano de la Facultad de Ciencias Económicas Guillermo Mana, el decano de la Facultad de Ciencias Humanas Cristian Santos, el secretario Académico de la Universidad  Pablo Pizzi y Mauricio Toledo secretario de Coordinación Técnica y Servicios de la casa de estudios.

La toma de juramento profesional en ambas ceremonias  estuvo a cargo de la rectora. Las notas artísticas las puso el Ensamble de música popular argentina y latinoamericana de la UNRC dirigido por Walter Cisneros. Los actos fueron transmitidos por UniRío TV, en cuyo canal de Youtube pueden volver a verse.

Logro colectivo

El licenciado Marchisio, escolta de la bandera de Ciencias Exactas, afirmó que “con nuestros diplomas, nos llevamos un pedacito de esta gran institución” a la que llegó en 2020 y que “desde entonces se ha vuelto mi segunda casa”. El agradecimiento surcó su discurso, en el cual reconoció que un título es “fruto de esfuerzo personal y un logro colectivo”. En este marco, recordó a amigos, docentes y nodocentes y a sus padres. “Mamá, papá, lo logramos”, dijo mirándolos.

“Siempre voy a recordar con cariño cada mate que compartimos con amigos, los asados con los profes y cada vez que le sacamos una sonrisa a un niño con el programa Ciencia Callejera”, expresó. También evocó “momentos en los que aprendí muchísimo, cada charla con la secretaria académica” de la facultad, “cada larga sesión de Consejo Directivo”. Valoró su paso por el campus pues “la universidad me enseñó lo que es vivir en democracia, ser una comunidad” en la que “cada voz cuenta”.

Marchisió planteó que “hemos tenido el privilegio de acceder a la educación superior” y estimó que “la educación y la ciencia pública son el mayor acto de soberanía que nuestro país puede impulsar”. “Hacer patria significa reconocer y promover la educación y la ciencia nacional”, resumió. De ahí, la responsabilidad que le toca a quien se recibe de “ser críticos de los procesos” así como de “aprender, cuestionar y construir juntos un futuro mejor”.

Construir la Nación

El decano de Ingeniería puso de relieve la importancia de la educación pública y la responsabilidad de quienes de ella egresan por cuanto su existencia se basa en el esfuerzo social. Por eso felicitó no solo a los graduados sino “también a sus familias, y todo el pueblo argentino que, aunque muchas veces olvidado por quienes gobiernan, sigue siendo el verdadero protagonista de cada uno de estos logros”.

“Ese diploma que tienen en la mano es mucho más que un papel con tinta y sellos. Es el símbolo de una de las conquistas más sagradas que ha forjado nuestra Argentina: la educación pública, no arancelada y de calidad. Aquí se conjugan el esfuerzo individual, el sacrificio silencioso de madres, padres y abuelos, y la voluntad colectiva de un pueblo que, aún en la adversidad, sigue apostando por el conocimiento como motor de justicia social, desarrollo y bienestar”. 

Pablo de la Barrera recordó a los egresados que “con cada conquista viene una responsabilidad. La universidad pública no es gratis: la pagan los trabajadores, los jubilados, los que menos tienen. Y ustedes, como profesionales, tienen una deuda con ellos. Una deuda que no se paga con dinero, sino con compromiso, con trabajo honesto, con vocación de servicio, y con una defensa inclaudicable de este sistema de educación que ha hecho grande a la Argentina”.

De la Barrera lamentó que hoy los “grandes principios que nos permitieron soñar con un país más justo están siendo cuestionados como si fueran un obstáculo y no el verdadero camino hacia el futuro”. Coincidió con el mensaje de autoridades de Ciencias Exactas, quienes con motivo del “Día del Investigador y de la Investigadora Científica, en homenaje al premio Nobel Argentino y creador del Conicet, Bernardo Houssay” señalaron que no hay “nada que festejar”. En ese marco, denunció que “el sistema universitario, científico y tecnológico argentino está siendo desmantelado. Se lo empuja al abismo con recortes brutales, con despidos, con laboratorios vacíos, con jóvenes que ganan concursos pero a los que no se les permite ingresar al sistema. ¿Qué futuro puede tener un país que considera un ‘gasto’ a su ciencia y que trata a sus investigadores como si fueran parte de una casta prescindible?”, preguntó retóricamente.

Todo no se vende

“Hoy, el riesgo de convertir a la educación, la ciencia y la tecnología en una mercancía es real. Nos quieren hacer creer que investigar es un lujo. Que sólo sirve lo que se puede vender. Que no hay lugar para el pensamiento crítico ni para la creatividad. Y lo más peligroso: que el saber debe estar reservado para quienes puedan pagarlo”.

Dado este contexto, el decano instó a los nuevos profesionales a que “no se olviden de dónde vienen. Que cada logro personal no los aparte de su compromiso colectivo. Enfatizó diciéndoles que “allá donde vayan, sean embajadores de la universidad pública, que no sólo les enseñó a pensar sino también a sentir con el otro”.

Manifestó que  “la salida es por el Estado, con planificación, con soberanía, con políticas públicas que apuesten al conocimiento y al trabajo. Y eso no lo hace el mercado, lo hace la Nación organizada”. Por eso, les deseó a los 95 graduados que “sean ciudadanos comprometidos con el destino de su pueblo”.

Inmensa gratitud

La licenciada en Ciencia Política Piera Fernández De Picolli, quien recientemente completo su mandato como presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA),  expresó: “Hoy recibimos con gran alegría nuestro título de grado, este momento representa de alguna manera la recompensa  de año de sacrificios, persistencia, renuncias, seguramente también de un proceso lleno de encuentros, sorpresas y disfrute”.

Agregó: “Quiero manifestar la inmensa gratitud que sentimos hoy. Una carrera universitaria es fruto necesariamente  de un proceso colectivo. Llegamos a este día, gracias al acompañamiento de nuestras familias, amigos y seres queridos, que han puesto en cada momento su generosidad por delante, confiaron en nosotros y nos han sostenido en los días difíciles, acompañándonos en nuestros sueños. De este proceso han formado parte nuestros compañeros y compañeras de carreras y  nuestros docentes”.

Sostuvo que “estamos en este momento acá gracias a una institución que es única en el mundo por sus características: la universidad pública argentina. En esta casa de altos estudios nos formamos en condiciones de igualdad con excelencia académica paso que no solo nos transforma en profesionales  sino que nos transforma, por sobre todas las cosas, como personas, como ciudadanos de la democracia”.

Destacó que en la universidad pública “hemos profundizado nuestro sentido crítico, hemos arraigado nuestro compromiso con valores, hemos ejercido nuestro derecho a estudiar y  hemos tomado las riendas de nuestro futuro”.

Expresó que es de “vital importancia que en este momento reflexionemos también sobre la responsabilidad con la que salimos. Llegamos al día de hoy porque la universidad pública  reconocida internacionalmente también es esfuerzo de millones y millones de argentinos que la sostienen”.

“Para que podamos estar a la altura de la gratitud que sentimos hoy es necesario que ejerzamos nuestras profesiones con un profundo sentido ético y que asumamos el compromiso de luchar contra los problemas y las injusticias en la sociedad. No podemos permitirnos caer en la indiferencia y tampoco en la resignación”, afirmó Piera Fernández.

La palabra clave es el futuro

El decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Guillermo Mana, sostuvo en su discurso en la colación de grado 308 de la UNRC que “este es un momento de mucha emoción que será recordado para siempre por todos los aquí presentes, un momento que conmueve pero también que une, nos conmueve en lo individual y nos une en lo grupal. Nos une a las familias y a cada de nuestras relaciones en todas su formas  y vínculos y por supuesto nos deja unidos para siempre a nuestra querida Universidad Nacional de Río Cuarto”.

Dijo que “hoy el pasado se une al futuro. El camino transitado ha llegado a su fin y uno nuevo se inicia, es el fin de una etapa y el comienzo de otra. La palabra clave a destacar con mayúscula es entonces futuro, ese futuro que se enmarca en sueños, se sostiene en la fe y construye un escudo protector ante el fracaso. Quiero asimismo hacer mención a la gratitud como sentimiento que reconoce y aprecia lo recibido y al compromiso profesional que estoy seguro sabrán asumir”.

En otro tramo de su discurso el profesor Mana agregó: “Graduados y graduadas están hoy aquí luego de haber realizado un gran esfuerzo, con dedicación, con compromiso, donde claramente el aprendizaje fue una prioridad, no hay dudas que el camino ha sido duro pero han sabido avanzar y salir adelante. Son merecedores del reconocimiento y las felicitaciones que este acto conlleva, se lo han ganado”.

“Solo quisiera hacer un agregado al respecto y citar a Warren Buffet quien dijo: “Alguien está sentado a la sombra de un árbol porque hubo alguien que lo plantó hace mucho tiempo. Esto nos dice que los hechos y los logros siempre son con otros, gracias a otros, nunca solos. Cada uno de ustedes podrá saber y ponerle nombre propios a esos otros que han contribuido de manera determinante para estar hoy acá recibiendo el título de graduación”.

Más adelante el decano Guillermo Mana reflexionó: “Estamos viviendo una nueva era científica, económica  y social en su sentido más amplio, les tocará a Uds. ejercer sus saberes en un ámbito absolutamente desconocido, inteligencia artificial mediante. El siglo XXI es el siglo del conocimiento, de la racionalidad científica y tecnológica que impactará y cambiará las condiciones económicas y sociales”.

“Ha quedado claro en los últimos tiempos que es el conocimiento aplicado a la producción el elemento central para aumentar la productividad, la competitividad y el progreso de los países, con ello la riqueza de las naciones y las posibilidades de mejorar la calidad de vida de  sus ciudadanos. Si bien son importantes los activos físicos y los bienes tangibles hoy la clave es el capital humano, o sea ustedes, cada uno de ustedes. Un trabajo del Banco Mundial estima que el valor económico del capital humano, es decir que las personas con sus capacidades,  habilidades y conocimientos para realizar tareas, valen cuatro veces más que el capital físico, los edificios, los equipos, las máquinas”.

Explicó que “el progreso económico depende más de las personas que de cualquier otra cosa, aquí es  donde la educación  juega un rol central. En esta nueva era donde ejercerán sus profesiones lo harán en un contexto nacional dominado por carencias sociales, donde más de un tercio de la población es pobre, donde la mitad de los adolescentes no terminan en tiempo el  colegio secundario, donde solo el catorce por ciento de los que ingresan a la universidad finalizan sus estudios, en un país que lleva  trece años sin crecer, donde su producto bruto interno no logra expandirse ni generar suficiente riqueza para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”.

“Quiero destacar en este punto entonces el concepto de la responsabilidad, la responsabilidad de ejercer sus profesiones atendiendo a ese contexto social, a ese país que debe darle más y mejores oportunidades  a sus habitantes porque entre otras cosas fue ese país el que les permitió estudiar y formarse en una universidad pública. También en una universidad de calidad, no tenemos dudas de eso. No lo olviden, sean agradecidos  y sepan valorarlo a lo largo de sus vidas”.

Dirección de Prensa y Difusión UNRC

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