Universidad Nacional de Río Cuarto

Saltear la navegación principal

Recibieron diplomas 106 profesionales

En la 310ª colación de la UNRC se destacó el valor del esfuerzo colectivo

  27 de Junio de 2025

Este viernes 27 de junio se llevó a cabo la 310ª colación de la Universidad Nacional de Río Cuarto. En dos ceremonias en el aula mayor José Alfredo Duarte recibieron diplomas 106 profesionales de las cinco facultades: 29 de Agronomía y Veterinaria, 8 de Ciencias Económicas, 20 de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales, 46 de Ciencias Humanas y 3 de Ingeniería.

La toma de juramento estuvo a cargo de la rectora, Marisa Rovera en el acto de la mañana y en el acto de la tarde el juramento estuvo a cargo de la vicerrectora Nora Bianconi.

Hablaron los decanos Rosendo Liboa por la mañana y Guillermo Mana por la tarde. En nombre de los graduados hicieron lo propio la ingeniera agrónoma María González Levita y la profesora en historia  María Selene Lovay.

Noble ejercicio

La ingeniera González Levita eligió tres interrogantes del papa Francisco, quien será Doctor Honoris Causa de la UNRC in memoriam, para referir al sentido de la formación. Uno de ellos, ¿cómo estudiar?, le dio pie a indicar que “cada persona que hoy recibe su título ha construido su camino de forma distinta”. Diferencias al margen, “lo que sí tenemos en común es que nadie llegó hasta aquí solo. Estamos acá porque hubo docentes que nos formaron, acompañaron y sostuvieron; nodocentes que se hicieron parte de nuestro día a día, amigos y amigas que conocimos gracias a este lugar y se volvieron imprescindibles; nuestras familias, que se esforzaron incansablemente para que esto fuera posible”.

La segunda pregunta, ¿por qué estudiar?, la llevó a afirmar que es “hija de trabajadores” y que si llegó al diploma fue gracias a que la Argentina cuenta con “universidades públicas, gratuitas, inclusivas y de calidad”. Planteó que “estudiar no es solo un acto de adquirir conocimientos, es también un acto de justicia social”. Agregó que “estudiamos porque creemos que es posible ser coherentes, comprometernos con la realidad que nos toca vivir, hacerles frente a las injusticias y no ser indiferentes”.

En cuanto a ¿pará que estudiar?, González Levita respondió: “Universidad del pueblo y para el pueblo” y propuso “poner siempre en el centro de nuestro ejercicio profesional al ser humano y su dignidad”.

Construir un futuro

Por su parte la profesora en historia  María Selene Lovay dijo: “En primer lugar quiero agradecer enormemente a la Universidad Nacional de Río Cuarto que para muchos de nosotros fue mucho más que un lugar de estudio, fue una casa, un faro, una posibilidad real de construir un futuro desde el interior del interior”.

Agregó: “También quiero destacar el enorme valor del Departamento de Becas de la Universidad, gracias a este Departamento muchos jóvenes de distintos lugares de procedencia pudimos sostener nuestros estudios seguir soñando y estar hoy acá”.

“Llegar a la Universidad no fue fácil. Venimos de distintos pueblos, de diferentes historias familiares y cada uno con su propio sueño. La Universidad nos desafío, nos transformó, nos motivó para que diésemos lo mejor de nosotros y entre apuntes y finales aprendimos mucho más que contenidos. Aprendimos a esperar, a insistir, a pedir ayuda, a bancar las caídas y a celebrar las pequeñas victorias”, reflexionó la profesora Lovay”.

Y expresó: “Hoy nos vamos con un título pero también con un montón de historias, vínculos y aprendizajes que no entran en ningún certificado. Ya como profesionales tenemos por delante el desafío de retribuir lo que recibimos comprometiéndonos con la sociedad desde el lugar que a cada una le toque”.

“Personalmente desde mi rol de docente después de estudiar durante años los procesos que construyeron este país me gusta pensar que tan importante como el pasado es la construcción del futuro, por eso quiero invitarles a hacer historia cada día en nuestros lugares de trabajo, en nuestros barrios, en nuestras familias”.

Y concluyó: “Para cerrar me tomo el atrevimiento de traer una frase que leí un libro del colegio a donde fuimos tres generaciones de mi familia, una frase que quedó grabada en mi memoria y que en este momento toma aún más sentido: solo la anegación y el sacrificio fundan las cosas eternas. Gracias a cada persona que nos acompañó en este camino y felicitaciones a todos. Lo logramos¡¡¡”

Esfuerzo y oportunidades

El decano Rosendo Liboa les dijo a los graduados que, además de ser motivo de orgullo de sus familias, lo son “de la universidad que los recibió, los acogió, los contuvo y los vio esforzarse para llegar”. Subrayó que “nadie finaliza una carrera por arte de magia ni se obtiene un título por generación espontánea. Todo es fruto de mucho esfuerzo. No solamente de ustedes, sino de mucha gente”. Los instó a defender siempre a la universidad y a disfrutar “el placer del agradecimiento”, condición que “puede transformar la perspectiva de la vida, incluso en los momentos más difíciles”.

Liboa señaló que “estos son tiempos difíciles, para la universidad y para muchos sectores de la sociedad. Pero estamos seguros de que podemos superar las dificultades y reafirmar el rumbo como tantas veces lo hemos hecho. Necesitamos el apoyo de nuestra gente”. 

Indicó que “en actos como éste se materializa ese encuentro entre la universidad y la sociedad que la sostiene con su esfuerzo”. En el gozoso momento de la entrega del título “sentimos juntos el orgullo de ofrecer al país a decenas de jóvenes capacitados, llenos de energía y de expectativas para enfrentar el futuro. Jóvenes que desbordan de sueños. Jóvenes que han sido tocados y tuvieron la bendición del estudio, de la capacitación, para incorporarse con mejores recursos al mundo del trabajo y para enfrentar la vida. Porque son muy pocos los que pueden llegar a la universidad y son menos los que logran terminar sus carreras”.

El decano de Agronomía y Veterinaria convocó a la memoria de los profesionales sus vivencias estudiantiles y les sugirió a pensar en “la actividad que tendrán el resto de sus vidas y la eligieron ustedes”. Esta posibilidad, de trabajar en lo que se ha soñado, no llega a todos: “Muy pocos jóvenes pueden hacerlo, siéntanse afortunados. En el medio ha pasado de todo; hubo alegrías, tristezas, hubo caerse y levantarse y vuelta a caer y vuelta a levantarse”. 

Les adelantó Liboa que, tal lo manifestado por Kalil Gibran, “la tristeza y la felicidad son dos caras de una misma moneda que alterna sus posiciones. Ninguna dura para siempre”. Es importante, pues, “ser pacientes y activos. Lo único que no nos podemos permitir es abandonar, resignarnos”. 

Otra cita de Liboa fue a Almafuerte: “Si te caes una vez te levantas/ Otras diez, otras cien, otras quinientas/ No han de ser tus caídas tan violentas/ Ni tampoco, por ley, han de ser tantas”.

La graduación al cabo de un camino que supo de asfalto y también de ripio “es la prueba de esto, del valor de la perseverancia y la actitud ante la posibilidad del fracaso. ¿Cuántas veces habrán pensado que no podían lograrlo? ¿Cuántas veces habrán sentido que abandonar sería la mejor opción? Sin embargo, resistieron y aquí están, recibiendo su diploma”. 

En el final, retomó a Eduardo Galeano y su mensaje relativo a la utopía, horizonte siempre a la vista que anima a caminar. 

Conocimiento en acción

El decano Guillermo Mana les transmitió a los nuevos profesionales felicitaciones por coronar con el diploma años de “esfuerzo y perseverancia”. Los exhortó a mirar “con agradecimiento a quienes los han acompañado en este camino. Siempre tengan presente que nunca podemos solos y que nunca lo hacemos solos. Siempre hay alguien más”.

“Estamos celebrando el fin de una etapa y el inicio de un nuevo ciclo donde, a partir de ahora, no se trata tanto de lo que han aprendido sino de lo que harán con ese conocimiento”, acotó.

Mana se hizo eco de Zygmunt Bauman y les avisó a los graduados que “ya no vivimos en un mundo estanco ni sólido, sino en uno tan cambiante como un líquido” caracterizado por “la fluidez, la inestabilidad y la constante transformación en todos los ámbitos de la vida. A ese mundo deberán adaptarse. En ese mundo desarrollarán sus habilidades y ejercerán su profesión”.

Compartió su convencimiento de que “nos encontramos en un momento extraordinario de la historia. La inteligencia artificial, ese concepto que hasta hace pocos años parecía exclusivo de la ciencia ficción, está transformando la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. Están cambiando los mercados, la producción, la logística, la forma de analizar datos y, sobre todo, está cambiando la forma de tomar de decisiones. ¿Viene, entonces, la IA a reemplazarnos? Yo creo que no, en todo caso viene a desafiarnos. A invitarnos a pensar más profundamente qué significa ser humano, qué valor tienen nuestra empatía, nuestra creatividad, nuestro juicio ético y nuestra capacidad de trabajar en comunidad. Nos enfrenta a una nueva realidad, una donde, como dije, el pensamiento crítico, la creatividad y la ética cobran más valor que en otros momentos de la historia de la humanidad”.

Estimó el decano de Económicas que “hoy, más que nunca antes, el mundo necesita profesionales con conciencia, con valores y con una profunda sensibilidad social. Necesita profesionales que entiendan que la tecnología es una herramienta para logros superiores, pero no puede ser vista como un fin en sí mismo”. 

Con vista a una sociedad generosa, Mana les propuso a los 106 flamantes egresados  “soñar en grande y actuar con propósito, eso es lo que transforma el conocimiento en impacto, y los títulos en proyectos de vida”. También, que “piensen en dejar una huella. No sólo trabajen para crecer profesionalmente, sino también para contribuir a una sociedad más justa, más inclusiva y más humana. Nunca dejen de mirar a los demás. Recuerden que detrás de cada dato, cada teoría y cada decisión, siempre hay personas. Y no olviden que el efecto y el impacto que cada uno puede tener en los demás es lo más valioso que la vida nos da”. 

En el cierre, los instó “a no tener miedo. Es al otro lado del miedo donde aparecen las posibilidades de crecimiento. Winston Churchill nos advierte que ‘el éxito no es definitivo y el fracaso no es fatal’. Lo que realmente cuenta es tener valor para continuar”.

Más sobre la colación de grado

La ceremonia matinal fue presidida por la rectora, Marisa Rovera, a quien acompañaron en el estrado los decanos de Agronomía y Veterinaria, Rosendo Liboa, y de Ingeniería, Pablo de la Barrera; la vicedecana de Ciencias Exactas, Cintia Paisio, la subsecretaria académica, Celina Martini, y la secretaria de Planeamiento, Marcela Daniele.

La vespertina fue presidida por la vicerrectora Nora Bianconi quien compartió el estrado con el decano de la Facultad de Ciencias Económicas Guillermo Mana; el decano  de la Facultad de Ciencias Humanas, Cristian Santos, el secretario General de la Universidad Ezequiel Tardivo y el subsecretario Académico Sebastián Ruiz.

En ambas ceremonias el momento artístico estuvo a cargo de integrantes del Coro de la UNRC dirigido por Cinthia Granado.

Ambos actos fueron transmitidas por el canal de Youtube de UniRío TV.

Dirección de Prensa y Difusión UNRC

prensa@rec.unrc.edu.ar