Historia con anclaje local
Municipios y política: 24 años decisivos en la construcción de la Provincia
09 de Septiembre de 2025

Un periodo clave de Córdoba: 1866-1890. Los antagonismos, las rupturas y los acuerdos. La autonomía, la autarquía y el centralismo respecto del poder político capitalino cordobés
El Conicet seleccionó el trabajo del investigador Luciano Nicola Dapelo, quien se pregunta de qué manera se construyeron históricamente los elencos gobernantes locales y cómo se cimentó la institucionalidad vigente hoy en día.
Con este estudio, acaba de ser admitido en la Carrera de Investigador Científico del Conicet, un reconocimiento que da cuenta de la solidez de su trayectoria y la relevancia de su proyecto para el desarrollo académico y social de esta región.
Conjuga un análisis relacional, con historia y élites políticas, y desentraña redes, antagonismos y acuerdos en las tramas del poder. Indaga históricamente el territorio de la provincia de Córdoba. Las dinámicas de cambio y las transformaciones del espacio, con énfasis en los sujetos que actuaron, para entender la estructuración actual, territorial, política y económica.
La propuesta científica social, titulada “Municipios, territorio y política: dinámicas relacionales de los elencos políticos en Córdoba (1866-1890)” apunta a descifrar históricamente las redefiniciones territoriales de los departamentos cordobeses en momentos de su delimitación, para advertir cambios y continuidades en la coyuntura de expansión de la frontera productiva y sus impactos en el ordenamiento provincial. Se ocupa centralmente de la composición y funcionamiento de los elencos políticos locales y departamentales, con eje en los antagonismos, las rupturas y los acuerdos, en relación con los grados de autonomía, autarquía y centralismo respecto del poder político capitalino cordobés.
Nicola Dapelo, doctor en Historia, indicó: “Nuestra propuesta de investigación se enmarca en el perfil ‘Cambio social: dinámicas, transformaciones territoriales y políticas’ planteado por la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Río Cuarto”.
Trabaja bajo la dirección de las doctoras Laura Cucchi (UBA/Conicet) y Rebeca Camaño Semprini (UNRC/Conicet). Y el objetivo central es el estudio de las dinámicas relacionales de antagonismo-acuerdo entre los elencos políticos municipales, las autoridades departamentales y las dirigencias capitalinas desde un enfoque que considera la constitución de redes, los lazos de solidaridad, las relaciones inter e intra partidarias, en el marco de las tensiones entre autonomía, autarquía, centralización y de transformación territorial en Córdoba entre 1866 y 1888.
Específicamente, apunta a reconstruir el proceso de conformación y transformación de los regímenes municipales y las administraciones departamentales, con foco en los grados de autonomía política, autarquía económica y centralismo administrativo. También, se propone examinar la conformación social y los perfiles de los elencos políticos que compusieron los municipios, los que ocuparon las jefaturas políticas y los juzgados, y cómo operaron en el funcionamiento de las redes relacionales en momentos de tensión entre los actores institucionales junto a los contrapuntos en las dinámicas políticas locales.
Se agrega la ponderación de la influencia de las transformaciones territoriales departamentales vinculadas con la expansión económica, para advertir los cambios que operaron en las relaciones políticas al interior de los departamentos y de éstos respecto al gobierno provincial.
Además, se establecerá la relación entre las modificaciones en la administración del territorio departamental y distrital con respecto a las fluctuaciones productivas y fiscales de los gobiernos locales y el central. Y, finalmente, el investigador se propone ahondar en el rol de los elencos políticos de la capital provincial y las lógicas de funcionamiento de los mediadores políticos locales y regionales en las relaciones con los municipios.
Este científico social, que también es docente en la Facultad de Ciencias Humanas, sostuvo: “El objetivo a largo alcance es identificar cómo se da la transformación de los elencos gobernantes en el territorio, en el marco departamental y municipal, en particular”. “Cuáles son esos formatos de relación, teniendo en cuenta que está pensado para el periodo 1866, que es el de los restablecimientos de las municipalidades, hasta 1890, con la crisis política de ese año, que reconfigura las formas de relacionamiento, las relaciones partidarias, la conformación de los grupos gobernantes, de los grupos de élite”.
Y remarca: “Tiene un alcance geográfico amplio, pues, abarca el Departamento Río Cuarto, en el sur; Totoral y Tulumba, en el Norte; y dimensiones de alcance de la capital de la Provincia, la ciudad de Córdoba”.
Un declive de las élites del norte y cierta consolidación de las del sur
Las dimensiones políticas, históricas y territoriales ocupan un lugar central. En ese sentido, el investigador afirmó: “Nuestro trabajo se orienta a descifrar históricamente las redefiniciones territoriales de los departamentos cordobeses en momentos de su delimitación para advertir cambios y continuidades en la coyuntura de expansión de la frontera productiva y sus impactos en el ordenamiento provincial”.
“Nos ocupamos centralmente de la composición y funcionamiento de los elencos políticos locales y departamentales con eje en los antagonismos, las rupturas y los acuerdos, en relación con los grados de autonomía, autarquía y centralismo respecto del poder político capitalino cordobés”, acotó.
Y agregó: “Es importante la dimensión del cambio de la estructura económica, el modelo agroexportador. De qué manera la Provincia se inserta en ese modelo. Y de qué manera eso modifica o altera no solamente la conformación de los elencos locales, sino también la relación de fuerza entre esos elencos en el espacio provincial”.
En este sentido, Luciano Nicola Dapelo, afirmó: “A grandes rasgos, se ve un declive de las élites del norte, que hasta el momento habían sido predominantes; y cierta consolidación de las del sur, debido al avance sobre la frontera productiva”.
“En ese marco, nuestro objetivo es analizar e indagar en la conformación de los elencos gobernantes, no solamente en el entorno de esas transformaciones económicas y productivas, sino también de las transformaciones institucionales”.
Se impone la solidaridad de grupos de élite
El investigador señala: “Asistimos en ese período a la sanción de la primera Constitución cordobesa y dos reformas, en particular de los regímenes municipales”. “Hay una fuerte preocupación por el control y el dominio del territorio, en un juego del poder central de la Provincia y las autonomías de los municipios o las independencias o las autarquías; son diferentes conceptos que están en ese marco”. “Se ve de qué manera, con la inserción de las jefaturas políticas en los departamentos, a partir de 1870, hay procesos de tensión dentro de los elencos gobernantes locales que, de algún modo, explican la dinámica de relacionamiento, y en qué momento esas dinámicas son de tensión, en qué momento, pese que se son de tensión, se impone la solidaridad de grupos de élite en la necesidad de retener el poder o de sostener elementos de capital simbólico y de capital político, para los gobiernos municipales”.
El análisis está centrado en las dinámicas de relación política entre los gobiernos locales, las municipalidades, en particular, que están en construcción en todo el periodo. “La intención por parte de los gobiernos locales, en este caso de la provincia de Córdoba, es sostener un dominio sobre a entidades departamentales”, indicó el doctor Nicola Dapelo, que pone la mira para dilucidar “de qué manera se configura la predominancia de unos grupos sobre otros, siempre atendiendo que pretenden la solidaridad y el sostenimiento como grupo”.
Río Cuarto amplía su conformación territorial
Nicola Dapelo afirmó: “Río Cuarto ve ampliado durante este período su dominio territorial, tras la campaña de 1879”.
“Río Cuarto domina desde los actuales límites norte hasta el actual límite con La Pampa; y Tulumba y Totoral, en particular Tulumba va a ser también reducido en su dominio. Esa es una táctica de los gobiernos centrales de no sólo una mejor administración del territorio, sino de restarles poder a los elencos gobernantes de esos espacios”.
Echar luz sobre la construcción de los gobiernos locales
Los datos que surgen del estudio se vinculan con problemáticas de la actualidad. La historia no es algo que viva solamente en el pasado, sino que sirve -en este caso- para echar luz sobre los procesos de construcción de los gobiernos locales, las capacidades de esos gobiernos de administrar los recursos. Cómo se comportan los grupos que ejercen el poder a nivel local, regional. Cuáles son sus capacidades de acción y cómo se relacionan entre sí. “Eso en el marco de lo que se llama historiográfica el momento liberal, un concepto que en la actualidad nos está atravesando permanentemente”, apuntó el doctor Luciano Nicola Dapelo.
Y siguió: “Es observar, más allá de la construcción teórica del concepto liberalismo, cuál es su construcción real, de qué manera ese liberalismo se tensiona con la realidad de la administración territorial”.
“Hay una preocupación puesta en advertir de qué manera se construyeron históricamente los elencos gobernantes locales, de qué manera se construyó esa institucionalidad. Y cómo se relacionaron los gobiernos de diferentes escalas, locales, regionales, con la administración central”.
“Esto tiene que ver con pensar históricamente el territorio. Es analizar las dinámicas de cambio, de transformación del territorio, teniendo por objeto a los sujetos que actúan sobre ese territorio, de qué manera ese territorio se transforma históricamente y podemos entender la estructuración actual, territorial, política y económica, observando la historicidad de los procesos”.
“Pese a los intentos de instalarlo como inservible, el conocimiento científico avanza y el social también”
A pesar de las dificultades actuales en el ámbito científico, Nicola Dapelo celebró su ingreso a la carrera de investigador del Conicet. Destacó “la posibilidad de consolidar una línea de investigación en el marco del conocimiento histórico”.
Sin embargo, remarcó: “Es el segundo año que no existen convocatorias a ingresos –a la carrera de investigador científico-, las becas se han reducido y el número de ingresantes de este año se ha visto recortado”.
Expresó: “Por una parte, es una celebración porque estos logros implican advertir que el conocimiento científico se mueve, avanza; el social también, pese a los intentos de instalarlo como un conocimiento inservible, en particular la historia, que nos sirve para comprender el presente”. “Pero, no se puede perder de vista que muchos compañeros y muchas compañeras, también becarios, con mucha trayectoria, han quedado afuera por la reducción de los cupos”.
“Es la mezcla de esas dos sensaciones. La alegría y la satisfacción por haber logrado ingresar, por haber podido llevar adelante la carrera para la cual me formé durante muchos años, que convive con la desazón por el recorte que sufrido el Conicet de más de 400 ingresos que no se han efectivizado”.
Con respecto a la selección por parte del Conicet, dijo: “Es una alegría en términos personales, es el fin de un proceso y el inicio de otro. La formación inicial que significó la beca doctoral, la formación postdoctoral; y ahora el inicio de la carrera como investigador. Es un reconocimiento a ese trabajo, que también viene de atrás con las becas de Ciencia y Técnica de la Universidad, del Consejo Interuniversitario Nacional –CIN-, es una trayectoria de formación que ahora encuentra un camino que se expresa institucionalmente con el ingreso a carrera, en el marco de la Facultad de Ciencias Humanas”.
“Pero, a los caminos no los hacemos solos en ningún caso y en este, en particular, tampoco. Tiene que ver con grupos de contención, de apoyo, gente que te va a acompañando. En mi caso, el Grupo de Investigación y Extensión en Historia Regional –GIEHR-, que tiene una fuerte presencia en nuestra Universidad, una trayectoria en investigación; fue fundado en la década del ‘90 por la doctora María Rosa Carbonari, a quien agradezco, porque confió en mí, desde las primeras becas hasta mi formación postdoctoral, y también al doctor Gabriel Carini, que me acompaña en este último proceso; igualmente a la doctora Rebeca Camaño Semprini, mi codirectora del proyecto de ingreso”.
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