Mastocitoma canino
Un estudio local evidenció que los machos son alcanzados en mayor medida por tumores cutáneos más agresivos
15 de Octubre de 2025

El 83 por ciento de los mestizos presentó tumores de alto grado, que evolucionan más rápido y producen la muerte antes del año. Se comprobó una directa relación entre agresividad, evolución y supervivencia
Un estudio realizado en la Universidad Nacional de Río Cuarto aporta datos locales sobre la presentación y evolución del mastocitoma en perros, el tumor cutáneo más común en estos animales.
La mayoría de los casos correspondió a perros mayores de siete años. Los tumores más agresivos se observaron en machos y en lesiones que evolucionaron rápidamente o presentaron ulceración visible. Los animales con tumores menos agresivos superaron el año de vida, mientras que los de alto grado progresaron en pocos meses.
Los datos surgidos subrayan la importancia de la detección temprana de nódulos o lesiones en la piel y de la consulta veterinaria oportuna, ya que el diagnóstico precoz y la cirugía temprana pueden mejorar significativamente la calidad y el tiempo de vida de los animales afectados.
Esta neoplasia cutánea es originada por mastocitos, células que forman parte del sistema inmunitario y desempeñan un papel clave en la respuesta inmunitaria innata. Y tiene mayor incidencia en razas como Bóxer, Bull Terrier, Shar-Pei, Labrador y Golden Retriever.
El trabajo proporciona información relevante para mejorar el diagnóstico, pronóstico y tratamiento de esta patología en la clínica veterinaria. Y cobra importancia puesto que, en los canes, el cáncer es la causa de muerte por enfermedad número uno.
Se demostró que las características clínicas, como la velocidad de crecimiento o la ulceración, pueden anticipar el grado de agresividad, incluso antes del resultado histopatológico.
Fue realizado por la médica veterinaria María Ferreyra, docente de la asignatura Semiología y propedéutica clínica, en la Facultad de Agronomía y Veterinaria, que trabaja en la línea de la dermatología veterinaria e integra el equipo del Hospital escuela de pequeños animales de esa unidad académica. Se titula “Estudio clínico-patológico de casos de mastocitomas Caninos” y le permitió acceder al título de Especialista en Clínica Médica de Perros y Gatos.
Analizó las diversas características clínicas y los hallazgos histopatológicos de casos de mastocitoma canino y correlacionó esos datos con el tiempo de sobrevida. Utilizó los sistemas de clasificación histopatológica de Kiupel y Patnaik en muestras obtenidas en un aboratorio de la Ciudad de Río Cuarto.
El trabajo incluyó la revisión de los grados histológicos, la evaluación del comportamiento biológico y la correlación entre las diversas características clínicas y los hallazgos histopatológicos de casos de mastocitomas caninos.
Este cáncer también aparece en caballos, hurones y gatos domésticos, pero suele ser benigno para estos casos. En otras especies animales y en humanos, es muy poco frecuente.
“El mastocitoma representa un desafío diagnóstico debido a la diversidad de presentaciones clínicas con las que puede manifestarse. Afecta a perros de cualquier raza, edad o sexo, y su evolución es variable, lo que dificulta el pronóstico”, indicó María Ferreyra. Y agregó: “Los resultados de este trabajo resaltan la importancia de una evaluación clínica cuidadosa y del seguimiento desde la aparición inicial del mastocitoma. La velocidad de crecimiento, el aspecto macroscópico de las lesiones y ciertos signos clínicos pueden aportar indicios tempranos sobre la agresividad del tumor. Estas observaciones clínicas pueden contribuir a orientar el pronóstico aún antes de contar con el resultado histopatológico definitivo”.
- ¿Hay muchas muertes por este tipo de tumor de piel en perros?
- Sí, el mastocitoma es uno de los tumores cutáneos más frecuentes en los perros y puede ser potencialmente mortal si no se detecta y trata a tiempo. Los de bajo grado suelen tener buena evolución, pero los de alto grado pueden diseminarse rápidamente y comprometer órganos internos, lo que puede llevar incluso a la eutanasia por el deterioro del animal.
- ¿Cómo se determina el avance de los tumores?
- El avance se determina observando la velocidad de crecimiento de la lesión, la presencia de signos clínicos como ulceración, aumento de tamaño de linfonódos o síntomas digestivos, como vómitos y diarrea con sangre; y principalmente mediante el análisis histopatológico, que clasifica el tumor según su grado de malignidad.
- ¿Cuántos grados hay?
- Se clasifican en dos grandes grupos: bajo grado y alto grado, según el sistema de Kiupel, que evalúa el comportamiento biológico del tumor. Los de bajo grado tienden a crecer lentamente, mientras que los de alto grado son más agresivos y con peor pronóstico.
- ¿Hay razas más afectadas?
- En general, algunas razas puras como Boxer, Labrador, Shar Pei y Staffordshire Terrier tienen mayor predisposición genética. En este estudio se observaron casos tanto en perros de raza como mestizos.
- ¿Vieron una mayor frecuencia de tumores agresivos en perros mestizos?
- Sí, en nuestra muestra el 83 por ciento de los mestizos presentó tumores de alto grado, aunque la diferencia no fue estadísticamente significativa. Esto sugiere una posible tendencia que debería confirmarse con estudios con mayor número de casos.
- ¿Se registran más casos en machos?
- Sí, los machos mostraron una proporción más alta de tumores agresivos, y en este caso sí se detectó una asociación estadísticamente significativa.
- ¿Cuáles son los síntomas que se deben tener en cuenta para un tratamiento precoz?
- Es importante consultar al veterinario ante cualquier bulto o nódulo cutáneo, sobre todo, si crece rápido, cambia de aspecto, se ulcera o el perro presenta síntomas como vómitos o decaimiento. La citología permite sospechar el diagnóstico y definir una cirugía temprana.
- ¿Qué conocimiento novedoso aporta el estudio?
- Aporta datos sobre la presentación y evolución del mastocitoma en perros de Río Cuarto y zona, y demuestra que las características clínicas, como la velocidad de crecimiento o la ulceración, pueden anticipar el grado de agresividad, incluso antes del resultado histopatológico.
- ¿Qué relaciones pudieron observar entre el grado histológico, el tiempo de evolución y la sobrevida?
- Los tumores de alto grado evolucionaron más rápido y los perros con este tipo de tumor vivieron menos de un año. En cambio, todos los que superaron el año tenían tumores de bajo grado. Esto muestra una fuerte relación entre agresividad, evolución y supervivencia.
- ¿Influyen la edad, el sexo, la raza?
- En nuestra muestra no se hallaron diferencias significativas con la edad o la raza, pero sí con el sexo, siendo los machos los más afectados por tumores agresivos.
- ¿En qué lugares del cuerpo del animal suelen aparecer estos tumores?
- Se detectaron con más frecuencia en el tronco y las extremidades (57%) y en la cabeza y el cuello (43%). En todos los casos fueron mastocitomas cutáneos -no subcutáneos ni viscerales-.
- ¿Esa ubicación tiene relevancia?
- La ubicación puede complicar la cirugía, especialmente en zonas como la cabeza, donde la resección completa es difícil. Pero no encontramos una relación estadística directa entre el sitio del tumor y su grado de malignidad.
- ¿Hay tratamientos con resultados alentadores?
- Sí, la cirugía temprana sigue siendo el tratamiento más eficaz. En casos de tumores agresivos o con metástasis, se pueden complementar con quimioterapia o tratamientos dirigidos, aunque en nuestro estudio no se evaluó la eficacia de esos métodos por falta de seguimiento completo.
- ¿Podría explicar en qué consiste la prueba de Chi-cuadrado de Pearson y el software InfoStat?
- La prueba de Chi-cuadrado de Pearson se utiliza para analizar si existe una relación entre dos variables, por ejemplo, entre el grado de malignidad y la supervivencia. InfoStat es un programa estadístico desarrollado en la Universidad Nacional de Córdoba que permite realizar estos cálculos y obtener el nivel de significancia de los resultados.
- ¿Cómo sigue ahora el trabajo?
- El próximo paso es ampliar la muestra y realizar un estudio prospectivo, incorporando el seguimiento clínico y terapéutico de los pacientes, para confirmar las tendencias observadas y generar información útil para la práctica veterinaria.
Investigación surgida de la práctica cotidiana
“Este estudio representa un punto de partida para seguir profundizando el conocimiento sobre los tumores cutáneos en pequeños animales desde una mirada clínica y local. Haber trabajado con casos del Hospital Escuela y con colegas de la región permitió no sólo caracterizar mejor la enfermedad, sino también generar conciencia sobre la importancia del diagnóstico temprano y el seguimiento de estos pacientes”, expresó Ferreyra.
Y acotó: “Como médica veterinaria y docente de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la UNRC, considero que este logro refleja el valor del trabajo colaborativo entre profesionales y la relevancia de impulsar investigaciones que surjan de la práctica cotidiana, con impacto directo en la salud y bienestar de los animales”.
Un pormenorizado análisis de datos
En este estudio clínico-patológico retrospectivo de casos de mastocitoma cutáneo canino, la metodología incluyó la recopilación y el seguimiento de datos clínicos e histopatológicos, complementados con un cuestionario dirigido a los médicos veterinarios responsables de pacientes.
Se analizaron informes histopatológicos, y evaluaron variables como edad, sexo -clasificado como macho y hembra-, raza, ubicación del tumor, progresión de enfermedad y supervivencia, todo lo cual se correlacionó con el grado de malignidad.
Los resultados mostraron que el 57 por ciento de los pacientes eran hembras y el 43 por ciento machos, con una asociación entre sexo y grado de malignidad (p=0,109). La mayoría de los perros afectados tenían más de 7 años, aunque no se encontró una relación significativa entre la edad y el grado de malignidad (p=0,9999). La distribución anatómica del tumor reveló que el 43 por ciento se ubicaba en la cabeza y el cuello, mientras que el 57 por ciento se encontraban en tronco y extremidades.
En este estudio no se observó una asociación significativa entre localización del tumor y grado de malignidad (p=0,3085).
Respecto del tiempo de evolución, el 48 por ciento de los mastocitomas progresaron en meses. Resultaron de alto grado todos los casos que evolucionaron en menos de un mes.
De los perros estudiados, el 28,57 por ciento eran mestizos, mientras que 71,42 por ciento pertenecían a diferentes razas. El 83,33 por ciento de los mestizos presentaron tumores de alto grado. Sin embargo, no hubo diferencias significativas respecto a la distribución de grados de malignidad entre mestizos y de raza (p=0,2009).
DIRECCIÓN DE PRENSA Y DIFUSIÓN
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