Recordación
Con un emotivo acto se conmemoró en el campus el Día de la Memoria, la reflexión y la vida
05 de Diciembre de 2025

Este viernes, la Universidad Nacional de Río Cuarto rindió un homenaje a Gladys Baralla, Damián Cardarelli, Liliana Giacomelli, Miguel Mattea, Juan Politano y Carlos Ravera, quienes murieron a raíz de las explosiones de la planta piloto en el campus acaecidas el 5 de diciembre de 2007.
Tras un minuto de silencio y la música alusiva a dolor, esperanza y vida que interpretó el guitarrista Miguel Ángel Toledo, prosiguió el acto, encuadrado en el "Día de la memoria, reflexión y la vida" al cumplirse 18 años de los luctuosos hechos.
Instantes después, Marcelo Fagiano, docente de Ciencias Exactas, compartió versos entre ellos los que evocó la "muerte en el trabajo", los "trece tambores cargados de espanto", el "hexano con seis átomos de carbono, hidrocarburo con seis ausencias vitales" y consideró "imprescindible construir fortaleza con ramilletes de abrazos".
A continuación, asistentes al acto dejaron un clavel en la puerta del lugar, tras lo cual hizo uso de la palabra Adriana Moyetta y Ernesto Cerdá en nombre del gremio docente de la Universidad.
Palabras de la Rectora
La rectora Marisa Rovera en sus palabras sostuvo que “recordamos a Miguel. Gladys, Carlos, Damián, Liliana y Juan por la vida que soñaban y construían en estos pasillos, aulas y laboratorios. Los recordamos no solo por su ausencia sino por su presencia vital, por su dedicación a la docencia, a la investigación y por las promesas de futuro que llevaban consigo”.
“Sus legados no se extinguen, cada uno de ellos dejó una huella invaluable e imborrable en esta casa de estudio. Nos enseñaron con su trabajo diario lo que significa el compromiso con la educación pública y con la ciencia pública al servicio de toda la sociedad”.
Al dirigirse a los familiares Marisa Rovera dijo: “Sepan que esta comunidad los abraza y los acompaña en cada día. Nuestro compromiso es seguir bregando incansablemente por condiciones seguras para trabajadores y trabajadoras y para cada uno de nuestros estudiantes, a la vez que prometemos mantener viva sus memorias en las futuras generaciones”.
La rectora de la UNRC se dirigió a los presentes diciendo: “Quiero compartir algo que resolvió el Consejo Superior de la UNRC, que de alguna manera también se suma a los elementos humanos y a las conductas institucionales que fortalecen la memoria viva”.
“Tiene que ver con la aprobación que dio (el Consejo Superior) para que se comenzaran las intervenciones en esta querida Casa de la Memoria (ex planta piloto) en relación al mantenimientos básicos del lugar porque detrás de lo que pareciera circunscripto a cuestiones de infraestructura hay realmente un valor social y humano que no tiene precio”.
Rovera detalló que “a lo resuelto por el Consejo Superior se sumó también lo resuelto por el Consejo Directivo de la Facultad de Ingeniería que dio el aval para que hoy los familiares y quienes deseen hacerlo puedan realizar una visita conmemorativa al lugar, en condiciones de seguridad y respeto con el absoluto acompañamiento institucional”.
Familiares
Por los familiares habló Claudio Ceballos, quien fuera el esposo de Liliana Giacomelli, y Lucas Simone, hijo de la profesora Gladys Baralla. En tanto no pudieron estar presentes por razones particulares Héctor y Adriana, padres de Juan Politano.
Sin embargo, Adriana envió un mensaje telefónico donde expresó: “Nuestro corazón está ahí junto a todos ustedes. Agradecemos a la institución por este momento de memoria y que perdure por siempre en el tiempo. Nosotros seguimos bregando para que realmente la Planta Piloto si bien vuelva a cobrar vida que siga siendo un espacio de recuerdo y memoria para que nunca más ocurra algo similar en una universidad, que se extremen las medidas de seguridad y se cuiden a los estudiantes. Un abrazo para todos”.
Ceballos por su parte dijo que “18 años implica mayoría de edad y en esta mayoría de edad esperamos darle a esta Planta ese impulso extra que necesita para que no sea un bloque de cemento, para que deje ser un depósito y la podamos transitar, algo que no será fácil porque nos va a doler, nos va a cruzar, nos va a generar emociones diversas pero es necesario transitarlas, es necesario recorrer esas emociones y es obvio que estamos ahora frente al desafío de que esta planta cobre vida”.
En tanto Lucas Simone, hijo de Gladys Baralla, dijo que recién escuchamos la voz de la madre de Juan y ahora vamos a escuchar la voz de un hijo. “Este es un mensaje que escribí hace aproximadamente un año atrás en una noche que no podía dormir, no estaba en el país, 4676253 esa era el número de aquí, esa era el número de nuestra salvación, porque los hijos siempre esperamos que nuestros padres nos salven, pero para ellos no hubo número, no hubo salvación. La tragedia ocurrió pero la verdadera tragedia quizás no ocurra nunca mientras los sigamos recordando. La vida en parte es algo injusta y los padres deben enseñar a los hijos también eso, como si fuera poco. Espero tu voz esa que vive en mí al otro lado del teléfono para recordarme que ahí estás, que me querés y que me cuidas, 4676253, hay códigos que nunca se olvidan”.
Otros detalles del acto
Del acto tomaron parte altas autoridades del Rectorado y de las facultades, además de integrantes de los distintos claustros universitarios. Tras la recorrida conmemorativa por el edificio de la ex planta piloto tuvo lugar una misa a cargo del padre Carlos Juncos, titular de la Pastoral Universitaria.
Dirección de Prensa y Difusión UNRC




















