Fue la 315ª de su historia
La UNRC realizó su última colación de 2025
12 de Diciembre de 2025
Este viernes se llevó a cabo en el aula mayor la 315ª colación de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Recibieron diplomas de grado y posgrado 73 profesionales de las cinco facultades: 22 de Agronomía y Veterinaria, 5 de Ciencias Económicas, 9 de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales, 27 de Ciencias Humanas y 10 de Ingeniería. Por los graduados habló Federica Gualtieri, profesora en Historia, y por las autoridades lo hizo la rectora, Marisa Rovera. La ceremonia fue la última de 2025, contó con música del ensamble universitario y puede volver a verse en el canal de Youtube de UniRío TV.
Lucha
Gualtieri, quien inició su recorrido estudiantil en 2020, evocó marchas, concentraciones, radios abiertas “con docentes, compañeros, nodocentes y trabajadores de otros ámbitos”. Los de la carrera fueron años de “transitar entre aulas y calles la lucha”, que “ojalá pronto como clase trabajadora organizada podamos ganar con un proyecto propio y soberano”. Llamó a perseverar en la defensa de los intereses nacionales “ante capitales financieros globales que, avalados por el gobierno”, “vienen a vaciarnos el bolsillo, los recursos naturales, los derechos de personas con discapacidad, las jubilaciones, la salud y la educación pública”.
La docente, que subrayó que “la ciencia para el pueblo no se negocia”, convocó a bregar por “presupuesto para garantizar la excelencia que merece la universidad pública”, por los “organismos de investigación” y por salarios dignos.
Agradecida a la casa de altos estudios, la familia y los amigos que la acompañaron en su trayecto hacia el título, Gualtieri se identificó como “hija de una familia trabajadora y profesional gracias a la universidad pública”.
Desafíos
La rectora se dirigió a los graduados, a quienes momentos antes les había tomado juramento profesional, y los congratuló pues “la conquista de este título no se logró por la vía fácil, sino a través de un camino que exigió templanza, fuertes convicciones y una voluntad inquebrantable. Ustedes han culminado su formación en un período donde el ecosistema universitario y científico enfrenta desafíos de gran magnitud. No me refiero únicamente a la rigurosidad académica de las aulas; hablo de la complejidad inherente a estudiar, investigar y proyectar el futuro en un contexto de incertidumbre presupuestaria, de salarios degradados y teniendo la imperiosa necesidad de defender, día a día, el valor irrenunciable de la educación pública”.
Rovera amplió expresando que los 73 nuevos profesionales de la UNRC “han sido testigos y protagonistas de un tiempo en que la ciencia y la educación se vieron obligadas a convertir la escasez en un motor de ingenio, logrando sus objetivos a base de priorizar con rigor y maximizar el valor de cada esfuerzo. Han demostrado que, incluso cuando los recursos escasean, la voluntad de aprender y la excelencia académica no se negocian”.
Tras señalar que el conocimiento cosechado en la carrera “es la inversión más vital y estratégica de un país”, la rectora reconoció “el mérito del esfuerzo personal y el invaluable soporte afectivo” de las familias de los graduados, quienes “llevan una brújula interior calibrada por la universidad que apunta a dos coordenadas esenciales:
-Las competencias y habilidades profesionales: porque poseen los conocimientos de vanguardia en su disciplina. Pueden construir, curar, crear, analizar y transformar el mundo.
-Y el compromiso ético y humano: lo más valioso es la forma en que van a usarlo. La universidad no solo forjó profesionales; formó ciudadanos críticos, personas solidarias y agentes de cambio. Deben ser la voz que dinamice el conocimiento en el futuro”.
En otro tramo de sus palabras a los egresados, Rovera enfatizó: “Llevan en sus manos una inmensa responsabilidad para con la sociedad porque la universidad no solo les dio conocimientos, les dio un propósito. Este título es su credencial para la inserción laboral, es la llave que abre puertas en cualquier lugar del mundo, pero su trabajo, sea cual sea, no puede ser un fin en sí mismo. Ustedes son ahora constructores del futuro, formados en la ética de la transformación. Su primer campo de acción es su profesión. Desde la primera reunión, desde la primera clase, desde el primer proyecto, desde la investigación inicial, deben preguntarse: ¿Cómo estoy usando mi conocimiento para mejorar mi entorno? El desarrollo del país se construye con sus manos, con sus ideas, con la visión crítica que aquí adquirieron y con el corazón”.
Luego, la rectora instó a aplicar “la rigurosidad científica y la amplitud humanística que esta casa les brindó para desafiar lo establecido, para innovar y para construir soluciones que sean inclusivas, sostenibles y que beneficien a toda nuestra sociedad”. Igualmente, les planteó la necesidad de cultivar el “compromiso con la excelencia, la inclusión y la defensa permanente de la educación pública”.
“Ustedes dejan de ser estudiantes y se convierten en el espejo y el faro de esta institución en el mundo. Queremos verlos triunfar en la vida laboral, queremos verlos liderar las ciencias, la educación, la empresa, la política y la cultura. Porque sus éxitos fuera de estos muros son la mejor prueba del valor social de la educación”, sostuvo.
La rectora invitó a quienes ya son profesionales a que vuelvan a la UNRC “como mentores, como colaboradores, a contar sus triunfos y a pedir consejo en sus desafíos. Vuelvan, no solo físicamente, sino con sus experiencias de vida. Vuelvan a compartir sus aprendizajes, a desafiar nuestras metodologías. Necesitamos de su visión desde el campo laboral para seguir formando a las futuras generaciones con la misma excelencia”.
Universidad y crecimiento
Rovera aseveró que, “en este siglo, la forma en que podremos aumentar la productividad sostenidamente, achicar las brechas sociales, promover el arte y la cultura, impulsar el crecimiento económico, crear nuevos empleos y mejor remunerados y ser competitivos a escala mundial es enalteciendo en profundidad el significado e impacto del conocimiento asociado a la educación superior”. Señaló que “la universidad pública es una institución esencial para la vida democrática de los países y en su constante evolución y transformación debe continuar asumiendo el desafío de formar seres humanos libres, que lleguen a ser ‘ciudadanos del mundo’. En este marco, resaltó las capacidades interculturales, los “conocimientos y destrezas para participar en la búsqueda de soluciones frente a los graves problemas nacionales y mundiales”.
Hacia el final, la rectora dijo que la UNRC “culmina el año académico con una consigna innegociable: la defensa activa de la universidad pública. Este compromiso histórico nos exige una doble acción: preservar con firmeza lo conquistado y, de manera simultánea, impulsar transformaciones profundas que nos permitan innovar y adaptarnos a un mundo en constante cambio. Este es el único camino para resignificar nuestro rol trascendente en la sociedad, garantizando la calidad educativa, la inclusión real y la generación de nuevas oportunidades”.
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