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Prólogo

Enseñar a leer y escribir en la disciplina: Una tarea de todos los docentes universitarios y un compromiso institucional

Aprender en la universidad no es un logro garantizado. Depende de la interacción entre alumnos, docentes e instituciones. Depende de lo que haga el aprendiz, pero también depende de las condiciones que ofrecemos (y las que brindan las instituciones) para que el primero ponga en marcha su actividad cognitiva.

Paula Carlino (2005)

Con mucha frecuencia escuchamos a docentes universitarios comentar en reuniones académicas que sus estudiantes no logran apropiarse satisfactoriamente de los contenidos de la materia, o que “no entienden lo que leen”, “no saben escribir”, “no pueden expresar sus conocimientos” de manera que respondan a las expectativas del docente.

Ante estos comentarios y percepciones, muchas veces fundadas en los resultados académicos de los estudiantes, cabe preguntarse: ¿Qué hacemos los docentes para que nuestros estudiantes logren apropiarse de los conocimientos y cumplan las expectativas que los docentes tenemos en nuestras materias?

Suele haber una concepción generalizada entre los docentes universitarios de que los estudiantes “deben saber estudiar, leer y escribir, pensar, razonar...” cuando ingresan a la universidad. Estas percepciones suelen estar basadas en supuestos erróneos de que no es competencia de los docentes enseñar en las materias disciplinares las habilidades de lectura, escritura y pensamiento crítico. Decimos que son supuestos erróneos porque la literatura sobre Alfabetización Académica (AA) da cuenta de amplia evidencia de que leer y escribir no son habilidades que se aprenden una vez y que se aplican y transfieren de manera uniforme, única, en cualquier situación de aprendizaje. AA implica, precisamente, la enseñanza explícita de las características específicas de la disciplina: los géneros discursivos típicos de la disciplina, los propósitos socio-comunicativos de los mismos, el lenguaje y el vocabulario específico que los caracteriza, los modos de pensar, entender y comunicar la disciplina. Por lo tanto, es responsabilidad del docente enseñar esas características socio-discursivas de la disciplina que enseñamos.

La mala noticia es que muchos docentes, aún conscientes de la necesidad de enseñar estrategias de lectura y escritura en sus disciplinas, no saben cómo hacerlo, o sienten que esta tarea no está dentro de su competencia como docente universitario.

La buena noticia es que, cada vez más, son muchos los docentes que buscan un camino de ayuda y aprendizaje, que se motivan e interesan por aprender maneras de enseñar a sus estudiantes, de acompañarlos en el arduo proceso de aprendizaje de los contenidos disciplinares. Estos docentes asumen la responsabilidad de ayudar a sus estudiantes a ser personas críticas, capaces de apropiarse de un conocimiento que trasciende la materia misma, la carrera que estudian, y los prepara para integrarse no solo a su vida académica, sino también a su futura inserción en el mundo laboral y profesional.

Tal es el caso de los muchos docentes que han emprendido con entusiasmo y compromiso la búsqueda de alternativas de formación e investigación en la AA. Son docentes que han entendido que antes de esperar buenos logros en sus estudiantes, es necesario aprender y formarse en cómo podemos acompañarlos a lograr estos aprendizajes. O sea, es crucial reconocer que, como docentes, necesitamos “aprender a enseñar” para que nuestros estudiantes “aprendan a aprender”.

Respondiendo a innumerables convocatorias institucionales para la promoción de la Alfabetización Académica en carreras de grado de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), muchos docentes han participado activamente en proyectos de innovación académica sobre AA. Son docentes que han asumido con compromiso la tarea de alfabetizar académicamente, entendiendo que ayudar a los estudiantes en sus procesos de aprendizaje empieza en la materia que cada uno enseña. Y se han ocupado, se han hecho cargo de esta responsabilidad.

Este volúmen es un valioso aporte de docentes de las distintas facultades de la UNRC a la investigación en el campo de la AA a partir de sus propuestas de innovaciones académicas. Los trabajos acá presentados son claro ejemplo de las múltiples miradas sobre la AA en las diversas disciplinas.

El lector podrá encontrar en esta páginas experiencias y resultados de proyectos de innovación académica desde una multiplicidad de miradas y contextos. Algunas contribuciones en el volúmen hacen hincapié en la lectura y escritura de géneros específicos de la disciplina: resolución de casos clínicos quirúrgicos, producción de notas a fallo, trabajos prácticos de laboratorio de ingeniería, texto jurídico como la sentencia judicial y producción escrita de comentario fundado sobre el mismo, cuadernos de viaje, entre otros.

Muchos de los proyectos reportados centralizan sus intereses en la enseñanza de estrategias para fortalecer los procesos de lectura, escritura y pensamiento crítico, a saber: el análisis de los tipos de consignas en instancias evaluativas, particularmente la evaluación parcial presencial de carácter escrito; la promoción de aprendizajes significativos y estratégicos a partir de la lectura, la escritura y la oralidad mediadas por TIC; el trabajo metacognitivo para promover la revisión, autorregulación y retroalimentación en los procesos de lectura y escritura; la autorregulación de las emociones en el desarrollo de la AA; la elaboración e implementación de una secuencia didáctica virtual atendiendo a competencias de comunicación oral y escrita; el desarrollo de habilidades de reformulación para potenciar no sólo la reproducción sino también la transformación del conocimiento desde un posicionamiento reflexivo y crítico; el debate y el aprendizaje colaborativo; el trabajo con tutores pares para resolver problemáticas vinculadas a la lectura, comprensión y producción de textos académicos.

Las propuestas también dan cuenta de un interés especial en experiencias con estudiantes ingresantes y en la transición de la educación secundaria a la universidad, además de experiencias entre educandos y tutores pares, y experiencias de formación docente. Un gran número de propuestas promueven el trabajo colaborativo e interdisciplinario entre docentes de distintas materias y de diversas disciplinas, lo que destaca el valor de la colaboración, la articulación y el diálogo entre la diversidad de actores en los múltiples contextos de enseñanza y aprendizaje de la institución.

Se puede observar además, en las propuestas presentadas, los variados recursos utilizados para abordar la AA en las aulas: una marcada presencia de las tecnologías de la información y comunicación, el uso de aulas invertidas, el desarrollo de materiales didácticos como guías de técnicas de estudio, entre otros.

Todas las propuestas, en efecto, tienen como eje común la enseñanza explícita de la AA en las disciplinas y de los procesos reflexivos y metacognitivos necesarios para desarrollar la habilidad de leer y escribir críticamente.

El lector encontrará en este volúmen reflexiones, aportes, sugerencias, modos de enseñar la lectura y escritura disciplinar. Ojalá las investigaciones aquí reportadas sean una invitación a muchos otros docentes todavía dudosos o reticentes en abordar la AA en sus aulas. Ojalá sea una invitación a sacarlos de su “zona de confort”, a comprometerlos e interpretarlos a pensar en nuevas formas de enseñar...

La invitación está planteada. A los lectores, ojalá que la lectura de esta obra sea de disfrute además de aprendizaje.

Graciela Placci.
Facultad de Ciencias Humanas, UNRC.
Río Cuarto, Noviembre 2021.